LA CRISIS SE EXACERBA Y PROFUNDIZA

Luego del fallo que sobre la conducta del presidente Samper emitiera la Cámara de Representantes sobrevino una nueva andanada gringa sobre Colombia, por lo que la crisis política, lejos de amainar se exacerba y profundiza.

Las recientes actividades intervencionistas de Estados Unidos aupan a la panda de dirigentes políticos y sociales, propietarios de medios de comunicación v magnates que, comprometidos en una política de traición nacional, y con el fiscal Valdivieso como punta de lanza, buscan el derrocamiento del actual gobierno. Esto no excluye que, entre tanto, la administración Samper, en repudiables actos colaboracionistas, se doblegue aún más ante la recolonización yanqui.

Simultáneamente, desde Washington se intimida al país con inminentes represalias comerciales y se promueven entre la comunidad internacional intensas campañas de descrédito contra Colombia, todo ello dentro del siniestro plan de crear condiciones para una eventual intervención estadounidense.

Ya no cabe duda de que la nación enfrenta el mayor embate norteamericano de toda nuestra historia, dirigido a reducirnos del todo a la condición de tina colonia. Hoy no existe decisión del Estado o de cualquier órgano institucional, ni hay ley ni norma, ni actuación de los funcionarios de Colombia sobre los cuales Estados Unidos no pretenda imponer de inmediato sus dictados imperialistas.

Aplicar la política neoliberal, en especial la privatización de las empresas estatales, prometer la adopción de medidas y leyes penales de corte fascista, aceptar remociones de funcionarios obedeciendo el ultimátum gringo, como ocurrió con el director del DAS, y admitir que en las actuales condiciones la extradición es conveniente y que puede pensarse en una reforma constitucional para reestablecerla, implica, pura y simplemente, tina mayor sumisión, tan indignante como inaceptable, ante las pretensiones del imperio norteamericano.

Nuestra suerte como nación depende de la más amplia unidad y lucha contra la intervención yanqui. Todo pabellón nacional izado en las próximas festividades patrias será símbolo real de lo que nuestro pueblo exclama de pie: ¡Fuera gringos de Colombia!