Álvaro Bedoya
Convocados por Convergencia Cafetera del Norte del Tolima y la Unidad Cafetera Nacional, más de quinientos delegados, en representación de 78 municipios, colmaron el 1° de febrero la asamblea de Risaralda y acordaron exigir al gobierno que condone las deudas, mejore el precio interno y adelante campañas efectivas contra el flagelo de la broca.
El evento estuvo dirigido por monseñor José Luis Serna, obispo de Honda-Líbano, y por Fabio Trujillo y Jorge Robledo, presidente y coordinador de la Unidad Cafetera. En la mesa estuvieron Aurelio Suárez, diputado de Risaralda; Fernando Ruiz y Eliud Martínez, de la Unidad Cafetera del Quindío; Carlos Naranjo y Jaime Hernández, en representación de los ingenieros agrónomos de Colombia.
En su informe, Robledo destacó la marcha del pasado año que culminó en la Plaza de Bolívar de Pereira, donde quince mil caficultores rechazaron la política privatizadora de Gaviria. «En este aspecto -dijo Robledo-, el primer año de Samper es en realidad el quinto del gobierno anterior, y se resume en tres palabras: continuismo con demagogia.» Recordó que la última cosecha se redujo en 6.5 millones de sacos. «Es tan grave la crisis que no les han servido a los cafeteros ni el aumento del precio interno ni la refinanciación de las deudas. El primero, porque es insuficiente. La refinanciación, porque tan sólo aplaza el remate de las fincas.» Rechazó la medida que puso a depender el precio interno de los vaivenes de la oferta y la demanda en el mercado internacional.
Monseñor Serna solicitó en nombre del episcopado una acertada y pronta solución a los problemas de los cultivadores.
“Los obispos hemos afirmado que esta situación de los cafeteros requiere que el Estado adopte soluciones prontas, eficaces y justas. También requiere de las comunidades afectadas y de sus voceros la presentación decidida de sus legítimas exigencias antes las autoridades y demás responsables.
«Líbranos, padre, a los cafeteros de la deuda -dijo al terminar la oración-. Libra al gobierno del miedo a condonar la deuda. Libra los cafetales de la broca.»
El combativo encuentro fue clausurado por Fabio Trujillo Agudelo, quien con enérgicas palabras le demandó al gobierno tres decretos: el de condonación de deudas, el de aumento del precio interno y el de la emergencia fitosanitaria. «En procura de estas medidas, llegaremos los productores, si es necesario, hasta el paro nacional cafetero.»
El Encuentro aprobó finalmente una gran marcha cafetera a Manizales el 29 de marzo, como preludio a un paro nacional de productores si el gobierno no atiende las justas exigencias.