EL PUEBLO LLORÓ A HERALDO ROMERO

El 6 de septiembre de 1980 falleció en Bogotá, víctima de penosa y prolongada enfermedad, el camarada Heraldo Romero, miembro del Comité Central del MOIR y su secretario regional en Nariño. Ese día toda la militancia de Bogotá y Cundinamarca y dirigentes de Anapo y la DP, encabezados por Álvaro Bernal Segura y Miguel Gamboa, respectivamente, le rindieron un sentido homenaje póstumo.

Posteriormente, su cadáver fue trasladado a Pasto. En el aeropuerto de dicha ciudad lo esperaba una nutrida caravana de vehículos que lo acompañó hasta Ipiales donde se efectuarían las exequias. Durante el sábado 7 y la mañana del domingo 8, el compañero fue puesto en cámara ardiente en la escuela «Tomas Arturo». Ante el féretro desfilaron no menos de 20.000 personas, y el Comité Ejecutivo Central del MOIR montó guardia en su honor. Antes del desfile fúnebre, el sacerdote Luis Antonio Gallardo pronunció unas emocionadas palabras de despedida a Heraldo.

En la tarde del entierro se realizó una multitudinaria concentración en el parque «La Pola», en la que el camarada Otto Ñañez leyó el comunicado de la dirección nacional del Partido, e intervinieron Orlando Patiño, dirigente regional; Darío Romero, secretario regional del Tolima y Francisco Mosquera, secretario general del MOIR. Finalmente, tras larga marcha, Heraldo fue sepultado en el cementerio local, en medio del dolor del pueblo ipialeño.

A los actos asistieron delegaciones del MOIR de todos los departamentos, presididas por la dirección central. Además se hicieron presentes delegaciones de Sittelecom, Aceb, Sintracreditario, Anebre, Aspu, Sintrateléfonos, Fecode, Sindicollantas, Frente Sindical Autónomo de Antioquia y de numerosas organizaciones gremiales de Nariño.
En Bogotá, el 25 de septiembre, se llevó a cabo un homenaje del sindicalismo independiente en la sede de Hocar. Hizo uso de la palabra Omar Ñañez, dirigente nacional del MOIR.