Procedente de Venezuela, y después de una gira de varias semanas por varios países europeos, la Selección Nacional de Fútbol de la República Popular China visitó a Colombia durante siete días, a partir del 8 de abril. Invitada por la Asociación de Amistad Colombo China y por la Federación Colombiana de Fútbol, la agrupación deportiva de la nación más populosa del planeta, presidida por Yang Hsiu-wu como jefe de la delegación y por Hsiang Heng-ching como capitán del equipo, jugó dos partidos amistosos con la selección Colombia, uno en Medellín y otro en Bogotá.
El cuadro de futbolistas chinos lo conformaban 17 jugadores y 3 entrenadores, en su gran mayoría obreros, estudiantes y maestros de educación física, seleccionados entre los 98 mejores conjuntos existentes en las distintas provincias de la República Popular. En Bogotá fue recibido por dirigentes políticos, representantes de varios sindicatos y numerosos amigos del pueblo chino. El secretario general del MOIR, Francisco Mosquera, encabezó una comisión del Comité Ejecutivo Central para saludar a los jugadores y acompañarlos hasta Medellín. Posteriormente regresó con ellos en el mismo avión a Bogotá, y en diferentes homenajes en honor del elenco visitante tuvo ocasión de entrevistarse con la Selección de China en forma cordial y amistosa.
En Medellín
El sábado 8 de abril en las horas de la tarde, más de mil personas se hicieron presentes en el aeropuerto de la capital de Antioquia para recibir al grupo de deportistas. Portando pancartas en chino y en español con la leyenda de “Viva la eterna amistad entre los pueblos de Colombia y China”, varios partidos políticos revolucionarios y de oposición, así como de diferentes organizaciones sindicales le dieron una calurosa bienvenida al equipo. Trabajadores de los sindicatos de Vicuña, Industria Minera de Amagá, Compañía de Empaques, Universidad Nacional, Calzados Grulla y Telecom agitaron consignas exigiendo la apertura inmediata de relaciones diplomáticas con la República Popular China e izaron la bandera del hermano país en la plataforma del aeródromo.
Por la noche tuvo lugar un homenaje a la delegación en la sede de la Casa de la Cultura de Envigado. Medio millar de asistentes, entre obreros, estudiantes, intelectuales y personalidades democráticas, estrecharon la mano de los futbolistas chinos y les desearon una feliz estadía. En el acto se interpretaron danzas y canciones folclóricas colombianas. Hicieron uso de la palabra el vicepresidente de la Asociación de Amistad Colombo China, José María Gómez, y el subsecretario general de la Asociación de Fútbol de la República Popular China, Yang Hsiu-wu.
El primer partido con la Selección Colombia, que ésta logró decidir a su favor por una ventaja de un gol a cero, se realizó el domingo 9 de abril ante 22 mil espectadores que colmaron las graderías del estadio de Medellín. El alcalde de la ciudad izó el pabellón de China y el ministro de Trabajo efectuó el saque de honor. Al día siguiente hubo un encuentro amistoso con el equipo de trabajadores de la Universidad Nacional, al término del cual se intercambiaron regalos y los obreros entregaron al conjunto chino un trofeo y una placa haciendo votos por la pronta liberación de Taiwán.
Entrevista con el Presidente
La Selección de Fútbol de la República Popular China fue acogida en Bogotá con iguales muestras de cordialidad y afecto. En los pasillos del aeropuerto El Dorado se aglutinaron cientos de personas, con banderas de China y de Colombia, que aplaudieron a los deportistas cuando salieron del avión. El lunes por la noche se organizó una rueda de prensa en el Círculo de Periodistas de Bogotá, y la Federación Colombiana de Fútbol, presidida por Alfonso Senior, ofreció una recepción en honor del equipo visitante.
Los miembros de la agrupación China fueron agasajados el martes en diferentes sitios de la capital del país, y el miércoles se entrevistaron durante media hora con el presidente de la República, Alfonso López Michelsen, a quien obsequiaron un balón con las firmas de todos los jugadores. Ese mismo día, a las 9 de la noche, tuvo lugar el segundo partido con la Selección Colombia ante más de 30 mil espectadores.
Repudio a una provocación
La iniciación del encuentro demoró más de media hora debido al grotesco intento de sabotaje perpetrado por la banda musical de la Brigada de Institutos Militares, que en vez de interpretar el himno de la República Popular China comenzó a entonar el de Taiwán, hecho que provocó la indignación no sólo de los deportistas invitados sino de todos los concurrentes a El Campin. La isla de Taiwán, provincia de China que el imperialismo norteamericano ha querido convertir en un Estado que suplante a la República Popular, única representante de los 800 millones de chinos, es un remedo de país independiente que ha sido expulsado de todos los organismos internacionales de importancia, y con el cual sólo mantienen relaciones diplomáticas las naciones más vergonzosamente hipotecadas al dominio de los Estados Unidos, entre ellas Colombia.
En gesto de encendido patriotismo, los futbolistas chinos levantaron la bandera de su país en alto y dieron la vuelta olímpica al estadio en medio de los aplausos del público. Las tribunas se llenaron de pañuelos blancos y miles de entusiastas bogotanos, de pie, ovacionaron a los deportistas huéspedes, en señal de desagravio, durante más de quince minutos. La amistad se puso por encima de la competencia, y la maniobra reaccionaria se convirtió en blanco del repudio general.
Finalmente, el jueves 13 de abril se realizó un nuevo partido amistoso con un conjunto de obreros y campesinos de la Sabana de Bogotá, y en las horas de la noche la Selección de Fútbol de la República Popular China asistió a una presentación del Ballet de Delia Zapata y a un acto de despedida en la Asociación Distrital de Educadores. En este último hablaron Jorge Pedraza, presidente del Sindicato Nacional de Vendedores Ambulantes; Oscar Sánchez por la ANUC; Abel Rodríguez por Fecode; Guillermo Perry por la Asociación de Amistad Colombo China y el compañero Yang Hsiu-wu, por la delegación deportiva de su país.
Los oradores resaltaron la importancia de la visita de los futbolistas chinos, representantes de una nación en donde un pueblo sencillo y laborioso ha logrado rescatar su dignidad y ha efectuado transformaciones revolucionarias que son ejemplo para todos los pueblos del mundo. El pueblo colombiano tiene mucho que aprender del pueblo chino. ¡Viva la eterna amistad entre ellos!