Precedidos por las banderas del Sindicato Nacional de Choferes y de Unimotor, 60 buses desfilaron por las calles de Bucaramanga el 6 de octubre, celebrando el triunfo de la huelga que realizó durante tres días el transporte en la capital santandereana. Al conquistar el principal objetivo del movimiento, un salario básico, los 250 conductores de Unitransa dieron fin a la llamada «guerra del centavo» que los enfrentaba a unos contra otros. Andrés Gutiérrez, presidente del sindicato Nacional y Fernando Jaimes, presidente de Unimotor, suscribieron la nueva convención colectiva en nombre de los trabajadores.
El cese de actividades de los choferes bumangueses constituyó un poderoso respaldo al paro cívico de Barrancabermeja. Como Unitransa abarca 16 de las 24 rutas existentes, el transporte fue casi nulo en la ciudad el 4 y 5 de octubre. Los motoristas levantaron consignas de apoyo a la USO y la población entera contribuyó a hacer efectiva la solidaridad con los obreros petroleros.
Junto a Fecode, Sittelecom, Utrasan, Festra y la USO, las dos organizaciones en conflicto efectuaron manifestaciones el 30 de septiembre y el 3 y 4 de octubre. En el curso de las mismas fueron detenidos durante algunas horas, el concejal del MOIR en Bucaramanga, Gildardo Jiménez y Luis Méndez, directivo del Sindicato Nacional de Chóferes.
Queda pendiente la lucha por la jornada laboral de ocho horas. Según directivos del Sindicato, las organizaciones de choferes ya acordaron con tal propósito acciones unificadas en todo el país.