MÉDICOS CONTRA HUMILLANTES CONDICIONES DE TRABAJO

Son llamados “residentes” y se ven obligados a pagar costosos alquileres cerca de sus sitios de trabajo, porque el gobierno no les adecua viviendas en las entidades hospitalarias. Aunque la jornada máxima no puede exceder de 48 horas semanales, ellos laboran más de 60, en turnos ininterrumpidos de 24 horas, día de por medio. Sus salarios oscilan entre $3.500 y $8.000, constituyendo la fuerza profesional más barata del país y, por añadidura, hace poco fueron englobados bajo la ambigua calificación de “becarios”, perdiendo así los derechos sindicales.

Son 1.500 médicos, agrupados en la Asociación Nacional de Internos y Residentes (ANIR), que finalmente se lanzaron al combate para exigir la abolición de tan humillantes condiciones de trabajo. Después de tres meses de infructuosas negociaciones con la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina y la Asociación de Hospitales, decidieron realizar paros escalonados de 24 horas. El primero se llevó a cabo en forma exitosa el 22 de septiembre.

Un comunicado de prensa publicado por ANIR el 23 de septiembre reportó que “el paro fue acatado como estaba previsto por la gran mayoría de las seccionales”, en los centros asistenciales de Cundinamarca, Cauca, Antioquia, Nariño, Valle, Quindío, Tolima y Meta. En Pereira, Cartagena y Manizales, los médicos efectuaron asambleas permanentes, con masiva asistencia.