Jairo Aníbal Niño, escritor y dramaturgo del Teatro Libre de Bogotá, ganó el pasado 4 de marzo el concurso nacional de literatura para niños en Enka de Colombia, con su obra Zoro, calificada por el jurado del concurso como “la obra infantil más poética de los últimos 30 años en Colombia.
En su trayectoria Jairo Aníbal ha merecido reconocimiento internacional. Sus obras traducidas a cinco idiomas, representan el nuevo arte que surge del país, fruto de la vinculación de los artistas revolucionarios a la vida del pueblo.
Varios certámenes culturales han otorgado al escritor los mejores premios. Durante el V Festival Mundial de Teatro realizado en Nancy, Francia, su obra El Monte Calvo fue calificada como el mejor espectáculo libre. Asimismo Las bodas de lata y El golpe de estado, recibieron los máximos galardones en concursos y festivales nacionales. Jairo Aníbal también es poeta, pintor y periodista y actualmente trabaja con el taller de dramaturgia del Teatro Libre. De la colección de sus obras se destacan, entre otras, Los inquilinos de la ira y El sol subterráneo.
Arte que surge del pueblo
Con respecto al triunfo de sus obras, Jairo Aníbal dice: “La corrección de la línea política de un partido revolucionario se refleja en todos los aspectos de la vida de un país y naturalmente en el campo de la cultura y el arte.
Por lo tanto los triunfos y aciertos de los artistas revolucionarios se deben, por una parte, a su vinculación con las masas, a su estrecha relación con el pueblo, lo cual les proporciona la sangre y la carne para su obra y, por otra parte, no se pueden explicar sino a través de la existencia de un partido que arma al artista para que éste se ponga de manera eficaz al servicio de los trabajadores.
Mi obra Zoro, ganadora del premio nacional de literatura para niños es el resultado del anterior planteamiento. He procurado conocer a fondo a mi pueblo, he aprendido a amarlo y a respetarlo, porque sé que todo arte tiene como fuente la entraña popular. Es allí donde bebemos esos elementos que luego el trabajo artístico se encarga de darle su bruñido cuerpo. Mi militancia en el MOIR ha sido vital para mi oficio literario. El partido me ha armado, ha iluminado mi camino y esa militancia es la que me va a permitir a través de mi oficio literario servir modesta pero permanentemente a las necesidades del MOIR que son las necesidades de los trabajadores y de la revolución colombiana”.