POSICIÓN DE CHINA SOBRE EL PROBLEMA DE ANGOLA

I- Declaración del Ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China

“El 11 de noviembre de 1975, terminó la dominación colonial que Portugal mantuvo en Angola durante cinco siglos, y Angola se ha convertido en un país soberano independiente. Esta es una gran victoria lograda por el pueblo angoleño que, contando con el apoyo de los pueblos de Africa y del resto del mundo, persistió durante largo tiempo en la heroica lucha contra el colonialismo portugués y particularmente en la lucha armada iniciada en la década del 60. Por ello, el Gobierno y el pueblo chinos expresan sus calurosas congratulaciones al pueblo angoleño y a las tres organizaciones de liberación en Angola.

“Pero después de la independencia, en Angola no se ha logrado formar un gobierno de unión nacional, sino que se ha producido una desgraciada situación de escisión y guerra civil. Esto se debe completamente a la disputa entre las dos superpotencias y sobre todo a la descarada expansión y grosera intervención de la Unión Soviética. La existencia de diferencias entre las tres organizaciones de liberación angoleñas es cosa normal, y esas diferencias debían ser resueltas por las organizaciones mismas mediante negociaciones políticas bajo la bandera de la unión nacional y libre de ingerencia foránea. Sin embargo, a despecho de los acuerdos que, bajo el impulso de la Organización de Unidad Africana, las tres organizaciones angoleñas firmaron con el fin de reforzar su unidad y materializar conjuntamente la independencia, la dirección soviética ha creado deliberadamente la escisión entre esas organizaciones de liberación, ha enviado allí gran cantidad de armas y ha apoyado a una sola organización mientras ha calumniado y atacado desenfrenadamente a las otras dos, con ello provocando ella misma la guerra civil en Angola. Además, la Unión Soviética no ha cesado de sembrar cizaña y discordia entre los países africanos. Con su actuación, la dirección soviética se ha revelado plenamente en sus verdaderos colores imperialistas.

“Los dirigentes de muchos países africanos y especialmente la Organización de la Unidad Africana han hecho ingentes esfuerzos por mediar entre las tres organizaciones liberadoras de Angola para que sean eliminadas sus diferencias, y han formulado una serie de proposiciones positivas sobre el cese inmediato de la guerra civil y la formación de un gobierno de unión nacional por las tres organizaciones liberadoras de Angola. Esta justa posición de la Organización de la Unidad Africana responde plenamente a los intereses del pueblo angoleño y de los pueblos de toda Africa. El Gobierno chino patentiza su alta apreciación y resuelto apoyo al respecto.

“El Gobierno y el pueblo chinos siempre han brindado profunda simpatía y resuelto apoyo al pueblo angoleño en su justa lucha contra el colonialismo portugués y por la independencia nacional y desean de todo corazón que las tres organizaciones de liberación angoleñas atribuyan la mayor importancia a los intereses nacionales de Angola, tengan en cuenta la situación en su conjunto, se unan, diriman las diferencias, luchen contra el enemigo común, eliminen la intromisión e intervención de superpotencia y hagan esfuerzos mancomunados para establecer una Angola de concordia nacional unida, unificada y verdaderamente independiente”.

15 de noviembre de 1975

(Tomado de Pekín Informa, número 47 de 1975)

II- Discurso de Chiao Kuan–jua, jefe de la delegación china, ante la reunión plenaria de la 30ª Asamblea General de la ONU
(Extractos)

“La guerra civil en Angola apena a todos los pueblos revolucionarios del mundo. Es normal que existan discrepancias en el seno del movimiento de liberación nacional. La correcta actitud que debe adoptarse es estimular su unidad para luchar en común contra el enemigo y por expulsar a los colonialistas. Por eso, la Organización de la Unidad Africana ha reconocido y apoyado igualmente a las tres organizaciones liberadoras de Angola que sostienen la lucha armada, y ha hecho incansable esfuerzos por promover la unidad del movimiento de liberación nacional de Angola. En cambio, presumiendo de gran señor del movimiento de liberación nacional y haciendo caso omiso del acuerdo concertado por las tres organizaciones de Angola para unirse contra el enemigo, la dirección soviética, a través de su aparato de propaganda, ha calificado a una organización de revolucionario y tildado a otra de reaccionaria en un deliberado intento de crear escisión entre ellas. Más aun, ha enviado a una de las organizaciones de Angola gran cantidad de armas, incluidas armas pesadas. De esta manera ha provocado la guerra civil en Angola. La otra superpotencia, a su ves, no se ha resignado a estar atrás. La situación en Angola se hace cada vez más complicada.

“China ha apoyado desde el comienzo el movimiento de liberación nacional de Angola. Hemos prestado ayuda militar a las tres organizaciones liberadoras de Angola en apoyo de su lucha contra el colonialismo portugués. Sabiendo que existen discrepancias entre ellas, siempre les hemos aconsejado que unan para luchar contra el enemigo. Después de que el movimiento de liberación nacional de Angola llegó a un acuerdo sobre la independencia con Portugal, ya dejamos de dar nueva ayuda militar a estas tres organizaciones. Esto es un hecho. Y los hechos son más elocuentes que las palabras. Las calumnias lanzadas por la Unión Soviética contra China no han podido de ninguna manera ocultar la verdad de los hechos, sino al revés, han puesto al desnudo a la propia Unión Soviética.

“La guerra civil instigada en Angola por la Unión Soviética es una cosa mala, pero es también una cosa buena. Es cosa buena porque puede servir como material de enseñanza en sentido negativo. Todo movimiento revolucionario tiene inevitablemente altibajos. Estamos convencidos de que, después de experimentar reveses y vicisitudes, las amplias masas populares de Angola persistirán en la unidad y la lucha, frustrarán las intrigas de las superpotencias y sobre todo del socialimperialismo y alcanzarán su independencia y emancipación. Sus temporales dificultades y sacrificios no sólo les ayudarán a elevar su conciencia política, sino que también son una profunda lección para los movimientos de liberación de las naciones oprimidas del mundo”.

26 de septiembre de 1975

(Tomado de Pekín Informa, número 40 de 1975)

III- Torpe truco para desviar la atención
(Extractos)

“En el año transcurrido, con el objetivo de controlar Angola estratégicamente importante, en su disputa con la otra superpotencia por la hegemonía en Africa y en el mundo entero la Unión Soviética ha provocado una guerra fratricida en Angola, escindiendo a las tres organizaciones de liberación de Angola e incluso enviando allí personal militar y gran cantidad de armas”.

“La vocinglería del socialimperialismo, que siempre se autodenomina “aliado natural “ de los pueblos africanos, contra la invasión sudafricana de Angola, se levantó precisamente cuando su perversa catadura ha quedado revelada más y más claramente. Su objetivo es encubrir su vil fisonomía de archicriminal, que atiza la guerra civil en Angola, y sus siniestros complots de expansión en Africa.

“A fin de mantener el último baluarte de la dominación reaccionaria en la parte sur de Africa, el régimen racista sudafricano ha estado aguardando una oportunidad de agresión, expansión, complot y sabotaje. Hay que condena enérgicamente el envío de tropas sudafricanas a Angola y su interferencia en los asuntos internos del pueblo angoleño. Sin embargo, se ha visto claramente que el envolvimiento sudafricano tuvo lugar después de la Unión Soviética se había puesto a escindir el movimiento de liberación de Angola y había atizado allí una guerra civil. No es nadie más que el socialimperialismo soviético el que ha brindado, a través de su grosera intervención en Angola, a las autoridades sudafricanas un chance para enviar tropas a ese país pescando en río revuelto. Por lo tanto, el socialimperialismo, que ha dado alaridos para oponerse a la invasión sudafricana, es el archicriminal que ha suscitado la intervención del régimen racista sudafricano en Angola…”.

(Tomado de Pekín Informa, número 2 de 1976)