El pasado viernes 12 de marzo la ciudadanía de Pasto paralizó la industria, el comercio y los transportes en realización de un paro cívico de protesta contra el saqueo afrentoso de nuestro petróleo por parte del imperialismo norteamericano, y exigiendo al gobierno nacional la continuación de la construcción de la Refinería y planta petro–química de Tumaco.
A continuación reproducimos los principales apartes del comunicado emitido por la Junta Pro–Refinería y el Comité de Defensa de los Recursos Naturales, entidades que convocaron el paro:
“La Junta Central Pro–Refinería y el Comité de Defensa de los Recursos Naturales acogen como deber Patriótico el manifestar a todos los colombianos”:
Que el ‘argumento’ esgrimido el 20 de julio de 1975 ante el Congreso Nacional por el Presidente López en el sentido de aplazar la construcción de la Refinería de Tumaco, precisamente cuando esta debía inaugurarse, basado dizque en ‘recomendaciones técnicas, por la escasez de petróleo en el Putumayo lo han considerado, desde un principio, como una premeditada mentira política a más de significar un ultraje a la dignidad de nuestros pueblos.
Que la realidad demuestra que existe petróleo en abundancia tanto en el Putumayo como en Nariño y prueba de ello son los 55 mil barriles a diario que según los propios empleados oficiales, salen por el oleoducto Trasandino y según los obreros de la Texas el bombeo asciende a 120 mil barriles diarios, y que, aún más, como el colmo de los colmos, actualmente está operando el vergonzoso contrato con la Latín Oil firmado bajo la actual presidencia, y por medio del cual Colombia vende a Venezuela 40 mil barriles diarios de petróleo, para que Ecopetrol, a su vez compre a Venezuela petróleo impuro (azufrado) y con un sobreprecio de 50 centavos por barril.
Que la empresa norteamericana “Cayman” se prepara a explotar los abundantes yacimientos prolíferos de la costa de Nariño.
Que todo lo anterior confirma la política entreguista del Gobierno frente a las compañías extranjeras que son las que manejan y saquean a su antojo los múltiples recursos y riquezas de Nariño y el Putumayo.
Que por razones contundentes que nos asisten, no le queda al pueblo otro camino que continuar decididamente la lucha hasta impedir definitivamente la salida del petróleo por todos los medios posibles.