GILBERTO VIEIRA:
“El pueblo necesita unificarse en una poderosa oposición revolucionaria contra el mandato caro”
Compañeras, compañeros, camaradas! En nombre del Partido Comunista de Colombia saludo con profunda emoción a todos los destacamentos revolucionarios de la clase obrera y del pueblo colombiano aquí presentes para celebrar el día internacional de los trabajadores. Estamos hoy restaurando el sentido y el contenido revolucionario del 1° de mayo, que durante tanto tiempo la oligarquía conservadora-liberal impidió celebrar mediante el estado de sitio y que pretendió volver una fiesta bobalicona de San José Obrero, o como hoy que tratan de convertirla en un simple jolgorio. El 1° de mayo es la fiesta internacional de los trabajadores, el día en que pasan revista a sus fuerzas, el día de protesta contra la explotación del imperialismo y del capitalismo, el día en que el proletariado mundial levanta sus banderas anunciando su decisión de lucha hasta el fin, hasta el derrocamiento del sistema basado en la explotación del hombre por el hombre para instaurar el socialismo en todo el mundo.
Algunos personajes de la oligarquía y ciertos caga-tintas de la prensa capitalista se burlan de nuestra posición internacionalista. Pero ellos deben saber que el 1° de mayo suele reservarle a la clase obrera mundial grandes regalos históricos. Porque hace treinta años, en un día como hoy, entró victorioso el ejército soviético a Berlín y aplastó en su guarida los últimos restos de la dictadura fascista de Hitler. Y porque en este mismo 1° de mayo están celebrando el desfile de victoria los guerrilleros vietnamitas en la antigua ciudad de Saigón, hoy ciudad Ho Chi Minh.
El pueblo colombiano necesita que se unifique una oposición revolucionaria contra el régimen del mandato caro. Y esta oposición que estamos adelantando con actos tan formidables como éste, no es tanto una cuestión de palabras insultantes contra el señor López Michelsen. Es ante todo el gran movimiento de masas que se ha puesto en acción en Colombia por medio de las huelgas de obreros y empleados, de los paros cívicos y de las ocupaciones de tierras ociosas de los terratenientes urbanos y de los latifundistas en el campo. Es desarrollando esos movimientos de masas que podremos golpear los aspectos candentes de la política del gobierno, ante todo, el de la carestía de la vida, el de las grandes ganancias de los monopolios capitalistas, el de la entrega de las riquezas nacionales al imperialismo. Pero el gobierno del señor López Michelsen en lugar de dar solución a los problemas del pueblo colombiano, responde con insultos a los sectores de la oposcición revolucionaria, inventando supuestas acciones subversivas y amenazando al pueblo colombiano, curtido en tantas luchas contra la reacción, con el estado de sitio después de que el señor López Michelsen abusó descaradamente con el estado de emergencia dejando de lado al Congreso Nacional en la elaboración de las leyes a que está obligado.
Compañeras y compañeros: este gobierno como los anteriores del llamado Frente Nacional, continúa practicando también la política de división de la clase obrera. Contra éste, el Partido Comunista propone trabajar incansablemente a todos los sectores revolucionarios por la unidad de la clase obrera y todo el movimiento popular colombiano. Unamos nuestros esfuerzos, a pesar de nuestras diferencias ideológicas para ayudar a que la clase obrera despierte en Colombia y se ponga en movimiento, para que cobre conciencia de clase y aprecie la magnitud de su misión histórica liberadora. Apoyemos a la clase obrera en todas sus luchas diarias, por el alza de salarios en relación con el costo de la vida y por las justas prestaciones de los trabajadores. Pero enseñémosle a los obreros que no basta luchar contra los efectos del sistema de explotación capitalista, sino que tienen que luchar contra las causas, contra ese mismo sistema para derrocarlo y para abrir el camino en Colombia hacia la democracia verdadera que es la democracia socialista.
Este primero de mayo será memorable en la lucha del proletariado y del pueblo colombiano, porque aquí hemos marchado unidos distintos sectores revolucionarios, que, sin negar nuestras discrepancias ideológicas, demostramos al imperialismo yanqui y a la oligarquía que podemos unirnos, gritar las mismas consignas y levantar fraternal y vigorosamente las mismas banderas revolucionarias. Sigamos por este camino abierto en este glorioso primero de mayo. Afirmemos la unidad de acción de todos los sectores revolucionarios para golpear al enemigo principal del pueblo colombiano: el voraz imperialismo yanqui y sus agentes de la coalición liberal-conservadora que desgobiernan y deshonran a nuestra patria.
HUMBERTO MOLINA:
“La movilización de masas, única capaz de derrotar al enemigo”
Compañeras y compañeros: este Primero de mayo que en todo el mundo el proletariado conciente celebra combativamente, es celebrado ahora bajo circunstancias particulares que llenan a la clase obrera y a los pueblos de todo el mundo de justificado júbilo: la derrota del imperialismo norteamericano por los pueblos de Viet Nam y de Camboya que señala el comienzo cada vez más claro del declinamiento del enemigo fundamental de los pueblos, el imperialismo norteamericano, cuyo aislamiento como podemos observar es día a día creciente ante todos los pueblos del mundo. En Asia, donde está sufriendo los más rudos golpes; en Africa, donde los movimientos de liberación nacional lo van arrojando de su suelo; en América Latina, donde a pesar del débil despertar todavía de las masas, ya se refleja en progresivas, en crecientes reticencias de los propios gobiernos burgueses y proimperialistas a someterse incondicionalmente a sus dictados; y cuya última derrota, por la presión de los pueblos de Latinoamérica y no por la voluntad de los propios gobiernos burgueses y proimperialistas, lo ha constituído la derrota del imperialismo del bloqueo que quiso imponer a Cuba y que se expresa en el hecho de que todos los regímenes latinoamericanos cada vez en mayor medida se vean obligados a reconocer la existencia de Cuba, a respetar la existencia de Cuba, a reconocer el gobierno de Cuba, a reconocer ante los propios pueblos ante los cuales lo calumniaron que Cuba efectivamente es una alternativa y una alternativa válida para los pueblos de América Latina.
Este 1° de mayo también se celebra en circunstancias particulares para el movimiento de masas en Colombia. Se inscribe en el más importante ascenso del mismo en los últimos años. La clase obrera da muestras en los centros fabriles de estar despertando masivamente a la vida política.
Da muestras precisamente de estar comenzando a ponerse a la vanguardia de todas las luchas contra la burguesía, contra la explotación capitalista, y, en general, de las luchas democráticas de todo el pueblo colombiano. La clase obrera está mostrando efectivamente que ella puede cumplir en Colombia el papel histórico que le está asignando, el de ser vanguardia de la revolución, de todos los explotados y de todos los oprimidos contra los explotadores y contra los patronos capitalistas.
La movilización de masas es la única capaz de derrotar al enemigo; la movilización de masas es la única capaz de afirmar progresivamente la confianza de la clase obrera y del pueblo en su propia capacidad y en su capacidad para derrotar al enemigo. Es tarea, por consiguiente, en el inmediato futuro, en las luchas que nos esperan, continuar con la toma de calles para derrotar las pretenciones del enemigo de clase que quiere prohibirnosla en nombre de que se perturba la paz pública, cuando realmente lo que se está perturbando son las condiciones de su dominación política. Y precisamente, ante las amenazas del estado de sitio, la tarea inmediata es la de profundizar la organización y la movilización para demostrarle a este gobierno que no podrá pasar impunemente por encima de los intereses del pueblo colombiano. Y hay circunstancias que nos permiten pensar que preparándonos para el combate adecuadamente en el inmediato futuro, la clase obrera y el pueblo colombiano obtendrán grandes triunfos.
JAIME PIEDRAHITA CARDONA:
“La unidad de las clases populares, paso hacia la liberación”
Los revolucionarios de Alianza Nacional Popular somos perfectamente concientes de que el problema de la emancipación social y de liberación de las clases trabajadoras no podrá resolverse en Colombia únicamente por medio de un partido, sino con la alianza de todos los partidos revolucionarios y de las clases trabajadoras que acepten un programa común y unas reglas limpias de juego, así como la eliminación de métodos aventureros y anarquistas.
La historia actual de la lucha de clases y de la confrontación política en Colombia demuestra la importancia histórica y la urgencia estratégica de la unidad de clases populares y de partidos revolucionarios. Este es el primer paso en el camino de la liberación. En nombre del pueblo trabajador de ANAPO anuncio en este gran acto del 1° de mayo la disposición del partido de orientar sus luchas en esta dirección histórica de la unidad popular. Estoy en condiciones de afirmar que comprometo la fe del partido en esta gran tarea de la revolución colombiana. Porque los que dentro de un año no estén aquí, formando en este extraordinario ejército, yo os aseguro que serán la maleza despreciable entre el bosque ergido de nuestras banderas.
De otra parte, no será posible pensar en enfrentarse al imperialismo norteamericano si no se crean las condiciones para que la alianza política de las fuerzas revolucionarias de cada país se transformen en la formidable alianza de todos los pueblos latinoamericanos contra las fuerzas internas y externas que los explotan y oprimen. En desarrollo de esta estrategia revolucionaria la ANAPO propone un programa que identifique y agrupe a los que deben constituirse en las nuevas clases dirigentes del país: el proletariado, el campesinado, las clases medias identificadas con el pueblo en este programa común.
En la realización de esta unidad política de las clases trabajadoras está el poder llevar a efecto o realizar el socialismo con nuestras particularidades que enunciará el general Rojas Pinilla y que constituye la aspiración de todos los pueblos oprimidos y explotados no sólo de América Latina sino de todo el mundo. En esta dirección histórica están caminando los pueblos heróicos de Viet Nam y Camboya enfrentados al más cruel y agresivo imperialismo de la historia. En esta misma dirección está caminando el valiente y ejemplar pueblo de Cuba. En esta misma dirección se caminó en América desde Emiliano Zapata hasta Lázaro Cárdenas, desde fidel Castro hasta Salvador Allende.
GUSTAVO OSORIO:
“La clase obrera contribuirá al proceso de unidad popular”
Hoy, al iniciar nuestro acto del primero de mayo en forma unitaria que demuestra la fuerza pujante de nuestro pueblo, sean las primeras palabras para recibir jubilosamnete, como propio el triunfo llevado a cabo por las fuerzas revolucionarias de Viet Nam y de Camboya, que han dado al traste con el gobierno títere del imperialismo norteamericano en aquella región del planeta y que ha puesto a prueba una vez más que es completamente insostenible un régimen anti-popular que se asiente en las bayonetas oficiales, en el despotismo y en el desconocimiento de los más elementales derechos de cualquier ciudadano.
Nosotros continuaremos levantando contra viento y marea la lucha contra la carestía de la vida, la lucha por el reajuste general de sueldos y salarios, porque comprendemos justamente que esa lucha encarna una bofetada a la política del imperialismo, del Fondo Monetario Internacional de congelación de salarios, un reto, un golpe a la política de los capitalistas nacionales que quieren mayor enriquecimiento y un golpe a la política del señor López -su política de ingresos y salarios- que pretende imponerla sobre la base de acrecentar la miseria y la angustia de nuestro pueblo.
Nosotros queremos significar también la importancia que tiene la imagen de la unidad. Queremos significar cómo el orígen, la razón de ser de nuestra central, ha sido la lucha por la independencia del movimiento obrero y por la unidad del movimiento sindical. En consecuencia, ante esta gigantesca concentración, llamamos a todos los sectores a continuar trabajando por cimentar la política de unidad de acción, por unificar al movimiento sindical. Saber claramente que la unidad que nosotros propugnamos es distinta a la unidad del señor Tulio Cuevas. El señor Tulio Cuevas habla de unidad pero no tiene ninguna autoridad, porque una central nacida del estado de sitio, amamantada por la violencia oficial como la UTC, ha estado siempre fletada sirviendo a los intereses de la gran oligarquía y no puede hablar en la práctica sinceramente de unidad. Igualmente la CTC que nos expulsó en el Congreso de Cartagena por nuestra independencia y por nuestra lucha por la unidad, tampoco tiene autoridad, ni esa es la unidad que nosotros queremos, la que plantean esas centrales. Tampoco creemos que es la unidad que plantea el señor López en el sentido de una central obrera oficializada para que le bata incienso al régime, para que le apruebe la política de ingresos y salarios, la política concertada, que no es otra cosa que la política del caballo y el jinete, los explotadores encima y el pueblo sufriendo las consecuencias.
Consideramos nosotros que entonces, en estas circunstanicas, al movimiento sindical le cabe una gran responsabilidad. Porque además de acaudillar las luchas por las reivindicaciones económicas de los trabajadores, nuestra clase obrera debe cumplir el papel que le corresponde históricamente mediante la contribución al proceso de la unidad popular con otros sectores distintos a ella.
GILBERTO ZAPATA ISAZA:
“Desalojemos del poder a quienes nos han engañado 150 años”
Colombia, compañeros, no es un país libre, Colombia en un país ocupado. Nos tienen ocupados como a Francia en la época del nazismo. Aquí nos ocupan la Texas, la Frontino Gold Mines, aquí nos ocupan los dueños de los laboratorios extranjeros que sobrefacturan las materias primas por valor de 1.700 millones de pesos sin que diga nada el gobierno. Aquí nos tienen ocupados las 400 compañías extrajeras y los bancos con capital foráneo. Nosotros somos un país plenamente invadido por los yanquis, el imperialismo es dueño de Colombia. de ahí que de los 180.000 millones gastados por los yanquis en asesinar vietnamitas y camboyanos también haya dinero robado a los trabajadores colombianos. Porque el dinero sale del trabajo colombiano. El dinero que nos quitan los gringos, los imperialistas, a través de los cipayos colombianos es el trabajo de ustedes, es el trabajo de todos los colombianos y parte de ese dinero que ha salido como utilidad de Colombia y de toda América Latina, sirvió para comprar armas en contra de los valientes vietnamitas, que después de 35 años de lucha y de derrotar a los japoneses, a los franceses y a los gringos, se han cubierto de gloria y han podido extender su mensaje revolucionario por todo el mundo.
El Movimiento Amplio Colombiano que represento tiene el encargo de luchar contra los fetiches heredados del capitalismo. Vine a pedirle a las masas liberales, a esas que acompañaron equivocadamente a López, que ingresen a la revolución. El MAC quiere que los izquierdistas que vegetan solitarios en sus libros y en sus bibliotecas vengan y se integren a la revolución a través del MAC o de cualquiera de los partidos revolucionarios colombianos. Esa es nuestra tarea, tarea en la cual la juventud tiene un papel importante. Yo les rindo aquí el testimonio de mi homenaje a la juventud del MAC, a la juventud del MOIR, a la juventud del Partido Comunista, a toda la juventud colombiana, porque es la juventud la que tiene que hacer la revolución. Cuba fue un pueblo juvenil que hizo la revolución. Nosotros apenas les estamos indicando el camino, pero son ustedes, con su vigor, con su capacidad de sacrificio, con su valor, con su decisión, con su vocación revolucionaria los que tienen un día que desalojar del Palacio de Nariño y del Capitolio Nacional a esos que han engañado durante 150 años a Colombia.
¡Viva la juventud colombiana! ¡Viva la revolución colombiana! ¡Viva la unidad de la clase obrera y campesina!