Convocatoria
Comunicado suscrito por Ángel María Caballero y Jorge Enrique Robledo, presidente y secretario de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria, el 1o. de septiembre de 2001 en Ibagué.
Cada día los colombianos conocen y comprenden más la muy grave crisis que sufre el sector agropecuario. La reducción del área cultivada, el aumento de las importaciones, el incremento del desempleo, la caída de las utilidades de los sectores sobrevivientes y el agravamiento de la pobreza y la miseria son los hechos que amplían la corriente de opinión que pide profundas modificaciones en la política agraria nacional. También aumenta el acuerdo en torno a que el desastre tiene origen en las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional y en que, de no modificarse éstas, los problemas deberán acentuarse y, con ellos, los de toda la nación.
Además, avanza la unidad de campesinos, jornaleros, indígenas y empresarios en la búsqueda de que se defina una política de Estado que le ponga coto a la avalancha de importaciones agropecuarias, asegure precios de sustentación remunerativos y estables, ofrezca créditos abundantes y baratos, condone las deudas bancarias del sector, controle los costos de producción, garantice la investigación científica y la asistencia técnica, respalde el mantenimiento y construcción de distritos de riego, atienda las peticiones democráticas de las comunidades indígenas y resuelva positivamente los demás reclamos de los productores y regiones en defensa del agro.
Pero contrario a lo que se requiere, el gobierno de Andrés Pastrana Arango insiste en las mismas orientaciones que han fallado para mantener y desarrollar el agro nacional, como bien lo ilustra su decisión de incluir a Colombia en el Área de Libre Comercio de las Américas, ALCA, pacto que profundizará la apertura a las importaciones provenientes de naciones que les ofrecen grandes subsidios a sus agricultores y ganaderos o que producen con mano de obra de costos bajísimos, que impondrá una mayor disminución del respaldo estatal a los productores y que especializará al país en cultivos tropicales, los cuales sufren, agravadas por la indiferencia oficial, por las manipulaciones de su comercio y producción por parte de las trasnacionales.
Ante estas realidades, hemos decidido convocar el más amplio Congreso Nacional Agropecuario que pueda concebirse, en el que puedan participar, sin distinción alguna, todas las organizaciones del sector y todas las personalidades interesadas en su suerte, con el propósito de agrandar la base social de la resistencia civil a las políticas neoliberales, a partir de unirnos en el programa específico y las tareas democráticas capaces de sacar el campo de la encrucijada en que se encuentra. Dicho congreso se realizará en Bogotá, el día 18 de octubre de 2001, a partir de las 9 a.m., evento al que le estamos extendiendo cordial invitación.