El pliego de exigencias planteado al gobierno nacional desde hace quince meses por la Asociación Colombiana de Camioneros, ACC, con más de cien mil afiliados en todo el país, desembocó en un paro nacional que se inició a la medianoche del domingo 30 de noviembre y que, hasta el momento, se reporta como totalmente exitoso.
Miles de camiones y tractomulas han sido inmovilizados en las carreteras por los transportadores de carga.
La Asociación Colombiana de Camioneros exige, en primer término, que les sea congelado el precio de los combustibles, pues las exageradas alzas están conduciendo a la ruina a este importante sector, según lo ha reconocido el propio ministro del Transporte.
La ACC pide también que no se continúe estimulando la sobreoferta de camiones mediante importaciones indiscriminadas de vehículos y mediante el ingreso al país de camiones con matrícula extranjera, pues el exceso deprime los precios de los fletes.
Los transportadores de carga terrestre le demandan al gobierno nacional que retire los proyectos de ley actualmente en curso sobre reposición y chatarrización, por considerarlos lesivos a sus intereses.
Les reclaman, finalmente, a las empresas intermediarias relaciones equitativas de trabajo y contratación.
La justa protesta iniciada por la ACC merece el solidario respaldo de la ciudadanía y precisa la más pronta solución por parte del gobierno.