Sobre el II Congreso del Polo

Precedido de toda clase de comentarios y declaraciones en los que la derecha colombiana utilizó su gran prensa para incidir en las decisiones a tomar y hacerle eco al juego impúdico de algunos dirigentes del Partido que estuvieron durante meses tras el objetivo de cambiarle el rumbo o dividirlo, el Polo Democrático Alternativo reunió del 26 al 28 de febrero en Bogotá su II Congreso Nacional con la presencia de 1.420 de los 1.500 delegados elegidos democráticamente en todo el país, con representación especial de indígenas, afrodescendientes, LGTB, pueblo ROM y colombianos en el exterior.

Hagamos un recuento de los antecedentes, los hechos y las conclusiones más relevantes de ese magno evento, y difundamos en todos los rincones del país su mensaje de unidad nacional por la democracia y la soberanía.

Preparación amplia y abierta

En el Comité Ejecutivo Nacional, CEN, se venían discutiendo el reglamento, la programación y la metodología a utilizar en las deliberaciones del Congreso. Para tal efecto fueron creadas comisiones preparatorias, a las que podían asistir todos los integrantes del CEN que a bien lo tuvieran. No es cierto entonces, como dijo en los medios el senador Gustavo Petro, que a él se le negó toda oportunidad de intervenir en el proceso organizativo del evento. Participó él y participaron varios de sus voceros, tanto en las discusiones previas como en las del Comité Ejecutivo del POLO, donde fueron sometidas a discusión y aprobación final las propuestas de esa Comisión.

Quizás lo más debatido fue lo de las intervenciones en la plenaria de instalación. El “sector moderado”, como los denomina la prensa, exigía que en esa plenaria hablaran con igual tiempo, además del presidente del Polo, los doctores Lucho Garzón, Gustavo Petro y María Emma Mejía, por ser precandidatos presidenciales, olvidando que el Partido no ha reglamentado ni abierto la inscripción de nombres para esa eventualidad. La Comisión Organizadora y el Comité Ejecutivo aprobaron por amplia mayoría que esa plenaria tuviera una primera sesión con las intervenciones del doctor Carlos Gaviria y de doce de los representantes oficiales de las 35 delegaciones extranjeras, y que en seguida hubiera otra sesión en la que llevara la palabra un vocero por cada una de las doce primeras listas según los resultados de las elecciones internas del 26 de octubre. Después de amenazar por varios días con la no asistencia al evento, se transaron con que el senador Petro hablara primero y no segundo en esa sesión. Las otras propuestas de la Comisión Organizadora fueron aprobadas sin ningún problema.

Plenaria de instalación

Con cerca de dos mil asistentes, entre delegados e invitados especiales, se hizo la instalación. En la primera parte hubo las intervenciones acordadas: del doctor Carlos Gaviria y de las delegaciones fraternales extranjeras, entre las que destacamos a Luis Salvador, senador por Granada del Partido Socialista de España; Obey Ament, del Partido Comunista de Francia; Kjell Arne Arvedson, del Partido Socialdemócrata de Suecia; Jean-Jaques Kourliansky, del Partido Socialista de Francia; Hakki Keskin, del Parlamento Federal Alemán y del partido de la Izquierda Die Linke; Valter Pomar, del Partido de los Trabajadores del Brasil, PT; Fabio Marcelli, del Partido de la Refundación Comunista, de Italia; Paul-Emile Dupre, del Parlamento Europeo; Ricardo Patiño, ministro del Litoral de la Política de la República de Ecuador; un representante del Partido Socialista Unificado de Venezuela y Carlos Antelo, del Partido Comunista de Cuba, así como el saludo oficial del Cobierno de la República Popular China. En la segunda sesión habló primero el senador Petro, de la lista 19, y luego los voceros escogidos por cada una de las otras once listas. Todos abundaron en argumentos sobre las inmensas perspectivas del POLO para ser alternativa de poder frente al desbarajuste del uribismo y la galopante crisis mundial que aumentará el descontento popular contra los graves y viejos problemas que Colombia tiene por resolver. En ese sentido, el senador Jorge Enrique Robledo convocó a encarnar los intereses de las inmensas mayorías nacionales, desechando los cantos de sirena de quienes, con propósitos meramente electorales, invitan a avenirse con políticas uribistas.

El repudio al terrorismo

Como respuesta categórica a los tergiversadores de dentro y de fuera, que de tiempo atrás y mintiendo sin empacho se han dado a la tarea de vincular a los principales dirigentes del Polo con los grupos insurgentes, y a acusarlos de ser conniventes con las tropelías que por años vienen cometiendo esas organizaciones violentas, el doctor Gaviria definió en forma precisa la posición asumida por el Partido: se ha suscrito, dijo, “entre todos los sectores del POLO un acuerdo intangible e irrevocable: queda proscrito el empleo de las armas, o la adhesión a quienes las emplean, en la búsqueda de las hondas transformaciones que a nuestro juicio requiere la sociedad colombiana”.

Y agregó: “Lo establecido en el artículo 2 de nuestros estatutos, que en otro país o bajo otras circunstancias resultaría superfluo, entre nosotros cobra renovada vigencia pues las FARC y las demás organizaciones guerrilleras supérstites persisten en los genocidios, en los secuestros y en los más atroces crímenes de guerra, y de lesa humanidad, en función de propósitos brumosos que, por la forma como se buscan, ninguna persona de bien podría rescatar como altruistas”…“La guerrilla, digámoslo con claridad, con sus secuestros, genocidios y demás crímenes universalmente repudiados, ha abonado el terreno donde hoy florece un gobierno narcisista y mesiánico que por eso mismo necesita de ella para perpetuarse”.

Condenó, además, al gobierno porque “siguiendo los mismos caminos tortuosos de su contraparte, y mediante actos horrendos al margen de la moral y el derecho, se obstina en que en función de su política de seguridad todo se vale, incluso los `falsos positivos´, expresión eufemística usada para no llamar por su nombre los atroces asesinatos cometidos por miembros de la fuerza pública”.

El POLO frente al uribismo

Deslindando campos con quienes se oponen a una nueva reelección de Álvaro Uribe Vélez pero son condescendientes con quienes no ven mal buena parte de las políticas de éste, señaló: “Al proyecto del uribismo debemos oponernos con toda la fuerza dialéctica, pedagógica y democrática de que seamos capaces, condúzcalo quien lo conduzca, porque en él Uribe puede ser la cabeza más visible, pero hay a su lado pintorescos clones o caricaturas suyas, ansiosos de empuñar las mismas impúdicas banderas”.

Explicó que en contraposición al uribismo se debe impulsar un programa sólido, construido colectivamente en el marco del Ideario de Unidad, entre otros, con los siguientes puntos:

1. “Un cambio de modelo económico, que se compadezca con la necesidad de materializar y universalizar los derechos sociales fundamentales (salud y educación en primerísimo lugar…hoy la urgencia de abrogación del modelo neoliberal resulta corroborada por hechos de dimensiones mundiales”. Devolver al Estado la orientación de la economía.

2. Reforma al campo, que parta de la elemental exigencia de restituir a los desplazados la tierra de que han sido despojados brutalmente por los grupos armados irregulares y sus aliados, “los señores de la guerra”. Y “una revisión responsable, desde una óptica social de equidad de la ley 1152 de 2007, conocida como estatuto rural, y la implantación de un sistema impositivo que permita gravar progresiva y significativamente los feudos ociosos, que respete sin reservas los resguardos y las tierras sagradas de las comunidades indígenas y de los afrodescendientes y que haga de la defensa del ecosistema y de nuestra biodiversidad una meta prioritaria”.

3. Reforma tributaria estructural que satisfaga a plenitud el principio de progresividad establecido en la Constitución, como instrumento fiscal y, en primer término, como mecanismo redistributivo.

4. Política de pleno empleo con ingresos dignos para los colombianos como producto del ejercicio de un derecho y no conllevar una existencia precaria y miserable con limosnas repartidas por el caudillo a modo de favores que han de ser electoralmente retribuidos. Y restituir al trabajo y a los trabajadores la dignidad que les ha sido usurpada mediante leyes denominadas de flexibilización laboral mientras a los grandes inversionistas se les brindan toda clase de seguridades económicas y jurídicas.

5. Política de verdadera seguridad ciudadana que ratifique el derecho y el deber del Estado de ejercer la fuerza, que por definición es monopolio suyo, y el empeño de combatir a los grupos armados al margen de la ley, a la vez que garantiza el respeto escrupuloso de los Derechos Humanos y crea espacios idóneos para buscar soluciones políticas al conflicto armado.

6. Recuperar la soberanía del Estado, enajenada sin escrúpulos por el proyecto uribista, y reivindicar el ejercicio soberano del poder para rescatar la dignidad nacional.

Nuestro anhelo es alcanzable

Especial importancia brindó a las experiencias de varias naciones y pueblos de América Latina en los últimos años: “La conformación de gobiernos de izquierda democrática en América Latina tiene que ser ejemplo de que nuestros propósitos no son quiméricos. Que en Ecuador, Brasil, Venezuela, Bolivia, Uruguay y Paraguay, Chile y Argentina organizaciones y partidos políticos progresistas, con el apoyo decidido y valeroso de movimientos sociales populares, hayan llegado al gobierno con el proyecto inabdicable de construir sociedades democráticas, es un hecho que muestra de modo contundente, que la materialización de nuestro anhelo es ardua y desafiante pero alcanzable”.

Fue una forma pedagógica de decirles a los polistas que los peligros son grandes pero no desesperantes; que aunque las tareas son difíciles pues tenemos enemigos implacables y sin escrúpulos, lo que importa es estar seguros de que nos “atreveremos” a vencer; que si extirpan del cerebro todo lo que sea expresión de flaqueza o de impotencia, no se necesita buscar en otras partes lo que en el POLO se tiene.

No a la conciliación

El doctor Gaviria llamó al trabajo conjunto “con quienes compartan nuestro proyecto pluralista y pluriculturalista, incluyente, en el cual los derechos se universalicen y se materialicen, para que la comunidad que conforma el pueblo pueda ser beneficiaria de las ventajas que se derivan de una vida social civilizada y disfrute de un bien tan apetecible como la libertad, que hoy, sin duda, es privilegio de una élite afortunada”.

Pero precisó: “En lo que no podemos incurrir es en la contradicción de afirmar que también son bienvenidos quienes tienen proyectos contradictorios con el nuestro, pues esto equivaldría a aseverar que también son del POLO los que no son del POLO…He visto con preocupación que en ocasiones a la coherencia se la anatematiza como fundamentalismo”…”A quienes tienen proyectos diferentes al nuestro, o incluso opuestos a él, les extendemos la invitación amistosa a someter nuestras propuestas al veredicto popular sobre un acuerdo esencial e inamovible: el respeto más riguroso a las reglas que hayamos convenido, y el acatamiento a los resultados que se obtengan como culminación de un proceso intachable”.

Sin ambigüedad marcó en qué lado debe estar el POLO: “Hemos decidido que nuestra causa es la de los débiles, los marginados, los excluidos, las víctimas del conflicto, los desplazados –dentro y fuera de Colombia– y los que con mayor o menor conciencia del rumbo que lleva el país, tienen que sumarse a nuestra lucha dirigida a erradicar la miseria, a reducir la pobreza y a garantizar que no haya una sola persona excluida de la educación, de la salud, de la vivienda digna y de la alimentación congrua. Por eso los sindicatos, todos los trabajadores campesinos y urbanos, los maestros, los servidores de la justicia, los servidores públicos, los empresarios industriales y agrícolas relegados por el gran capital transnacional, que el gobierno protege por encima de los intereses nacionales, tienen que encontrar en el Polo Democrático Alternativo el partido que interprete sus necesidades y haga valer sus propósitos, como ingrediente indispensable para la construcción de una sociedad democrática, meta que sintetiza y justifica nuestra lucha”.

Búsqueda de acuerdos

Desde tiempo atrás, pero especialmente en los tres días del Congreso, las distintas tendencias políticas del POLO estuvieron buscando acercamientos sobre los principales temas: posiciones frente al gobierno, análisis de la crisis mundial, reforma de estatutos, ajustes al Ideario de Unidad, ratificación del rechazo al terrorismo y a la lucha armada como instrumentos para dirimir conflictos políticos, mecánica sobre selección de candidato presidencial del POLO.

Lo paradójico es que mientras el senador Petro llamaba a sus amigos a retirarse del Partido si no se satisfacían sus exigencias, el sector mayoritario del Congreso hacía los máximos esfuerzos para mantener la unidad organizativa, hasta el punto que en la plenaria final fueron aprobadas por unanimidad varias decisiones importantes: a). El POLO tendrá candidato propio a las elecciones presidenciales de 2010. b). La Dirección Nacional definirá el programa presidencial y los mecanismos de selección, incluyendo la consulta ciudadana abierta, si hay más de un candidato que llene los requisitos. c). Promover un gran acuerdo en contra del propósito de Álvaro Uribe de modificar nuevamente la Constitución para reelegirse. d). Reformar los estatutos bajando de 80% a 60% la mayoría calificada para decisiones especiales. e). Facultar a la nueva Dirección Nacional para hacer otras reformas estatutarias que considere convenientes.

Y si hubo de definirse por votos la designación de presidente y secretario general del Partido, los doctores Carlos Gaviria y Carlos Bula, una de las decisiones más importantes para cualquier organización, fue porque el senador Petro se empeñó en ello. Se aplica aquí un bello proverbio oriental: “Aunque el árbol prefiere la calma, el viento no deja de soplar”.

Compromiso político

“Yo ya he cumplido, bien o mal, mi ciclo dentro del Polo Democrático Alternativo. Alguien debe relevarme en la Presidencia y otra persona distinta de mí debe asumir la candidatura del Partido en las próximas elecciones presidenciales”. Esta frase del doctor Carlos Gaviria fue tomada fuera de contexto por Petro y algunos de sus amigos ocasionales, tanto para hacer sus cálculos electorales en el transcurso del Congreso como para sus desfogues posteriores a éste. Se llegó a hablar de falta de ética del doctor Gaviria.

Pero si alguien lee o escucha de nuevo el memorable discurso encontrará que él también dijo: “Ratifico mi lealtad al Partido cumpliendo el rol que las bases del POLO y las instancias competentes me asignen, que espero sea el que más anhelo, el de soldado sin galones”. La mayoría de los delegados le dijeron que verdaderos capitanes hay muy pocos, y que por tanto debía continuar como presidente del Partido.

Final a manera de guasa

El Espectador, uno de los medios más activos en sus desinformaciones sobre el POLO, publicó el 6 de marzo, en su página 6: “El senador Petro sigue insistiendo en que su lucha en el Polo Democrático Alternativo terminó”. Pero más adelante el senador agrega: “No me voy del POLO porque no quiero que miles de militantes entren en la disyuntiva de tener que salirse del partido”.

Como colofón podemos recordar la célebre copla: Esto dijo el armadillo subido en la palma de coco: Ni me subo ni me bajo ni me quedo aquí tampoco.