EL MOIR BAJO LA MIRA DE LA REPRESIÓN

La oleada represiva oficial que ha campeado durante los últimos meses en el país, ha procurado por todos los medios impedir las actividades de nuestro partido y golpear a sus militantes. Allanamientos, detenciones, golpizas y atropellos mil, se han vuelto cotidianos en contra de nuestros camaradas por toda Colombia. Las autoridades se han ensañado particularmente con Oscar Gutiérrez y Mauricio Jaramillo, presos en Manizales y Tunja respectivamente; pero no contentas con ello; han arremetido también contra los activistas de otros departamentos, han obstaculizado nuestras campañas de propaganda a favor del pueblo nicaragüense y procuran sabotear el Foro Nacional del Frente por la Unidad del Pueblo.
“Antisomocismo” a lo Turbay
Durante los meses de junio y julio, funcionarios de toda laya entrabaron las tareas de los Comités de Apoyo a Nicaragua Sandinista, impidiendo que fueran colocadas las casetas de recolección de solidaridad, y arrestando a varios compañeros. En Cúcuta, por ejemplo, Oswaldo Martínez, dirigente regional de la Juventud Patriótica, Esther Romero, Mario Castro y Roberto Robles, resultaron sometidos a interrogatorios y amenazados luego de su detención, cuando colocaban afiches exaltando la lucha del hermano pueblo centroamericano. También Bogotá, 12 activistas del MOIR, entre los que se encontraban los miembros del Comité Ejecutivo Nacional de Fecode, Héctor Fajardo y José Fernando Ocampo, fueron confinados en el F-2 por la misma causa, retenidos por varios días, reseñados, amedrentados, y algunos llevados a las caballerizas de Usaquén. Como lo expresó un comunicado del Comité Regional de Cundinamarca, el régimen de Turbay, “de puertas para afuera cacarea contra la dictadura somocista. Dentro del país, en cambio, los derechos del pueblo colombiano se pisotean brutalmente, y los verdaderos amigos de Nicaragua Sandinista paran con sus huesos en la cárcel”.

Abusos en Tolima y Antioquia
Entre los múltiples atropellos cometidos por la fuerza pública contra los moirisitas, vale destacar el caso de la región, aledaña a armero, que comprende las poblaciones de Falan, Palo cabildo, San Jerónimo y Casabianca, donde el ejército mantiene una rigurosa militarización. Allí, el dirigente de nuestro Partido, Guillermo Forero, fue apresado intempestivamente el pasado 24 de junio, y solamente puesto en libertad el 5 de julio, luego de que diversos sectores de la población así lo exigieran.

Otro de los casos que ha tenido resonancia nacional, lo constituyó la detención y condena a dos meses de cárcel de varios de nuestros compañeros en la Estación de Santiago Berrio, corregimiento de Puerto Triunfo, Antioquia. El 15 de junio, mientras adelantaban labores de solidaridad con diez familias de cultivadores pobres, que tres semanas atrás habían construido humildes ranchos en una franja de tierra baldía al lado de una carretera, cayeron presos Oscar Restrepo, concejal del Frente por la Unidad del Pueblo, FUP, su esposa, Ana Nora de Restrepo, Julio Bonilla, también militante del MOIR, y los campesinos Evelio Muñoz y Jaime Vizcaíno, quienes solamente salieron libres el 21 de agosto. Su detención, realizada por elementos del ejército y la policía, la instigaron los grandes terratenientes de la región, que alegan ser dueños de una franja de 10 metros que en realidad pertenece a la nación. Sin embargo, las autoridades, que les permiten a los potentados correr las cercas de sus ociosas tierras, arremeten contra las viviendas de as gentes humildes.

Sabotaje a Foro del FUP
El Comité Regional del MOIR en Risaralda denunció, el pasado 21 de agosto, el allanamiento de la residencia del dirigente de nuestro Partido y ex concejal de Pereira, Luis Enrique Arango, y su detención en el Batallón San Mateo, torvamente acusado de pertenecer a una guerrilla urbana. Pocos días más tarde, en Medellín, el militante Héctor Hoyos fue puesto en prisión por colocar murales anunciando la realización del III Foro Nacional del Frente por la Unidad del Pueblo, FUP, que tendrá lugar en Pereira el próximo 29 de septiembre.

Tales desafueros tienen por objeto, sin lugar a dudas, saborear el encuentro revolucionario, a pesar de que cuenta con permiso de las autoridades. Las fuerzas del FUP en Pereira exigieron y obtuvieron la pronta libertad de Luis Enrique Arango, y anunciaron que no nos intimidarán, que llevaremos a cabo victoriosamente el Foro, dando un paso más en la lucha contra el despotismo y el oportunismo, en otra demostración de que la violencia oficial no acallará al pueblo; lo lanzará al combate.