Por Francisco Cabrera
«Desde un principio Mockus dijo que no conocía la palabra negociación, que prefería la concertación, que él entiende de forma muy curiosa. El gobierno decide y las organizaciones de la comunidad participan sirviendo de mandaderos.
«Llama la atención el manejo que el alcalde hace del sofisma de la equidad. Planteó que las soluciones serían «en condiciones de equidad con el resto de la ciudad», como si el paro no hubiera sido el fruto de las aberrantes condiciones de inequidad en las que su gobierno subsidia a manos llenas a las multinacionales y a los monopolios de la construcción mientras despoja a los pobres.
«Lo que viene es un movimiento de mayor envergadura, en el que se entrelazarán más profundamente las luchas de los barrios con las de los sindicatos obreros contra la privatización y la de los vendedores ambulantes por el derecho al trabajo.
«Ya comenzó el proceso de unidad de los barrios ribereños para obligar a disminuir la ronda a cincuenta metros, como lo piensan hacer para los constructores de Engativá, según el director de Planeación, Alberto Villate. Igualmente vamos a defender la integridad de los barrios contra los desalojos que plantean los megaproyectos de la Administración Mockus.