El MOIR lamenta la desaparición del camarada Víctor Moreno: «TUS BANDERAS SEGUIRÁN ONDEANDO»: JORGE SANTOS

Rodeado de centenares de banderas rojas, de esas mismas que tus hábiles manos elaboraban para que orgullosos las empuñaran tus compañeros de toda la vida, te devolvemos a la tierra como culminación de un brillante periplo de 27 años defendiendo las ideas de la clase obrera, expandiéndolas por toda Colombia, enseñando con tu ejemplo las virtudes de un comunista.

Perteneciste a la primera generación de dirigentes obreros que hizo suya la gigantesca tarea, propuesta por Francisco Mosquera, de construir el partido de los proletarios en nuestro país. En 1971 asumiste con valor las consecuencias de tu compromiso con los trabajadores de Indupalma, y el efecto de la represión que soportaste, fue templar el acero de tu personalidad y ganarte para la causa revolucionaria el respeto y el cariño de miles de obreros y estudiantes.

Participaste de nuestra primera «gran marcha» hacia el campo, siempre en la vanguardia del Partido, y la Serranía de San Lucas fue testigo de tu gesta. En Montecristo, sur de Bolívar, por siete años, adelantaste las tareas de la organización campesina y cooperativa, construiste partido en una zona vital de la geografía patria, hasta que los cambios políticos desfavorables llevaron allí a sectores que a la fuerza impusieron su hegemonía.

La forzosa retirada te colocó de nuevo en el centro del país. Fácilmente, como lo sabías hacer, te integraste a los trabajadores de la economía informal a quienes aportaste tus luces y tu experiencia. Abrazaste entusiasmado la tarea de construir, con otros sectores sindicales, una central obrera democrática y consecuente. La CTDC te contó entre sus fundadores y cuatro años más tarde, en medio de la alegría por la victoria de los trabajadores de Telecom, fuiste de los portadores de la buena nueva, el nacimiento de la CGTD, como fruto del proceso unitario más importante en la historia del sindicalismo colombiano.

Jamás te intranquilizaste cuando el cielo se oscurecía y se desataban las tormentas internas. Fuiste el más fraternal, pero tu olfato de clase percibía con facilidad de dónde provenían los malos olores y. por ello siempre cerraste filas al lado de las posiciones más avanzadas. En ese terreno tampoco perdías la paciencia, pero eras implacable en la crítica, si de principios se trataba.

Camarada Víctor Moreno: fuiste de los mejores, fuiste un comunista. Tu vida y tu lucha serán enseñanzas que recogerán miles y miles de revolucionarios para hacerlas inmortales.

¡Hasta siempre, camarada Víctor Moreno!