El 8 de octubre del presente año se levantó el paro que desde el 14 de septiembre adelantaban los trabajadores de los Ferrocarriles Nacionales. Después de un movimiento en que la unidad alrededor de la dirección sindical y la firmeza fueron los aspectos más destacados, los ferroviarios alcanzaron los objetivos planteados en su plataforma de lucha. Es éste el primer cese total de actividades que realizan, tras liberarse en agosto de 1980 de la coyunda de la central gobernista CTC.
Bajo la dirección del comité ejecutivo del Sinatrafer, presidido por Santander Orellanos, los trabajadores paralizaron durante 25 días los trenes. Finalmente lograron que la empresa se comprometiera a pagar la totalidad de los salarios adeudados y el retroactivo pactado convencionalmente. Consiguieron igualmente dotaciones de overoles y calzado, el traslado de ciertos jefes por sus actitudes deshonestas y despóticas, la cancelación de los dineros retenidos a los organismos de prevención social del Ferrocarril y la normalización de la asistencia médica. Finalmente pactaron que la empresa no tomaría represalias ni descontaría el salario correspondiente a los días de paro.