El miércoles 19 de octubre de 1983 se efectuó, en las instalaciones del Centro de Convenciones «Gonzalo Jiménez de Quesada» de Bogotá, el Primer Foro de los centros de estudio de los partidos sobre Centroamérica, el cual contó con la asistencia de cerca de un millar de personas. El evento, cuyo objetivo era respaldar «el derecho de autodeterminación e independencia nacional de los pueblos centroamericanos», fue convocado por Carlos Lemos Símmonds, a nombre del Centro de Estudios y Análisis de «Consigna»; Andrés Pastrana Arango, de la Fundación Simón Bolívar; Juan Diego Jaramillo, presidente del Concejo de Bogotá; Ernesto Samper Pizano, del Instituto de Estudios Liberales, y Diego Betancur Álvarez, del Centro de Estudios del Trabajo, Cedetrabajo. El texto de la convocatoria al Foro contiene los siguientes considerandos: «Los suscritos institutos de estudio, representativos de las distintas corrientes políticas del país, conscientes de que: 1) La región centroamericana se ha convertido en el epicentro de profundas confrontaciones que afectan el equilibrio mundial; 2) que en dicho escenario se encuentran enfrentados los intereses de las dos superpotencias, Estados Unidos y la Unión Soviética; 3) que sobresalen en esta confrontación el carácter agudamente represivo y subordinado a intereses foráneos de los regímenes del área, y 4) que Colombia no es ajena a los acontecimientos que azotan la zona centroamericana».
Durante el acto hicieron uso de la palabra Diego Betancur, quien se desempeñó como coordinador; Rafael Nieto Navia, director del Centro de Estudio Colombianos; Álvaro Tirado Mejía, secretario de asuntos internacionales del Partido Liberal; Enrique Parejo González, senador del Nuevo Liberalismo; Francisco Mosquera, secretario general del MOIR, y el ex canciller Carlos Lemos Simmonds. Clausuró la asamblea Ernesto Samper Pizano.
Al instalar el Foro, Diego Betancur explicó que «si bien nos mueve la voluntad indeclinable de solidarizarnos con la lucha de los pueblos de Centroamérica contra su viejo enemigo, el imperialismo norteamericano, lo que más nos interesa es lograr la expresión del mayor número de voces para denunciar la camuflada agresión de la otra superpotencia, la de Oriente, contra los países de la franja central del Continente». Más adelante Betancur fustigó «la posición de algunos gobiernos latinoamericanos que, no obstante sus trinos independentistas, se prestan de hecho para reforzar la vieja situación neocolonial a que los tiene sometidos el imperialismo norteamericano, sin perder, de otro lado, la ocasión de coquetear y hacer el juego a los satélites de Moscú».
«Centroamérica constituye la más grave amenaza para la estabilidad interna del país», señaló Rafael Nieto Navia, presidente del Centro de Estudios Colombianos, en su intervención. Tocó varios aspectos de la crisis como reflejo de la confrontación Este-Oeste, en virtud de que allí se han dado las condiciones para el conflicto, habida cuenta del respaldo interesado de uno de los bloques a los sandinistas y por la vigencia de otras dictaduras oprobiosas al estilo de la del derrocado Ríos Montt, y de democracias débiles cual las de Honduras v Costa Rica.
Álvaro Tirado Mejía caracterizó la situación centroamericana en términos de ausencia de democracia y profundas desigualdades sociales y económicas, amén de que históricamente la región ha sido víctima de intervenciones, especialmente norteamericanas. Se mostró partidario de implantar un régimen democrático en Guatemala y de una solución negociada en El Salvador. Afirmó que «en Nicaragua no debe haber intervención de las potencias y se debe dar cabal aplicación al concepto de la libre autodeterminación de los pueblos».
Por su parte, Enrique Parejo González se mostró vivamente preocupado por las contradicciones centroamericanas y confió en que el proceso de Contadora servirá para impulsar soluciones pacíficas en el área. Asimismo, se opuso a la intromisión de las grandes potencias en los problemas de las naciones del área.
Carlos Lemos Simmonds calificó la empresa del Grupo de Contadora como «una lírica ilusión y advirtió que, desde cuando empezó a actuar, no han disminuido las matanzas ni los enfrentamientos. Además, expresó, Contadora no podrá tener resultados prácticos, puesto que quienes tienen poder de decisión en el conflicto son las superpotencias. Añadió que la Unión Soviética no está interesada en la paz de Centroamérica, ya que dicha crisis representa un grave problema para los Estados Unidos.
En su intervención de cierre del Foro, Ernesto Samper Pizano encomió la iniciativa tomada por Diego Betancur y Cedetrabajo al convocar un evento como éste, con un carácter amplio, donde se puedan discutir problemas que interesen realmente a los colombianos.