Los resultados de los comicios del pasado 26 de febrero, que con tanto despliegue y con tanta algarabía han destacado los voceros de los poderosos, mostraron nítidamente la profunda crisis en que se debate la coalición liberal – conservadora gobernante. Tal como estaba previsto, las elecciones últimas se constituyeron en el carnaval de la compra de votos, el despilfarro de fondos públicos para financiar campañas de politicastros, del caciquismo y de la coacción sobre las masas de electores, todo con el patrocinio del régimen lopista. Los grupos de los partidos tradicionales que no contaron con el soporte del Estado perdieron la contienda, como ocurrió con el pastranismo y el llerismo.
No obstante todo lo anterior, las fuerzas que integran el Frente por la Unidad del Pueblo lograron sobrepasar la cifra de 60.000 sufragios a nivel nacional. El FUP obtuvo votación en más del 50% de los municipios colombianos, lo cual refleja la extensión del trabajo revolucionario desplegado por la militancia del Frente. Los cuadros, los candidatos y los amigos del FUP libraron una dura y desigual batalla contra la represión oficial, que se dejó sentir con violencia en varias regiones, y contra las prácticas electorales corruptas de las castas dominantes.
Significativos avances
A pesar de las tendenciosas irregularidades en el suministro de datos por parte de la Registraduria Nacional, y de las informaciones amañadas de la gran prensa, que buscaba a toda costa confundir a la opinión pública y ocultar los verdaderos resultados de la izquierda, podemos afirmar con certeza que más de 60.000 compatriotas respaldaron al FUP con su voto limpio de presiones y chantajes, en más de 500 municipios en los cuales presentamos listas.
Las votaciones obtenidas en los campos y en las regiones de trayectoria revolucionaria se destacan dentro de las cifras generales a favor del FUP. Señalamos a continuación algunos de los sitios en los que nuestra coalición recibió el apoyo de las masas trabajadoras.
En Bogotá y Cundinamarca, con cerca de 15.000 sufragios, fueron elegidos Álvaro Bernal Segura, a la Cámara; Avelino Niño a la Asamblea; y José Jaramillo Giraldo, al Concejo del Distrito. Así mismo, el FUP alcanzó nutridas votaciones en Facatativá, Soacha, Machetá y varios municipios de la Sabana.
En Apartadó, Zaragoza, Puerto Berrío, Itagüí, Andes, San Luis, Abejorral, Sabaneta y Cocorná, en Puerto Asís y Tumaco; en Pasto e Ipiales; en la Dorada y Puerto Boyacá, en Magangué, Achí, María La Baja y San Martín de Loba, en Valledupar y Codazzi, en Magajual, San Pedro y Palmito; en Cartago y Ansermanuevo, en Restrepo y Cabuyaro, en Málaga, Barrancabermeja y Landázuri; en Caucacia; en Neiva y Campoalagre, en Anserma, La Virginia y Dosquebradas, en Aracataca y el Difícil; en Yopal, Sogamoso y Pachavita; en Casabianca y Piendamó, en el Chocó y en Caquetá, los candidatos del Frente por la Unidad del Pueblo fueron acogidos por amplios sectores populares. En general, más de 50 dirigentes del FUP resultaron elegidos para concejos municipales en todo el país, lo que significa un gran paso adelante en el proceso de arraigo entre el pueblo por parte de las organizaciones que componen el Frente.
Persecución al FUP
Los avances conquistados en la campaña se lograron en medio de la represión de la Policía, el Ejército y los gamonales contra nuestros activistas. En las semanas que precedieron al 26 de febrero, cayeron víctimas de matones a sueldo tres dirigentes campesinos del Movimiento Nacional Democrático Popular (MNDP). Se trata de Wenceslao Lozano, muerto el 29 de enero en Coyaima, Tolima; Cristóbal Báez, el 11 de febrero en Vistahermosa, Meta, y Felipe Márquez, candidato del FUP al Concejo de Majagual, Sucre, el 9 de febrero.
Además, los candidatos a los concejos de Puerto Berrío y Apartadó estuvieron presos el día de las elecciones; en Zaragoza y Segovia; los militantes del FUP recibieron amenazas de muerte del ejército, a menos que abandonasen esos municipios durante la campaña; en La Virginia, la policía arrestó a cuatro activistas del Frente, el mismo 26 de febrero, en Caquetá, la tropa impidió que las masas campesinas votaran en varios corregimientos y veredas.
Estos datos, escogidos entre muchos, muestran a las claras las enormes dificultades y aun los heroicos sacrificios que realizaron los cuadros y dirigentes del FUP para poder llevar a cabo entre el pueblo la campaña electoral revolucionaria.
Percances del Partido Comunista
Con obstinación digna de mejor causa, el Partido Comunista, parapetado detrás de la UNO, su organismo de bolsillo, se empeñó en interferir el proceso unitario que encarna el Frente por la Unidad del Pueblo. En sus ansias por barrer de la arena política al FUP, el mamertismo recurrió a sus mejores cartas; impulsó una táctica divisionista en el seno de la ANAPO; empapeló las paredes con cientos de miles de afiches en los que aparece Julio César Pernía a la diestra de Fidel Castro, distribuyó volantes afirmando que “los que hicimos el paro del 14 de septiembre votaremos por la UNO”, ofreció viajes alrededor del mundo; especuló con Provivienda, y mil artimañas más.
Sin embargo, la política antiunitaria y tortuosa del PC fracasó de cabo a rabo. El Partido Comunista no alcanzó los progresos electorales sobre los que tanto cacareó antes del 26 de febrero. De poco le valieron las calumnias proferidas contra el MOIR y el FUP a raíz del paro cívico y su disposición a pactar alianzas. Inescrupulosas, como por ejemplo, la que firmara con el autodeterminado FILA de Santander que respaldaba abiertamente la candidatura del señor Turbay Ayala. Una vez más quedó plenamente demostrado que quien adelante en Colombia una estrategia contraria a la unidad de los oprimidos contra los opresores, está condenado al fracaso y sus maniobras no lograrán abrirse camino entre el pueblo.
La batalla continúa
El FUP salió airoso del combate de febrero. Sus contingentes se ven engrosados día a día, y actualmente afronta con éxito la tarea de la campaña presidencial, con el compañero Jaime Piedrahita Cardona a la cabeza. Como lo dijera el candidato del Frente por la Unidad del Pueblo en declaración pública del 3 de marzo: “mi candidatura presidencial, propuesta y aclamada por varios partidos opuestos al régimen vigente, sigue adelante como una proclama de resistencia en el combate revolucionario. No abrigamos ilusiones electorales de ninguna especie. Recorreremos de nuevo el país de sur a norte y de oriente a occidente llevando la palabra de la revolución, organizando a las masas, apoyando las luchas de los explotados y sojuzgados, aliándonos con las corrientes democráticas y patrióticas de todas las denominaciones y denunciando los crímenes de los traidores a Colombia”.
Por otra parte, el Comando Ejecutivo Nacional y el Consejo Político de ANAPO, reunidos en sesión extraordinaria el 15 de marzo, expidieron una resolución en la que se afirma que “el compañero Jaime Piedrahita Cardona es el candidato elegido por la ANAPO para el próximo debate presidencial, escogido en forma clara y autónoma y que cuenta con el apoyo de otras fuerzas políticas”. Firman, Álvaro Bernal Segura, Germán Gutiérrez Arroyo, Jaime Jaramillo Panneso, José Roberto Vélez, Gabriel Darío Londoño, Alirio Mendieta, Miguel Niño, Camilo González, Ángel Gutiérrez y Fortunato Castañeda.
Votación del FUP
DEPARTAMENTO VOTOS
Antioquia 7.750
Atlántico 1.065
Bolívar 3.500
Boyacá y Casanare 2.200
Caldas 2.900
Caquetá 870
Cauca 1.369
Cesar 2.500
Cundinamarca 14.600
Córdoba 1.800
Chocó 250
Guajira 710
Huila 900
Magdalena 1.433
Meta 1.150
Nariño 3.230
Norte de Santander 605
Putumayo 441
Quindío 727
Santander 3.200
Risaralda 2.500
Sucre 2.700
Tolima 1.300
Valle 5.842
Total 63.542