La Superintendencia bancaria multó el pasado mes de agosto a la Caja de Crédito Agrario, Industrial y Minero, al descubrirse un “autopréstamo” que hizo, con el dinero de la institución, el ex ministro de Agricultura, Álvaro Araujo Noguera, cuando ocupaba la Gerencia General. El cómplice de tal “operación fue el subgerente administrativo, Hugo Mazuera Herazo, quien hoy pretende, desde el más alto cargo de la entidad, culpar a los trabajadores del descalabro de la misma.
Mazuera inició una peregrina cruzada de “rescate de la economía” de la Caja que consiste en que los asalariados se “aprieten el cinturón” y no reclamen sus derechos. Esto cuando el 75% del personal a su servicio gana menos de $4.500, “la peor remuneración de una institución bancaria en el país”, según la expresión de un directivo sindical.
So pretexto de una “poda de cargos burocráticos”, el actual gerente ha desencadenado una furiosa represión, cancelando el contrato a alrededor de 500 compañeros en menos de 6 meses. Ha violado sistemáticamente la convención colectiva pactada el 27 de mayo último, recortando los incentivos de localización a los trabajadores que desempeñan sus labores en regiones difíciles, desconociendo el reajuste de viáticos – medida que afecta gravemente a los inspectores agropecuarios – rebajando arbitrariamente los niveles de salarios e irrespetando permanentemente el régimen promocional establecido. No satisfecho con estas medidas, Mazuera Herazo, en su desaforada campaña por destruir el sindicato, ha tomado represalias contra dirigentes y activistas, expulsando, por ejemplo, a dos asesoras de la pasada convención, a dos miembros de la junta directiva de la seccional de Nariño y al tesorero de la seccional de Bolívar. Los tres últimos cobijados por fuero sindical.
Macartismo patronal
Ante la protesta contra sus desafueros, y ante su incapacidad para resolver los problemas laborales, Mazuera, con el apoyo de la gran prensa, ha pretendido encubrir el escándalo ocasionado por los oscuros manejos del presupuesto, posando de víctima inocente de los que él ha llamado “una intromisión violenta del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) en la acción sindical”. Mientras tanto, el ex viceministro de Agricultura, formuló graves cargos contra el presidente de Sintracreditario, compañero Rafael Conde, contra el presidente de la Junta Directiva de la seccional de Cundinamarca, Ángel Peñuela y contra varios dirigentes sindicales más del Huila, Tolima, Risaralda y Caquetá, recurriendo para ello al macartismo y la calumnia.
Los trabajadores de la Caja Agraria manifestaron su protesta por esta campaña ruin y policiva desatada por las fuerzas patronales. Reiteraron su firme propósito de defender la organización sindical, y continuar desenmascarando la política de utilizar a la Caja Agraria como palanca de los organismos financieros del imperialismo, con la cual se viene perjudicando sensiblemente al campesinado colombiano, a través de préstamos esclavizantes que no solamente impiden su desarrollo, sino que acabarán por arruinarlo.