El pasado 11 de octubre, se realizó una rueda de prensa con el compañero Jaime Piedrahita Cardona, candidato presidencial del Frente por la Unidad del Pueblo. En el acto que se efectuó en la sede del Círculo de Periodistas de Bogotá, Piedrahita Cardona analizó el desarrollo del proceso unitario del FUP, explicó su programa nacional y democrático y refrendó la decisión del Frente de comandar los embates de las masas descontentas contra los resquebrajados cuarteles de la oligarquía liberal-conservadora. Posteriormente, el candidato revolucionario contestó las preguntas de los periodistas.
Alianza antiimperialista
La primera parte de la intervención de Piedrahita estuvo dedicada a pormenorizar los hechos que dieron origen al FUP. “He de empezar – afirmó – diciendo que desde hace mucho tiempo en Colombia no había logrado conformarse una coalición de fuerzas revolucionarias y de la oposición como la que configura hoy el Frente por la Unidad del Pueblo. En efecto, algo de gran importancia y de consecuencias de largo alcance se está gestando en el agusanado vientre de esta anciana sociedad, capaz de producir las condiciones necesarias como para que partidos de mayor o menor heterogeneidad ideológica y política, cuya coincidencia sustancial es la lucha común contra los principales enemigos de nuestro pueblo, hayan resuelto unirse. Dichas fuerzas son, como es sabido, la ANAPO, el MOIR, el MIL, el MNDP, el MAC y los CDPR. Seis organizaciones que, sin lugar a dudas, constituyen una fuerza decisiva, sino la mayoría del movimiento revolucionario colombiano. Esta alianza de partidos y sectores revolucionarios y de izquierda, inicialmente integrada por las agrupaciones mencionadas, no se ha conformado como un círculo cerrado y excluyente con relación al resto de movimientos revolucionarios y populares hoy existentes o que aparezcan en el futuro. Todo lo contrario. Nuestra misión y aspiración máxima es que a ella ingrese la mayoría de nuestros compatriotas.
Impulso a las luchas populares
Sobre el papel jugado por el FUP en las últimas manifestaciones de descontento popular, el candidato dijo: “Prestamos apoyo resuelto a las luchas de las masas asalariadas, entre las que sobresalen las de los educadores y obreros petroleros, cuyo más antiguo y apreciado dirigente, Diego Montaña Cuéllar, es uno de los forjadores del Frente. ¿Y qué decir de la magnífica y grandiosa batalla librada por el pueblo colombiano, y el de Bogotá en particular, durante el Paro Cívico Nacional del pasado 14 y 15 de septiembre? Al lado de las masas sublevadas, detrás de sus barricadas, en los alzamientos callejeros ocurridos, estuvieron los destacamentos de todos los partidos de nuestro Frente”.
Independiente de todo poder foráneo
Con relación a las circunstancias que han determinado que las fuerzas distintas de la coalición gobernante vayan divididas a la próxima contienda electoral, Piedrahita Cardona expresó: “Contrasta la actitud asumida por el Partido Comunista con las gestiones hechas por las fuerzas del FUP para lograr la unificación de todos los grupos de izquierda. Empezó por rechazar sin justificación valedera la invitación hecha por ANAPO al primer foro de los partidos revolucionarios y de oposición del pasado 18 de febrero. Exigió como una condición previa para ingresar al frente revolucionario, el apoyo irrestricto al régimen cubano y, por consiguiente, al bloque de Estados dentro del cual se alinea internacionalmente Cuba, o sea, el presidido por la Unión Soviética. Como quien dice, para ser revolucionario en Colombia, para luchar contra la dominación extranjera norteamericana, se requiere primero, a juicio del Partido Comunista, alinearse al lado de la Unión Soviética”.
Posteriormente subrayó: “En suma, es un criterio unánime de los partidos que conformamos esta alianza revolucionaria, que tanto el Frente como el futuro Estado revolucionario de nuestro país, sean realmente independientes de todo centro de Poder foráneo”.
El candidato del Partido Comunista
Jaime Piedrahita desenmascaró la táctica de quienes se han levantado rabiosamente contra la unidad: “El Partido Comunista ha pretendido inflar el globo de una falsa candidatura anapista y, no contento con ello, ha tachado mi candidatura de divisionista. Flaca memoria la del improvisado candidato que se ha prestado a este triste juego. ¿Acaso se ha olvidado el señor Pernía que cuando él pertenecía a la dirección nacional de mi partido aprobó la proclamación de mi candidatura, primero el 11 de diciembre de 1976 en el IV Congreso de ANAPO y después la ratificó en comunicado público el 16 de marzo de 1977? Contra estos hechos evidentes, ¿cómo podrá él convencerse y convencer a los demás de que fue él y no yo el proclamado candidato por ANAPO, si todo el mundo sabe que su candidatura data de la reunión del Partido Comunista del 6 de agosto de 1977?”.
El despotismo oficial
A continuación, el candidato unitario se refirió al actual régimen presidido por Alfonso López: “El gobierno ha legislado y hecho legislar al Congreso sólo para recortar más y más los derechos democráticos de reunión, expresión y movilización de las masas, y los de huelga y contratación colectiva de la clase obrera. Al mismo tiempo da dentelladas una y otra vez contra las más sentidas reivindicaciones populares como vivienda, asistencia médica, educación y servicios públicos. Desalojos de barrios enteros ejecutados a culata y bolillo: hospitales paralizados, universidades, escuelas y colegios cerrados por falta de financiación pública; extensas zonas de ciudades y poblaciones sin transporte urbano adecuado, sin servicios de luz y agua potable; millones de colombianos en el campo en condiciones infrahumanas de vida. Tal es el desolador panorama que ofrece el país”.
Programa nacional y democrático
El candidato del FUP finalizó: “¿Qué va hacer el Frente por la Unidad del Pueblo en las próximas elecciones? Preparar más al pueblo colombiano para el camino revolucionario. ¿Cómo? Sosteniendo en todas partes que el desarrollo del país y los grandes problemas nacionales no tienen salida en el actual marco de la dominación extranjera norteamericana, sustentada en los gobiernos liberal-conservadores. Que la única solución es la revolución y que esta significa conquistar la independencia del país, nacionalizar los grandes monopolios colombianos y extranjeros, confiscar los grandes latifundios y repartirlos entre los campesinos que trabajan la tierra. Que todo ello supone sustituir el actual Estado oligárquico por un Estado nuevo, democrático y revolucionario de obreros, campesinos, pequeños y medianos industriales y comerciantes, y de todas las gentes patrióticas”.