(extractos)
De Antonio Restrepo
Se observan serias dificultades, síntomas de crisis, que oscurecen el panorama político y que crean condiciones, y en esto estamos de acuerdo con los compañeros del MOIR, inmejorables para la revolución colombiana.
Mientras las clases dominantes navegan por aguas borrascosas, en el movimiento obrero y popular se perfilan cada vez con mayor nitidez los matices que han de señalar los destinos futuros de la patria. Y el momento es importante porque están en juego cuestiones fundamentales, decisivas. El futuro depende en gran parte de la forma como los revolucionarios sepamos resolver nuestro comportamiento concreto en la presente coyuntura social. Está en juego el problema de si logramos echar para adelante el movimiento obrero que sepa acaudillar a los millones de masas hacia la conquista de la libertad, hacia la conquista de una vida mejor y hacia la conquista del socialismo.
Creemos que las fuerzas democráticas, las fuerzas socialistas y todas aquellas fuerzas comprometidas en un cambio radical, deben llegar a acuerdos de lucha, a acuerdos tácticos para el enfrentamiento del régimen. Esta cuestión la hemos venido precisando, por cuanto somos una formación política que ayer desconocía la importancia de estos eventos, que ayer no más se marginaba de las luchas directas y pensaba que las luchas democráticas eran una traición a la revolución, al paso que nos negábamos también a luchar por el socialismo en forma práctica y directa. Hemos venido comprendiendo que el eslabón al que hemos de asirnos es el de las luchas por los derechos democráticos y por las necesidades sentidas, vitales e inmediatas del pueblo colombiano, para depositar allí, para plasmar en esa lucha, nuestros ideales para forjar una Colombia socialista.