«HA LLEGADO LA HORA DE LA UNIDAD»

(extractos)

De Diego Montaña Cuéllar

Compañeros, la hora de la izquierda ha llegado. La revolución no es un problema de días ni de meses, pero hay algo que es necesario precisar y que ya ha sido expuesto por los dirigentes de los movimientos que integran este Foro. El país no atraviesa, simplemente, por una depresión económica. Depresiones económicas ha habido muchas. No es simplemente la miseria, la penuria y el hambre que invade los hogares de las clases trabajadoras. Hace tiempo están instaladas en Colombia la miseria, la penuria y el hambre. Es algo mucho más grave. Lo que ocurre es que se resquebraja profundamente todo el sistema. Es que hay una crisis de fondo del sistema y de la sociedad burguesa que se expresa en Colombia en la ineptitud de las clases dirigentes para seguir gobernando el país. Por eso, compañeros, la hora de la izquierda ha llegado.

Esforcémonos por conducir esta unidad popular hacia su término. Tenemos grandes baluartes; tenemos la Alianza Nacional Popular, que ilumina con esa claridad interior ese vigía de la revolución colombiana que es José Jaramillo Giraldo. Tenemos un gran capitán con Jaime Piedrahíta Cardona que mantendrá la nave de la unidad popular sin exponerla jamás a los vaivenes del oportunismo, dirigiéndola dentro de la ecuanimidad, dentro de la unidad nacional. Tenemos a parte de los grupos socialistas que tanto han hecho por el desenvolvimiento de la conciencia política de la clase obrera. Y tenemos, además al Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, esa gran fuerza que ha abierto para amplios sectores la perspectiva de la lucha revolucionaria.

Aquí falta el Partido Comunista, es cierto. Yo quiero decirles a ellos, con la autoridad que me da la gran admiración que siento por sus bases y por todas sus luchas libradas, que todos los comunistas tenemos la obligación de cumplir el mandato contenido en él capítulo segundo del Manifiesto comunista. Los comunistas no podemos tener posiciones que oponer a los intereses del proletariado. Los comunistas no tenemos programa diferente de los programas de liberación de la clase obrera. Los comunistas no podemos distinguirnos por privilegios sino por la demostración que hagamos en el proceso revolucionario de ser los más modestos, los más abnegados, los más resueltos.

Estoy seguro que las bases del Partido Comunista comprenderán que esta es una unión generosa que no excluye a nadie, que no veta a nadie, pero que no permite vetos contra nadie, esta unión no le resta a nadie posibilidades de demostrar cuál es su superioridad revolucionaria. Pero hay que hacerlo es participando en el proceso que se inicia. Yo creo que los Camaradas del Partido Comunista vendrán. Y vendrán porque, como lo decía con gran exactitud Francisco Mosquera, este proceso que se inicia es el comienzo de la construcción de la necesaria unidad para conducir al pueblo colombiano a la revolución democrática y luego al socialismo.

Estamos en los umbrales de un gran movimiento nacional. Estamos ante la posibilidad, real y concreta, de aislar a las clases dominantes. Así como antes el sectarismo y el dogmatismo nos han aislado, hoy, a partir de esta noche, y luchando contra el sectarismo y el dogmatismo, podemos unificar alrededor de la clase obrera a todas las fuerzas nacionales colombianas y podemos aislar a la oligarquía dominante.