La multitudinaria manifestación realizada en Bogotá fue el resultado de un acuerdo político entre varias organizaciones y partidos que unificadamente convocaron al pueblo bogotano a festejar el día de la clase obrera y a reafirmar su voluntad de combate contra el imperialismo norteamericano y su gobierno lopista de hambre, demagogia y represión. El Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR), el Partido Comunista, la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC), el Movimiento Amplio Clombiano, La Unión Revolucionaria Socialista y sectores de izquierda de la ANAPO realizaron el grandioso acto unitario del primero de mayo.
Con el objeto de interferir la celebración del día de los trabajadores, el gobierno puso en marcha un plan de intimidación, sabotaje y represión. La amplitud del trabajo cumplido por las organizaciones, la iniciativa desplegada por las brigadas de propaganda y la acogida que el pueblo le dio a los llamados al combate echaron por tierra las maniobras oficiales y garantizaron la nutrida asistencia a la concentración.
Las masas cumplieron la cita en La Hortúa. Poco a poco fueron agrupándose los efectivos de cada una de las organizaciones participantes hasta formar una abigarrada multitud lista para iniciar la marcha. Cuando el desfile, encabezado por las distintas delegaciones sindicales de la CSTC, se aprestaba para marchar, hicieron su aparición más de veinte buses repletos de manifestantes que agitaban banderas del MOIR y vivaban consignas revolucionarias.
Al pasar el desfile frente al comando nacional de la ANAPO, donde numerosas personas celebraban un acto conmemorativo del primero de mayo, se produjo un fraternal y emocionado intercambio de saludos.
Una gran muchedumbre se agolpó al paso del desfile respondiendo con entusiasmo las consignas unitarias agitadas por los manifestantes: “Viva la unidad revolucionaria del pueblo colombiano!”, “Abajo el imperialismo yanqui!”, “Abajo el gobierno lopista de hambre, demagogia y represión!”, “Viva la victoria de Viet Nam y Camboya!”, “Viva el internacionalismo proletario!”.
La plazoleta de la Gobernación de Cundinamarca y las bocacalles de la Avenida Jiménez con carrera séptima fueron colmándose rápidamente de manifestantes. Se destacaba sobre esa nutrida multitud revolucionaria, calculada por la gran prensa entre cuarenta y setenta mil personas, un bosque de banderas del MOIR y del PCC, murales alusivos a la victoria de los pueblos de Viet Nam y de Camboya y gigantescos afiches de Ho Chi Minh, el Che Guevara y otros héroes revolucionarios.
Llevaron la palabra por la CSTC, el compañero Gustavo Osorio; por el MOIR, el camarada Francisco Mosquera; por el Partido Comunista, el compañero Gilberto Vieira; por la Unión Revolucionaria Socialista, Humberto Molina; por la ANAPO, Jaime Piedrahita Cardona y por el Movimiento Amplio Colombiano, Gilberto Zapata Isaza. Todos los oradores coincidieron en hacer un fervoroso llamado al pueblo colombiano a combatir sin tregua a sus tradicionales enemigos y a prestar su solidaridad con los pueblos oprimidos del mundo.
Una vez concluídas las intervenciones, millares de gargantas entonaron “La Internacional”, el himno universal del proletariado, cerrando este acto del primero de mayo, otra victoria espléndida de las fuerzas revolucionarias.