MOVIMIENTO AMPLIO COLOMBIANO -MAC- ; Bogotá, junio de 1975.
La implantación del Estado de Sitio ordenada por el gobierno de López en tres departamentos del país, le entregó al Ejército el control total en ellos de las garantías individuales, restableció los criminales Consejos de Guerra contra el pueblo y como recompensa por sus acciones anti-populares le permite a las Fuerzas Armadas gozar de gajes especiales de orden burocrático.
De ahí que el Estado de Sitio sea una nueva amenaza para el futuro de las libertades del pueblo colombiano y una afirmación reiterada del carácter reaccionario y falangista del gobierno del señor López Michelsen y su grupo de colaboradores que, representando la coalición liberal-conservadora frentenacionalista, se ha fusionado en la más desvergonzada alianza al servicio de la reacción y del imperialismo norteamericano.
Ya afirmamos que la crisis reciente de las fuerzas armadas no ha obedecido a ninguna contradicción de tipo ideológico entre derechistas o izquierdistas que no existen ni se han evidenciado en ningún momento en el cuerpo militar. El país conoce bien la trayectoria de elevadas unidades de los altos mandos, especialmente la del general Valencia Tovar, ex-comandante contra-guerrillero que persiguió con saña a los campesinos y dirigió la muerte del Padre Camilo Torres que luchaba por el pueblo en las montañas de Santander y rescata como timbre de honor haber hecho parte de las fuerzas mercenarias que al servicio del imperialismo yanqui lucharon contra la libertad del pueblo de Corea en Asia, un pueblo que jamás nos había ni nos ha ofendido, para referirnos únicamaente a dos de sus más tristes hazañas. Ni Valencia Tovar ni grupo alguno del ejército han representado nunca una tendencia renovadora que signifique enfrentamiento con las fuerzas anti-nacionales y ultra-conservadoras de la sociedad colombiana. Si algún espíritu revolucionario puede alentar en el Ejército, él tiene que estar dormido en la tropa que proviene de las clases campesinas y el obrerismo proletario y surgir en una etapa superior de la lucha revolucionaria inclusive con el respaldo de unidades de la oficialidad que en un momento dado pasan a las filas del pueblo.
Las Fuerzas Armadas colombianas son el brazo armado del sistema y constituyen el principal soporte del estado neo-colonial y semi-feudal del país, y en ellas recae la responsabilidad de salvaguardar los intereses y privilegios del imperialismo yanqui y de las clases explotadoras apátridas, para lo cual han sido preparadas por las misiones militares norteamericanas para que cumplan su misión “pacificadora” como en Chile, Brasil, Uruguay y Argentina… y que aquí en los últimos días han protagonizado salvajes atropellos en Girardot, Cúcuta, Medellín, Cali, Valledupar, Barbosa y el hospital de la Hortúa en Bogotá, con saldo de numerosos contusos, heridos e inocentes vidas sacrificadas.
Ninguna revolución puede cifrar sus aspiraciones emancipadoras en las acciones procedentes de las fuerzas enemigas por lo cual el golpismo no puede hacer parte de su estrategia de lucha en nuestro medio. Las clases revolucionarias colombianas, entre ellas la clase obrera, tiene conciencia de que su deber es llegar al poder por sus propias fuerzas y con fuerzas afines, y disponer directamente de los destinos de la nación colombiana. A ese supremo ideal seguiremos consagrando todas nuestras energías de modestos soldados de una causa que gana cada día más adeptos dentro del pueblo.
Además, declaramos frente al problema universitario, que el Gobierno de López, su Gabinete y su Ministro de Educación, terrateniente de oscura trayectoria, al quitarle su respaldo al Rector de la Universidad Nacional en el momento en que, acompañado del Decano Guillermo Fergusson intentaba rescatar para la Universidad el Hospital de la Hortúa, desenmascaró toda una política reaccionaria. Estos hechos desataron un merecido y unánime respaldo del estudiantado y las fuerzas de izquierda en favor del rector, quien, además, tuvo el valor de denunciar los atropellos de las Fuerzas Armadas contra el estudiantado, exponiendo sus dignidades y su cargo de Rector de la Universidad Nacional.
Fue así evidente que la maniobra del gobierno de López al elegir un rector como el Dr. Luis Carlos Pérez para la Universidad Nacional, buscaba sólo adormecer la combatividad del beligerante estudiantado colombiano. El único experimento que fracasó en la Universidad Nacional, fue el de la maniobra del Presidente de la coalición liberal-conservadora de embaucar a las masas estudiantiles.
Con nuestra actitud no hacemos nada distinto de respaldar el movimiento estudiantil colombiano que combate con heroismo y ha derramado su sangre generosa por los derechos democráticos y la defensa de la cultura nacional y popular, seguros de que tales conquistas sólo serán arrancadas por la lucha y nunca por dádivas mentirosas de un gobierno falaz y represivo.
Los grupos y partidos que formamos la Unión Nacional de Oposición hemos continuado respaldando los NUEVE PUNTOS DE LA PLATAFORMA DE LUCHA. Estas fuerzas constituyen el trípode sobre el cual se asienta la UNO y es así como han manifestado en reiteradas oportunidades su ánimo de hacer todo esfuerzo por sacar adelante y fortalecer cada día más el proceso unitario en que han venido empeñadas desde hace tres años, especialmente en la coyuntura actual de profunda crisis social y política, cuando surgen cada día nuevos y vigorosos movimientos de protesta y el pueblo reclama airadamente su decisión de defender sus derechos políticos y sus escasas libertades públicas amenazadas por las medidas económicas, el Estado de Sitio, la entrega del fruto del trabajo nacional a unos pocos grupos que manejan el capital financiero extranjero y local, y la multiplicidad de las medidas oficiales en contra de los obreros sindicalizados, los campesinos, los estudiantes, medidas todas de un corte típicamente fascista.
Seguiremos igualmente combatiendo por constituír un poderoso frente único de obreros, campesinos, estudiantes, pequeños y medianos productores y comerciantes, artistas e intelectuales, así como el resto de las fuerzas democráticas y patrióticas que aglutinan el 90% de la población colombiana, con el fin de que lleve adelante las tareas revolucionarias de la etapa actual.
Bogotá, junio de 1975.
MOVIMIENTO AMPLIO COLOMBIANO
MAC-