LA CUT DEBE ENCABEZAR LA LUCHA CONTRA EL GOBIERNO DE URIBE Y CONTRA EL IMPERIALISMO

(Declaración del Frente Democrático Antiimperialista del movimiento sindical colombiano, presentada en la Junta Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, enero 30 y 31 de 2003)

La agresión del gobierno de los Estados Unidos contra los pueblos del mundo, es propia de la potencia económica y militar más poderosa del planeta. Con la imposición de las políticas neoliberales y de globalización, saquea los recursos naturales y el trabajo de las naciones más pobres en franca disputa con otras potencias económicas. La política económica es impuesta a través de: OMC, los organismos financieros: FMI, BM, BID, etc. y acuerdos multilaterales y bilaterales de comercio como TLC, ALCA, entre otros, y apuntalada con el mayor despliegue bélico de la historia. Las agresiones se suceden una tras otra; Kosovo, Irak, Afganistán, Palestina, Indonesia, Venezuela, Cuba, etc. No se respeta a la ONU, no firma compromisos ambientales, no acepta Tribunales Internacionales para sus tropas, rechaza los acuerdos sobre minas antipersonales, protege su economía y pide apertura de las demás, etc. En resumen: saqueo económico, agresión militar y unilateralismo absoluto.

Sobre nuestra patria se hacen sentir con rigor estas políticas: apertura económica y privatizaciones, condicionamientos económicos y políticas del FMI, BM y el BID, Plan Colombia, la política antidrogas con fumigaciones y violación de las aguas territoriales y el espacio aéreo, la presencia de más de 500 asesores militares, la extradición de nacionales, etc. En estos últimos 12 años, se ha ahondado la dominación de los Estados Unidos sobre Colombia. Nunca antes el imperialismo se manifestó tan concretamente, con la excepción del hoy centenario robo de nuestro Departamento de Panamá.

Las consecuencias no podían ser menos calamitosas: más de 30 millones de colombianos en la pobreza absoluta, 9 millones en la indigencia, más de 10 millones en el desempleo y la informalidad, mortandad infantil, niveles de insalubridad, más 2 de millones en déficit de vivienda, quiebra del Sistema Nacional de Salud Pública y de Seguridad Social, quiebra total de la industria y el agro nacionales, pérdida del patrimonio público en manos de las multinacionales; en síntesis, el país ha retrocedido más de un siglo en desarrollo económico y bienestar social, estamos siendo empujados al atraso y la inviabilidad.

Los gobiernos neoliberales de Barco, Gaviria, Samper, Pastrana y ahora Uribe, han cumplido juiciosamente la tarea encomendada por los gobiernos gringos y el FMI, se han esmerado en el propósito de vender la patria a pedazos, en entregar el fruto del trabajo nacional al imperialismo. Para ello se ha reformado la Constitución, adecuado el Estado, legislado continuamente, reemplazando a la clase dirigente de los partidos tradicionales, reprimido brutalmente las luchas populares y las manifestaciones democráticas, hasta llegar al gobierno dictatorial y fascista de Álvaro Uribe Vélez. Estamos ante un presidente que es el súmmum de las políticas neoliberales y de la antidemocracia, sus realizaciones no dejan duda: el paquete de reformas neoliberales, tributarias, laboral, pensional, del Estado y las antidemocráticas leyes que sancionaron el referendo, la reforma de la fiscalía y la conmoción interior. El tratamiento a las luchas populares, al problema del narcotráfico y los cultivos ilícitos y al conflicto interno con la guerrilla, es de corte fascista y ha desatado una cacería de brujas cuyo propósito real es reprimir a los dirigentes sociales y populares del país. Para ello se ha puesto en práctica la política conocida como “seguridad democrática”, con la vinculación de un millón de informantes, el reclutamiento de soldados campesinos, la penalización de la protesta, las facultades judiciales a los militares y muchas otras medidas que evidencian la fascistización del país, requisito indispensable para sacar adelante la recolonización del país por el imperio norteamericano.

Los problemas de la Nación se podrán resolver, en la medida en que recobremos nuestra independencia de los Estados Unidos, alcancemos el manejo soberano de la economía y resolvamos autónomamente todos los problemas que nos aquejan. Este asunto implica la construcción del más amplio frente de lucha contra la intervención del imperialismo gringo y por el establecimiento de un gobierno democrático conformado por todas las fuerzas políticas y organizaciones sociales patrióticas. Los trabajadores no podemos perder de vista este asunto estratégico, todas las demás salidas son paños de agua tibia y prolongación del actual estado de sufrimiento y penurias de la población colombiana.

Es dentro de este marco que alentamos las luchas estudiantiles y las que desarrollan los campesinos y productores agropecuarios y nos ponemos al lado de todas las personalidades democráticas y progresistas que se opongan a las políticas imperialistas.

Por esta postura es que reclamamos un comportamiento consecuente de la CUT en la lucha contra el imperialismo y el gobierno de Uribe. No puede caerse en vacilaciones, la coyuntura demanda claridad y consecuencia en la confrontación de las políticas gubernamentales. Las fuerzas políticas que conformamos está coalición democrática en la CUT, exigimos que la Central perfile una declaración política que precise la caracterización del gobierno de Uribe, denuncie y confronte la política imperialista, adelante consecuentemente la solidaridad con los trabajadores y el pueblo en general, reclame una salida política negociada al conflicto interno, sostenga relaciones internacionales con todas las corrientes del movimiento sindical sin comprometer las independencia de la CUT y, ante todo, que trabaje con el convencimiento de que solo la movilización y la lucha de los obreros y el pueblo: paros, huelgas, bloqueos, etc., echarán atrás las pretensiones de Estados Unidos y el gobierno de Uribe de recolonizar al país.

Permanecer en la Mesa de Concertación, crear esperanzas en propuestas alternativas y desalentar la vigencia del paro y la huelga, debilitan el movimiento sindical y socavan el prestigio que estamos recobrando con la correcta posición adoptada frente a temas de tanta importancia como el ALCA, el Referendo y las reformas Uribistas.

La unidad lograda en torno a la Abstención Activa, la concreción del Comité contra el ALCA y el rechazo ofrecido a las reformas, debemos alentarla y para ello es preciso converger en torno a concretar peleas contra la reforma del Estado, por la defensa de la educación pública y el magisterio, la defensa de las universidades públicas, el apoyo a la lucha de la Unión Sindical Obrera y la contribución a la concreción del Paro Nacional de la Salud, así como la lucha por la defensa de las Convenciones Colectivas y el derecho a la negociación para los empleados públicos, entre otros.

La corrientes sindicales que suscribimos esta declaración invitamos a la coalición mayoritaria de la CUT y a las demás centrales obreras, a propiciar unas relaciones democráticas y unitarias que permitan cristalizar la resistencia a las políticas neoliberales y poner al movimiento sindical a la altura de la agresión que en su contra, cometen el gobierno de Uribe y el imperialismo norteamericano.

FRENTE DEMOCRÁTICO ANTIIMPERIALISTA DEL MOVIMIENTO SINDICAL COLOMBIANO

Miguel Antonio Caro, Gloria Inés Ramírez, Alfonso Velásquez, Gustavo Triana, Alvaro Morales Sánchez, Diógenes Orjuela, Wilson Arias, Domingo Tovar, Tarsicio Rivera, Miembros del Comité Ejecutivo y 46 delegados más a la Junta Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia –CUT-.

Bogotá, D.C. 31 de enero de 2003