CAUCASIA A LA VANGUARDIA EN LA DEFENSA DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS DOMICILIARIOS

Por Víctor Arbeláez

El pasado 24 de mayo, a las 6 de la mañana, un espectacular estruendo de centenares de voladores dio inicio a un combativo Paro en Caucasia, municipio de 63 mil habitantes en el norte de Antioquia. Ganaderos, comerciantes, mineros, sindicatos, profesores, Iglesia, juntas de acción comunal, comités por servicios públicos, venteros ambulantes y madres comunitarias, todos unificados en el Comité Cívico, presentaron horas después un pliego de peticiones al gobierno nacional.

En 1984 fue creada la empresa industrial y comercial del Estado, Empresas Públicas de Caucasia, con el municipio como único dueño, para prestar los servicios de plaza de mercado, aeropuerto, explotación de las playas del río Cauca, aseo y matadero. En la distribución de energía eléctrica, la empresa actúa como intermediaria, pues debe comprarla en la bolsa y revenderla a los usuarios, casi todos de estratos 1, 2 y 3. En 1997, EE. PP. de Caucasia estableció una tarifa media de $ 22.10 el kilovatio hora. Pero en el marco de la privatización, las dos generadoras de energía (Isagen y Empresas Públicas de Medellín) le impusieron en la bolsa un precio de compra de $ 66.01 el kilovatio hora, casi el triple del que tenía programado, con el pretexto del “fenómeno del Niño”. Esta situación la llevó a acumular una deuda por más de 35 mil millones de pesos, a mayo de 2000, de los cuales 46% son por intereses de mora.

El gobierno de Pastrana le ordenó a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios intervenir a las EE. PP. de Caucasia, lo cual aumentó sus dificultades. Además, la Comisión de Regulación de Energía y Gas, CREG, apoyada en la Ley 142, impuso racionamientos de dos, tres, cuatro y hasta ocho horas diarias, como castigo por la deuda y el incumplimiento de la empresa en los pagos, sanción de la que no escaparon los usuarios que se encuentran a paz y salvo.

Para el 24 de mayo se esperaba un apagón de tres horas, después de un par de meses de sufrir cortes diarios de dos horas. Esto indujo al Comité a señalar ese día como hora cero del Paro Cívico y presentar su pliego de peticiones al gobierno, exigiendo suspender los apagones, condonar la deuda de la empresa, disminuir las tarifas del alumbrado público y solucionar los problemas ocasionados por la privatización del acueducto y por las sobrefacturaciones en la energía y telecomunicaciones. Demandaron también la terminación de la carretera Caucasia-Nechí-El Bagre.

Del 24 al 27 de mayo, la población caucasiana bloqueó, al norte y al sur, la carretera troncal que comunica a la Costa con Antioquia y el resto del país. La participación multitudinaria en los bloqueos y el cierre total del comercio y de los establecimientos públicos en el casco urbano muestran un movimiento esencialmente democrático, con gran organización y disciplina. El acierto táctico del Comité Cívico en la dirección de la lucha de las masas y en los objetivos del Paro determinaron el triunfo obtenido al conquistar la suspensión inmediata del racionamiento y la atención de los demás puntos del pliego, en acuerdo suscrito entre los representantes del gobierno nacional, la alcaldía y el Comité Cívico. Los dirigentes del Comité permanecerán vigilantes para impedir cualquier intento de burlas las reivindicaciones alcanzadas.

A las 6 de la mañana del 27 de mayo, los voladores en alborada anunciaron la victoria y la terminación del Paro.