El 27 de enero se reunió en Ibagué la junta directiva de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria. A la reunión asistieron, entre otros, dirigentes de Unidad Cafetera, Asociación Agropecuaria del Huila, Federriegos, Unidad Panelera Nacional, Asociación por la Salvación Arrocera, Fedepapa, Asopanela, distritos de riego de Saldaña, Río Recio y Zulia, Asociación de Agricultores y Ganaderos del Meta y la Asociación Colombiana de Ingenieros Agrónomos, quienes llegaron de los departamentos de Tolima, Huila, Meta, Cundinamarca, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Antioquia, Valle, Caldas, Risaralda y Quindío.
Ante la gravísima hambruna que se padece en las zonas rurales del país, la principal decisión de la reunión fue la de realizar, el 24 de abril de 2001, la Marcha Nacional Agropecuaria a Bogotá, movilización preparatoria de un paro nacional que se haría a mediados del año. Esta protesta tiene como objetivo principal lograr que el gobierno de Andrés Pastrana declare la Emergencia Económica, con el exclusivo propósito de atender el programa de Salvación Agropecuaria, el cual consigna el cese de las importaciones agropecuarias que le hacen daño al agro nacional; precios de sustentación para todos los productos agrícolas; condonación de las deudas del sector; definición de líneas de créditos suficientes y baratos; control de los costos de producción; respaldo oficial a la creación y mantenimiento de distritos de riego; asistencia técnica, investigación y redes de comercialización. Así mismo, la exigencia del cierre de los ilegales derretideros de azúcar y el definitivo rechazo a la licencia ambiental del ingenio panelero industrial de Padilla, Cauca. Especial mención se hizo a la exigencia de que el Estado, de sus recursos, respalde al Fondo Nacional del Café, para que éste les garantice precios remunerativos a los caficultores.
La reunión rechazó, por inoperantes y de claro sentido demagógico, las políticas del Ministerio de Agricultura de los «créditos asociativos» y las «cadenas productivas» y la ineficiencia del Banco Agrario, que atiende con crédito a comerciantes, industriales y entes oficiales mientras olvida a los agricultores y campesinos. Finalmente, la Junta Nacional decidió expresar su voz de solidaridad con el paro que realizarán las centrales obreras el 22 de marzo, en contra del conjunto de la política neoliberal y las imposiciones del Fondo Monetario Internacional.