Extractos de la importante intervención del compañero Ricardo Samper, con la cual fue clausurado el Encuentro:
Este no es un movimiento de dos o tres caudillos bendecidos por la suerte o por quién sabe que privilegios; este es un movimiento de pueblo consciente, de pueblo activo, de pueblo combatiente que es capaz de expresar desde su propia entraña la entraña revolucionaria de Colombia. Aquí se han concentrado las diversas fuerzas multiseculares de la lucha histórica de nuestro pueblo para formar el gran caudal del Frente Popular-MOIR que nos llevará a la toma definitiva del Poder tras las batallas ganadas en todos los campos, utilizando todos los medios de lucha.
La nota fundamental de este Encuentro de victoria es que ha contado con la más impresionante unidad ideológica de que se tenga noticia en la historia de nuestro pueblo. Nuestro pueblo que ha luchado, combatido y sufrido mucho, tiene una gran experiencia y ya no va a pasar como cuando asesinaron a Gaitán y se quedaron con el Poder puesto que tenemos una organización y sus dirigentes visibles son dirigentes que han sido capaces de formar otros y otros y otros dirigentes.
La debilidad del gobierno y de los imperialistas norteamericanos se confunde con las campanas de muerte que anuncian su sepultura. Ahora corresponde demostrarle a todos nuestros hermanos de clase que somos capaces de llevar a la práctica, con todos los sacrificios que sea necesario, todas nuestras tesis.
El pueblo no se va a entregar al enemigo, se va exasperando y quiere esta vez la verdadera salida revolucionaria. Sabemos que el pueblo quiere la revolución. Con nuestra acción la vamos a demostrar que somos la única alternativa revolucionaria, que sacaremos a Colombia del caos y constituiremos la república democrática, independiente y próspera por la que todos luchamos.
Armados de paciencia, de amor al pueblo, para explicar nuestras tesis, para desterrar el sectarismo, para saber en qué estado se encuentran las masas en las diferentes partes, para ir organizándolas, para ir guiándolas, hablando su propio idioma, sintiendo y viviendo como ellas; esa es la forma en que vamos no a ganar una batalla pasajera, sino a preparar las bases para que ese pueblo que es el agua nos reciba como peces y flotemos dentro de él, hasta llevar a la victoria nuestra línea de la guerra popular.
Este es el momento en que, al librar la lucha legal, debemos irnos preparando para que nuestras huestes sean un ejército disciplinado que se mueva con confianza, con arrogancia, con valentía y de inmediato al llamado de nuestros jefes, los compañeros Alberto Zalamea y Francisco Mosquera, con los cuales nos presentaremos ante las masas, hasta que el 90% de esas masas tengan confianza en ellos.
Vamos con todos los oprimidos de Colombia, unidos a los oprimidos de América Latina, con los oprimidos de Asia y Africa, a darle un triunfo definitivo a la revolución en Colombia y en el mundo contra el imperialismo yanqui y todos sus lacayos”