Las clases dominantes nunca entregan sus privilegios pacíficamente, y al contrario, cuando los ven en peligro, refuerzan sus mecanismos de defensa y se preparan para utilizar todas las formas de lucha buscando mantener su poder económico y político.
Eso sucede actualmente en Colombia en la lucha por la tierra. Los campesinos avanzan en oleadas invadiendo las grandes propiedades terratenientes, golpeando el poder de los grandes señores del campo y desenmascarando la Reforma Agraria Oficial ya señalada por los sectores avanzados del pueblo colombiano como una Reforma Agraria imperialista y proterrateniente.
Y mientras tanto los terratenientes en el poder, lejos de responder a la lucha campesina con algunas concesiones, utilizan todo el aparato represivo del gobierno para desalojar, perseguir y asesinar campesinos, como se apoyan en el control que ejercen sobre el Parlamento para reunirse cínicamente en Chicoral y apretar aún más las tuercas de la contrarreforma agraria.
Todo lo aprobado en Chicoral es la lucha de los terratenientes para consolidar su régimen de explotación y opresión, dándole una caparazón legal para en nombre de la ley asesinar y atropellar campesinos en todas las regiones del país.
Los sistemas de pago, los plazos e intereses, la calificación de las tierras y la determinación sobre cuales pueden ser expropiadas, los mecanismos y trámites de expropiación, llevan a preservar la posesión terrateniente y a facilitar, en otros casos, los grandes negocios vendiendo las peores tierras a los mejores precios y con plazos e intereses comerciales.
Las Empresas Comunitarias, son una estafa para el campesinado al cual explotan y oprimen concentrándolo en “aldeas estratégicas”, colocando una gran cantidad de familias en unas pocas hectáreas, castrando la lucha de los mejores dirigentes locales a quienes tratan de convertir en capataces de las empresas. Al campesinado lo llevan además a producir ganado para los terratenientes. Las familias que se arruinan en dichas Empresas Comunitarias son reemplazadas por otras, sin ningún problema, perpetuando así la estafa a través de este disfraz demagógico. La Renta Presuntiva golpea a los campesinos productores agrícolas incluidos los campesinos ricos, los cuales deberán cubrir una tasa del 10%, mientras que los terratenientes (ganaderos), que teóricamente deben pagar sobre un 4% de Renta Presuntiva, en la práctica, y en forma efectiva, les son derogados impuestos como el del 1% sobre ganado macho. Lo aprobado en Chicoral consolida totalmente el sistema de explotación terrateniente y las últimas salidas de sus más claros representantes, el Presidente Pastrana y el Ministro Jaramillo Ocampo, haciendo anticomunismo en Asociación de usuarios campesinos no es más que la preparación para reprimir al campesinado y destruir las organizaciones que enfrenten revolucionariamente la lucha por la tierra para el que la trabaja.
Pero los campesinos rechazan la represión oficial, consolidan sus organizaciones, perfeccionan y elevan sus formas de lucha y responden a la persecución y el engaño con las acciones masivas por la tierra y en la destrucción de todos los rezagos feudales en el campo.