Uso y Paz del Río: DOS TRIUNFOS DE LA CLASE OBRERA

Las conquistas logradas por la USO en la convención firmada el pasado mes de mayo y el triunfo obtenido por los obreros de Acerías Paz del Río, después de 30 días de huelga, constituyen los avances más significativos de la clase obrera en el primer semestre de este año.

La USO alcanzó importante victoria después de cuatro meses de negociaciones y agudos enfrentamientos con el gobierno y las directivas de ECOPETROL. Entre los asuntos acordados se destacan la contratación a término indefinido de trabajadores temporales, mayores garantías sindicales, nuevas conquistas en materia de educación, servicios médicos, alimentación, vivienda y transporte, así como incrementos salariales que oscilan entre el 21 y el 31%, muy por encima de la política oficial del 18%. Una vez firmada la convención colectiva, Jorge Santos, presidente de la USO, expresó que continuará la lucha por el reintegro de los 217 compañeros despedidos durante la huelga de 1977.

Cabe destacar la solidaridad brindada a la USO por la clase obrera y el pueblo, especialmente la del sindicalismo independiente, que estuvo a la cabeza de las tareas de apoyo y movilización.

Contrasta con esto la actitud del Consejo Nacional Sindical, que condicionó su solidaridad a que la USO se colocara a la cola de su política conciliadora con el gobierno.

Primera huelga en 30 años
A las once y media de la noche del 4 de abril, la sirena que rutinariamente anuncia el cambio de turno fue la señal que dio comienzo a la primera huelga en los 30 años de existencia de Acerías Paz del Río. El 4 de mayo, 30 días después de que los yacimientos de carbón, hierro y caliza y la planta de Belencito permanecieran inactivos, los 7.200 hombres que producen la mitad del acero que consume el país regresaron victoriosos a sus frentes de trabajo. Con un aumento del 31% para el primer año y del 30 para el segundo, lograron una de las conquistas más destacadas del año.

Los obreros metalúrgicos rompieron con 30 años de amargas experiencias, levantándose en forma unánime para exigir a la UTC, que en ocasiones anteriores entregó los pliegos, una actitud no vacilante en la negociación. Los sectores independientes se aliaron con los utecistas en torno a la defensa del pliego y al respeto de la democracia proletaria.

Con base en estos postulados el sindicato organizó un 1° de Mayo unitario, en el que se ondearon las banderas del sindicalismo independiente y de las centrales obreras. Sobre el triunfo obtenido señaló un trabajador: “La huelga fue una gran lección. Pero somos conscientes de que, en nuestra primera experiencia, no podíamos arrancar a la empresa todos los derechos que por años nos ha negado. La lucha de los obreros de Paz del Río apenas comienza”.