«TENEMOS PUESTAS NUESTRAS ESPERANZAS EN SALVACION AGROPECUARIA»

(Apartes)

El sector hortifrutícola no escapa a la difícil situación, y tal vez por nuestra debilidad y porque los cultivos son en su gran mayoría parcelas, pancoger o huertas caseras, no tenemos una fuerza representativa que vele por la defensa de los productores.

Se ha dicho que en este sector el país puede ser más competitivo que en otros, pero la realidad es muy diferente. Con la competencia de las grandes cadenas de super e hipermercados que están poniendo los precios de las frutas y hortalizas aun por debajo de los de las plazas de mercado y las centrales de abasto, estamos peor que antes. Los agricultores teníamos el paradigma de que algún día pudiéramos ser proveedores de las cadenas de supermercados. Pero es el peor negocio, porque inclusive las propagandas las hacen con los recursos de los agricultores y los proveedores. Algunos se quejan de que el Fondo de Fomento Hortifrutícola les quita el 1%, pero las cadenas les están reteniendo hasta 10% para las campañas publicitarias, además de que los requerimientos de calidad no los podemos cumplir muchos, y para rematar nos pagan los productos a los 60 días y a veces demoran 75 y hasta 90 días, trabajan con nuestro dinero…

El ingreso de Colombia al ALCA agravará aún más la situación, entrarán al país sin ningún obstáculo guanábanas, mangos y duraznos de Venezuela, plátanos, zapotes y lulos del Ecuador, papas y ajos del Perú, hortalizas de cualquier parte del mundo, ajos de China. Y el embeleco de los acuerdos de competitividad, que quiere imponer el gobierno pero que no han funcionado para ninguna de las cadenas, no garantizan siquiera la comercialización de frutas y hortalizas en el mercado interno y mucho menos en el externo, pues ya se sabe que en cualquier momento los productos colombianos, por ejemplo, las uchuvas, son desplazados porque esos acuerdos están pegados con babas y los agricultores colombianos no tenemos a que atenernos con la política del gobierno. Quiero terminar diciéndoles que tenemos una gran esperanza en Salvación Agropecuaria: aquí se está manejando el lenguaje de los agricultores, los Siete Puntos son un programa claro y sentido por nosotros y esperamos poder aportar todo lo que tenemos para alcanzar los objetivos de esta organización.