ACEB ANTE UNA NUEVA BATALLA

No obstante ser uno de los pocos sectores beneficiados de la política de la Apertura económica, y registrar altísimas utilidades, los banqueros han manifestado no estar dispuestos a darle salida a la negociación de los pliegos de peticiones en los bancos Bogotá y Comercial Antioqueño. Para conocer la postura de los trabajadores frente a esa situación, entrevistamos a Luis Alfredo Sánchez, presidente de la Asociación Colombiana de Empleados Bancarios, ACEB.

TR: ¿Qué ventajas especiales ha recibido el sector financiero en este periodo?

L. A. Sánchez: Los financistas han sido altamente favorecidos por las reformas implantadas en el marco de la apertura económica. La ley 45 de 1990 estableció que los inversionistas extranjeros pueden adquirir la totalidad de la propiedad accionaria de una o más instituciones financieras o crear nuevas; lo cual significa la concentración del crédito en favor de empresas multinacionales y la entrega del mercado de capitales a la banca privada internacional. El gobierno dispuso, además, una notable reducción de los impuestos a todas las empresas foráneas, mediante la ley 49 de 1990 de reforma tributaria, que rebaja la carga del 30 al 12% De igual manera, con la expedición de la resolución 49 de 1991 se les mejoró el sistema de remesas, medida reforzada luego con otra decisión que liberó completamente la salida de utilidades hacia los países de origen.

TR: ¿Cómo analizan ustedes el procesó de privatización de la banca y las elevadas ganancias que ella registra?

L. A. Sánchez: La reprivatización de los bancos que fueron salvados de la quiebra a mediados de los años ochentas, con los recursos públicos del fondo de garantías financieros se viene dando en detrimento del interés nacional y en provecho de los grupos, que como la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, han sido beneficiarios de la venta del Banco de Bogotá en 1988 y la más reciente del Banco del Comercio, cuyo rescate le costó al erario la bicoca de 65.000 millones de pesos, para luego enajenarlo por sólo 35.000. Otro tanto ocurrió con la entrega de los bancos Tequendama y de los Trabajadores. En cuanto a la bonanza de las entidades del sector, vale la pena señalar que el margen de intermediación promedio en Colombia, más de diez puntos es muy superior al de la mayoría de los países incluidos algunos de menor grado de desarrollo como Jamaica (5.5) Honduras (5.9). De otro lado se han visto favorecidas por las altas tasas de interés de las operaciones de mercado abierto del Banco de la República para restringir el dinero circulante aumentado por la liberación cambiaria

TR: ¿Cómo ha afectado todo esto la negociación de los pliegos de peticiones en los bancos Bogotá y Comercial Antioqueño?

L.A. Sánchez: Uno de los efectos de la reforma financiera es la desaparición de los bancos que no cumplan con los requisitos en cuanto monto mínimo de capital, que obligó a la absorción del banco Santander por el Comercial Antioqueño, ambos propiedad del grupo Santodomingo y del banco del Comercio por el Bogotá, controlados por Sarmiento Angulo. Ante tales fusiones, uno de los objetivos de la negociación es que se respeten en las nuevas convenciones, los puntos más favorables vigentes en una u otra institución. Las propuestas de los empresarios son dilatoria e inaceptables, por lo que la única salida que nos queda es un paro nacional que presione la definición de esos puntos a favor de nuestros intereses.

TR: ¿Con qué perspectivas adelanta el sindicalismo bancario el conflicto laboral?

LA. Sánchez Hemos vivido un proceso de consolidación y fortalecimiento que nos permite enfrentar esta contienda con el capital especulativo. Debemos tener en cuenta el factor adverso que constituye el paralelismo de la Uneb, filial de la Cut, que, después de vender importantes derechos como la pensión de jubilación en el Banco Cafetero y el escalafón en el Popular, ha facilitado la acción de los patronos en el Comercial Antioqueño y sembrado la desconfianza entre la base. Pese a ello, tenemos la certeza de que los compañeros encaran las tareas preparatorias del paro nacional en defensa de sus intereses.