Por Gustavo Triana
El año pasado, el gobierno había decidido aplicar a partir del 1° de enero de 1996 una reestructuración de Ecopetrol conducente a establecer cuatro negocios con autonomía financiera y administrativa, lo cual buscaba acabar con la operación integral de la empresa, preparando así su entrega a los monopolios privados. Una ventaja clave de la estatal petrolera es que maneja de manera conjunta los renglones de exploración, explotación, refinación, petroquímica, transporte y gas, con lo cual logra un equilibrio entre las actividades de riesgo y las que son seguras o estables, para al final lograr un balance positivo de más de 200 mil millones de pesos anuales de utilidades y transferencias a la nación superiores a 1.2 billones de pesos.
El 6 de diciembre de 1995, los trabajadores petroleros realizaron un paro total de la producción para rechazar el desmembramiento de la entidad. El gobierno se vio obligado entonces a sentarse en mesa de negociaciones con representantes de la USO, mientras las bases sindicales continuaban, mediante distintas formas de presión, entre ellas la aprobación de paro general indefinido, reforzando lo que sus dirigentes defendían frente a los voceros de Ecopetrol y del Ministerio de Minas. Finalmente, la unidad monolítica de los trabajadores y el respaldo del movimiento obrero y del pueblo abrieron el camino al acuerdo firmado entre las partes el día 23 de febrero de 1996.
Los puntos esenciales alcanzados fueron:
• Ecopetrol no será privatizada. En consecuencia, conservará su integralidad, su unidad jurídica como empresa industrial y comercial del Estado, su contabilidad unificada a nivel central y sus actividades estratégicas de exploración, producción, refinación, petroquímica, transporte, comercialización, investigación y desarrollo, promoviendo así la gestión especializada.
• Se realizarán los estudios conducentes a respaldar el pasivo pensional de la empresa mediante la constitución de un fondo especial, cuyos aportes graduales no representen peligro de descapitalización para Ecopetrol.
• El sindicato y la administración reiteran la conveniencia del diálogo permanente en lo relacionado con el manejo de los asuntos laborales. En ese espíritu, la administración se compromete a no denunciar la actual convención colectiva de trabajo.
• El Instituto Colombiano del Petróleo continuará como parte integral de la empresa, con la función de apoyar científica y tecnológicamente sus actividades estratégicas, para lo cual contará con un presupuesto estable y suficiente.
• Se creará la función de Investigación de Mercados, la cual se encargará de buscar nuevas alianzas y diversificación del mercado, mejorando las condiciones de negociación y competitividad.
• El Comité de Exploración y Contratación de Ecopetrol se fortalecerá, para cumplir con el papel de recomendar a la junta directiva de la empresa la asignación de las áreas geográficas del país con posibles yacimientos de hidrocarburos y para buscar dentro de los lineamientos fijados por el Ministerio de Minas y Energía mantener para la estatal petrolera las áreas con reservas probables más promisorias.
• El acuerdo estipula que continuarán las discusiones sobre aspectos de política petrolera tales como: importación de combustibles; creación de una Vicepresidencia del Gas para que esta importante rama no sea entregada al sector privado; autoabastecimiento de combustible y reversión de las lesivas modificaciones hechas en 1995 a los contratos de asociación, que favorecen desmedidamente a las multinacionales.
Respaldo a proyecto de ley petrolera
Para complementar la batalla anterior por una política petrolera nacionalista, se adelantará en el Senado el debate para sacar adelante la Ley Nacional del Petróleo que la Unión Sindical Obrera elaboró en conjunto con los sectores más progresistas de la sociedad en foros, congresos y conferencias realizados en los últimos años, entre los cuales vale la pena citar los convocados por los concejos municipales de Cúcuta, Bucaramanga, Yopal, Tibú y Barrancabermeja, y por las Universidades de Caldas, Industrial de Santander y Cooperativa de Colombia.
El proyecto de ley respectivo, respaldado con un millón doscientas mil firmas de colombianos, fue presentado al Congreso por los senadores Jorge Santos Núñez, Hernán Motta, Carlos Corsi, Lorenzo Muelas, Gabriel Muyuy, Jaime Dussán, Samuel Moreno, José D. González, Omar Flórez, Juan Martín Caicedo y otros.
El proyecto presentado propone una legislación de hidrocarburos que permita el desarrollo y fortalecimiento de Ecopetrol, reglas de juego claras y favorables para la nación en los contratos con las multinacionales y que la destinación de la renta petrolera sea orientada al desarrollo industrial y agrario del país.
El empeño de los trabajadores petroleros bajo la dirección de la Unión Sindical Obrera, USO, merece el reconocimiento y el apoyo de todos los demócratas y patriotas de la sociedad colombiana. Los militantes y activistas del MOIR debemos ocupar posición de vanguardia en el impulso a estas luchas.