MILLARES DE MILITANTES Y AMIGOS DESPIDIERON A MOSQUERA

El camarada Francisco Mosquera. Secretario General del MOIR, dejó de existir el lunes 1° de agosto de 1994 a las 7 y 50 de la noche, en la sala de cuidados intensivos de la Clínica Reina Sofía de Bogotá.

El martes 2 de agosto, desde tempranas horas, sus restos mortales fueron trasladados a la sala de velación. El tricolor de Colombia y la bandera roja con la estrella amarilla de cinco puntas, símbolos de la nación y del internacionalismo proletario, cubrían el féretro de quien fuera nuestro máximo orientador y el más grande marxista de la historia de Colombia.

Nutridas delegaciones de Antioquia, las Costas, los Santanderes, Viejo Caldas y Valle, oriente, occidente, norte y sur del país se hicieron presentes conmovidas para dar el último adiós al maestro y jefe. Los miembros del Comité Ejecutivo Central, presididos por el camarada Héctor Valencia, la Comisión Obrera, los Comités Regionales, la comisión de Tribuna Roja y los distintos organismos del Partido, cada uno empuñando banderas rojas, formaron doble fila para cumplir la guardia de honor. El piso se tapizó con decenas y decenas de ofrendas florales.

Hasta la medianoche del 2 de agosto y en la mañana del 3, centenares de moiristas le rindieron su postrer y emocionado homenaje, a los gritos de «¡Camarada Francisco Mosquera, presente!» y «¡Gloria eterna al camarada Francisco Mosquera!»

En la tarde del 3 de agosto, el luctuoso cortejo partió con destino al Cementerio Central, cuyo sector histórico había sido preparado para acoger el cuerpo de nuestro fundador. A lo largo de la calle 26 se realizó una emocionada marcha que se congregó luego frente a la tumba para escuchar las palabras de despedida pronunciadas por el camarada Héctor Valencia, en nombre del Comité Ejecutivo Central y de todo el Partido. Al final, más de dos mil quinientos moiristas entonaron con fuerza La Internacional, el Himno de los Trabajadores y juraron continuar hasta el fin la causa por la que combatió Mosquera durante toda su existencia.

En el transcurso de los a fúnebres se acercaron a brindar su solidaridad una delegación del partido Comunista Colombiano encabezada por su secretario general Álvaro Vásquez, y por Gilberto Vieira, Manuel Cepeda, Jaime Caicedo, Hernán Motta, Eduardo Martínez y Aída Abella; Jaime Piedrahita Cardona y Consuelo Montejo, ex candidatos presidenciales del FUP; el presidente secretario general de la CGTD Mario de J. Valderrama y Julio Roberto Gómez; Luis Eduardo Garzón y Gustavo Osorio, del ejecutivo de la CUT; Antonio Navarro Wolff, jefe del M-19; Luis Carlos Valencia, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores; los senadores Amylkar Acosta y Jaime Dussán; Boris Montés de Oca, presidente Fecode, y Héctor Fajardo, comité ejecutivo; César Carrillo presidente de la USO y otros directivos de la organización; representantes de Sindess, ACEB, Sintracreditario, Sittelecom, Sinucom y ACIA. Pedro Contreras, presidente nacional de Asmedas; delegaciones de la embajada de la República Popular China, del Colegio Santander de Bucaramanga y de los barrios populares de Bogotá; Antonio Suárez y Fabio Hernández, directivos de Asonal Judicial. También se hicieron presentes Ricardo Camacho, Beatriz Rosas, Leonardo Zossi, Libia Ester Jiménez y Gustavo Martínez del Teatro Libre de Bogotá; Rodrigo Saldarriaga, del Pequeño Teatro de Medellín; Fernando Wilis, Diego Betancur, Juan Alfredo Pinto, Santiago Pombo, César Mora, Carlos Rodríguez, Eduardo Díaz, Gabriel y Amalia Iriarte, Arturo Ospina, Hugo Barrera, Carlos Nicolás Hernández, Hernando Palomino, Eduardo Bastidas y otras muchas personalidades de distintas corrientes políticas y organizaciones populares.

Los familiares de nuestro Secretario General -sus padres, don Francisco Mosquera Gómez y doña Lola Sánchez; sus hermanos, Hernando, Luz Estela y Gerardo recibieron la visita y los sentidos mensajes de condolencia de sus amigos, compañeros de trabajo y de todo el MOIR.

Igualmente, la camarada Myriam Rodríguez, su compañera, quien estuvo junto a él en las horas más difíciles, se vio rodeada del cariño de la militancia moirista.