EN FECODE: LA LUCHA CONTINÚA

José Fernando Ocampo

El magisterio se vio obligado a salir a paro nacional el 6 de febrero hasta alcanzar que el gobierno entrara a negociar con Fecode sobre las dos reivindicaciones fundamentales por las cuales llevan años luchando: la defensa de la reforma educativa y el salario profesional.

Mostrando la verdadera catadura de la «concertación samperista», el ministro Saravia Better se negó sistemáticamente durante seis meses a discutir con la federación los decretos reglamentarios, y por el contrario, expidió algunos en que se revivía la municipalización y se desvirtuaba la ley 115 de 1994 o Ley General de Educación. El ministro había condicionado cualquier conversación al desmonte del Estatuto Docente y al despido masivo de maestros.

El movimiento magisterial de febrero fue rápido, general y contundente. La protesta consiguió los objetivos que se había propuesto: abrir la negociación sobre el salario profesional y detener la reglamentación contra la reforma educativa. El magisterio y sus directivos entienden, sin embargo, que la conquista definitiva de estas reivindicaciones exige mayor preparación y una férrea unidad. Fecode ha preservado sus fuerzas para las batallas venideras. El haber obligado al gobierno a negociar es ya un primer paso. Pero la lucha continúa.

El profesorado universitario volvió al combate
Los profesores de las universidades estatales salieron de un reflujo de casi dos décadas para levantar las banderas reivindicativas y enfrentar la política de autofinanciamiento plasmada en la ley 30 de 1993 y la reforma privatizadora aplicada en la Universidad Nacional por Antanas Mockus.

Tras soportar las maniobras oficiales tendientes a impedir que se ponga en práctica la ley 4 de 1992, la cual ordena la nivelación salarial por lo alto, doce mil docentes optaron por no iniciar clases en el primer semestre de 1995.

No obstante las dificultades organizativas, lograron comprometer al gobierno en la creación de una comisión encargada de desarrollar un amplio temario, cuyas conclusiones serán de obligatorio trámite para el ministro.

El neoliberalismo también tocó a las puertas de la educación superior y los profesores decidieron levantarse contra él.