EL ARTE HUNDE SUS RAÍCES EN LA CAPACIDAD CREADORA DEL PUEBLO

Cultura

«La cultura de las diferentes clases es el reflejo de sus intereses económicos y políticos en el campo de la ideología. Por lo tanto, se presenta también una lucha inevitable en el campo ideológico entre las clases.»

«El aguerrido movimiento de las masas estudiantiles de 1971 por lograr en el seno de la universidad las reivindicaciones democráticas principales del estudiantado y defender una cultura nacional y científica al servicio de las masas populares, en contraposición con la dominación cultural que ejerce el imperialismo yanqui sobre la educación colombiana, nos ayudó a comprender una cuestión que ya estaba resuelta por el camarada Mao Tsetung: la de que a toda revolución la antecede una lucha en el terreno de la cultura, y que esta lucha, a su vez, hace parte integrante de la revolución». (Colombia, tres vías a la revolución, Bogotá, 1983)

«Cuando el Comité Ejecutivo Central del MOIR miraba con detenimiento y antelación la nueva política saqueadora, pronta a instalarse, llegó a varias conclusiones pertinentes. El viraje debían abocarlo con cuidado los mandatarios. A pesar de que lo ubicaban en los terrenos de la cuestión económica, forzosamente abarca un universo de preparativos y sustentáculos que revuelcan el discurrir de la caduca república. Partiendo de un problema inicial: se necesita alguien que lo enrute y conduzca a buen puerto; un conjunto amplio de funcionarios ilustrados, catedráticos expertos y discípulos maleables que sepan del asunto. La clave estuvo en la incorporación al ajetreo público de la panda de los Andes, una especie de culto de las adoratrices de la especulación. No es raro que el presidente y su consorte provengan de allí: que doña Ana Milena haya montado a Colfuturo en donde, además de correr dineros a porrillo, hacen fila los alumnos mansos y distinguidos que recibieron becas de posgrado en el exterior, o que los periódicos promocionen los estudios de la Academia americana. El duelo económico se decide en la arena ideológica». (Hagamos del debate un cursillo que eduque a las masas, en Tribuna Roja, No. 56, noviembre de 1993)

Arte
«La posición partidaria en torno a estas materias no ha de reducirse, desde luego, al aplauso y la tolerancia. Los ricos e inagotables asuntos de la cultura nos han de preocupar constantemente y frente a ellos debemos exponer y defender nuestras miras de clase, radicalmente contrarias a los vacuos criterios de las oligarquías y el imperialismo. Aunque propugnemos la libertad de investigación y creación como un método para el buen suceso de las ciencias y las artes, no cejaremos en señalar que las unas y las otras han de coadyuvar invariablemente al desarrollo material del país y a la educación ideológica de los desposeídos y oprimidos. La expresiones culturales que no apunten a tales objetivos, embellezcan los torvos propósitos de la reacción, envilezcan moralmente a las fuerzas laboriosas, o se queden simplemente en fórmulas tan comunes pero tan vacías como las de promover el ‘arte por el arte’, en lugar de apuntalar nuestra lucha, la desquician».

«Necesitamos forjar nuestras propias armas espirituales a fin de vencer a nuestros enemigos. Precisamos construir firmes y esclarecidos destacamentos de investigadores y artistas que contienden y triunfen en la palestra de la cultura. Requerimos de una literatura, de una pintura, de una música, de un teatro, de un cine revolucionarios.

Y el Partido ha de trazar sus orientaciones y velar por que dichas tareas se cumplan a satisfacción». (El Teatro Libre de Bogotá. Una década de infatigable y creativa labor, en Tribuna Roja, No. 47, febrero de 1984).

Ciencia
«Engels, no obstante las muchas imprecisiones todavía existentes en su época, desde el siglo pasado ya había hecho énfasis en el derrumbe de las barreras entre lo orgánico y lo inorgánico, en el intercambio entre lo vivo con lo no vivo, en la ubicación cósmica de la vida, en la célula llamada ‘cuerpo albuminoide’, en el rol del trabajo en la transformación del mono en hombre, en las raíces sociales de la deformación ambiental, etcétera. Testimonio histórico de la forma como un enfoque general dialéctico jalona el incesante auge del pensamiento científico, y de cómo aquél se sustenta en éste».

«Ya no es posible explicar la formación de los elementos y el origen de la vida sin estudiar las estrellas.

«En el salto de la mecánica de Newton a la relatividad de Einstein está de por medio la velocidad de la luz, el nuevo factor sin el cual no podríamos analizar el movimiento a las más grandes distancias cosmológicas o a las más cortas de la física de partículas.

«Las leyes de la conservación de la energía y de la transformación de la materia se vieron enriquecidas con otra considerable conquista del pensamiento humano: la de lograr medir la energía en función de la masa.

«Las geniales intuiciones de Darwin acerca de que la evolución de las especies dependía de la selección natural adquieren en este siglo su base o causa interna en la biología genética.

«En fin, Hernando Patiño esgrimía con decisión estos y los otros avances interdisciplinarios para proporcionarles el soporte científico a sus inquietudes de todas las horas, que iban desde profundizar en los secretos de la ‘sopa primitiva’ hasta alertar sobre la fundamental importancia de mantener el equilibrio simbiótico entre la rosa y el colibrí.

«( …) Fue partidario de que, en cuanto a la ciencia, lo extranjero pueda servir a lo nacional, el pasado al presente, lo tradicional a lo moderno, el conocimiento empírico a la ciencia propiamente dicha, y de que a excepción de la primera de estas relaciones las otras no deberían darse en sentido inverso». (Nunca transigió con el atraso, discurso leído en Cali el 29 de agosto de 1986, ante la tumba de Hernando Patiño).

Prensa del Partido
«Los temas que ansía cubrir nuestra prensa serán de la más variada índole, comprendidos los noticiosos, los teóricos, los culturales.

La reaparición de Tribuna Roja se hizo impostergable, pues sin ella no podíamos prestar la atención debida a la formación ideológica del Partido, unificarlo en la táctica, enmendar las fallas, dirigir e impulsar las batallas de clase, en una coyuntura histórica trascendental en que el imperialismo norteamericano y sus corifeos redoblan la expoliación de los pueblos e imponen por doquier su desiderátum de la apertura económica. (…)

«Sin embargo, carecemos de los valiosos aportes de un sinnúmero de compañeros que están en condiciones de realizarlos. La Comisión urge de tales apoyos y el Partido de las distintas regiones se halla deseoso de compartir y aprender de las experiencias de las masas, hasta de las ubicadas en los más apartados rincones de la nación. Por eso los colaboradores han de sembrarse en la realidad y comunicar sobre la problemática de los obreros, campesinos, estudiantes, artistas, vendedores ambulantes e industriales». (Instrucciones acerca del periódico. Circular interna, septiembre de 1993).