Reelección de Clinton: PROFUNDIZARÁ INTERVENCIONISMO

A pesar de los 700 millones de dólares gastados por los dos principales candidatos en la más costosa campaña de la historia, apenas la mitad de los estadounidenses en capacidad de votar participaron en los comicios del 5 de noviembre. Nunca antes una elección despertó tan poco entusiasmo. Al término, todo se mantuvo igual: Clinton en la presidencia y los republicanos controlando el Senado y la Cámara.

El principal ofrecimiento del candidato reelegido fue el de lograr que los Estados Unidos, en el 2002, tengan un presupuesto equilibrado. Para esto hizo énfasis en la reducción del programa de asistencia y ayuda a los mayores de 65 años, Medicare, y en los demás de seguridad social. Dole ofreció lo mismo, pero asegurando que lo haría mejor.

La trivialidad con que se trataron los temas y la carencia de rasgos definidos en los programas fue caricaturizada por una revista, que puso a Clinton y a Dole ante un espejo preguntándose: «¿Cómo puedo parecerme más a usted?».

El escritor Norman Mailer se burló de la uniformidad programática cambiando la palabra republicano por la palabra demócrata en un discurso pronunciado por Colin Powell.

La política internacional imperialista puede ser ilustrada con el escándalo destapado en las últimas semanas en torno de la financiación de la campaña. Las gigantescas trasnacionales acrecieron las tesorerías de los dos partidos buscando comprar el descomunal poder militar y político de la superpotencia para su labor de piratería en todo el planeta. A Colombia le espera un mayor intervencionismo, con el falso argumento propalado por Clinton de que somos un enemigo para su seguridad nacional, argumento que con verdadera razón esgrimimos los colombianos frente a los Estados Unidos.