DIEGO URIBE VARGAS, ALFREDO VÁZQUEZ CARRIZOSA Y APOLINAR DÍAZ CALLEJAS ADVIERTEN SOBRE REPETICIÓN DE ERRORES QUE LLEVARON A LA D

Diego Uribe Vargas

“El gobernador de Antioquia. Uribe Vélez, anda tratando de formar una fuerza internacional, léase tropas norteamericanas, dizque para defender la zona del Atrato y pacificarla. ¿Esa fuerza no será después una fuerza que no podamos sacar, que se quede con ese territorio?

«La zona para la cual Uribe Vélez ha pedido tropas extranjeras es la de las bocas del río Atrato, estratégica por ser la mejor vía para un nuevo canal interoceánico.

«Ese temor de los colombianos por preservar el Canal nos llevó a un momento trágico, la firma del Tratado Mallarino-Bidlack, de 1846, por medio del cual Estados Unidos se convertía en protector de nuestro país para preservar la seguridad del Istmo. Había el temor porque Inglaterra tenía los ojos puestos en América y Centroamérica. Pero es interesante ver que por el mismo temor a Inglaterra, caímos en brazos de Estados Unidos».

«Al gobierno de Restrepo, Estados Unidos le pidió que le entregáramos a San Andrés y Providencia para unas bases militares. El presidente Carlos E. Restrepo rechazó abiertamente esta posibilidad. Pasados unos años el tema vuelve a agitarse. El gobierno norteamericano anima a Nicaragua para que reclame y se quede con San Andrés y Providencia, porque sabe que en manos de Nicaragua es mucho más fácil controlar ese territorio».

Alfredo Vázquez Carrizosa
«El Tratado Herrán-Hay firmado en 1903, redactado en el Departamento de Estado, acuerda todas las facilidades para ese país. Comienza diciendo que Colombia cede todas las acciones en el canal y en el ferrocarril de Panamá sin ninguna contraprestación. Y al ser llevado al parlamento colombiano, Beaupré, embajador de Estados Unidos en Bogotá, lanza tres comunicados que parecen escritos por el embajador Frechette. En donde dice: tengo noticias de Washington para comunicarles a ustedes, que el Tratado Herrán-Hay se debe firmar como está, sin cambios. Y luego, en otra nota dice: cuidado con los cambios porque si ustedes cambian, los Estados Unidos van a tomar providencias que ustedes no saben cuáles son. Y ante la existencia de proposiciones en el Senado que niegan el Tratado, entonces Beaupré dice: ustedes niegan el Tratado y no saben lo que les va a suceder.

«¿Qué nos enseña esto? Que nunca tomamos en cuenta la Doctrina Monroe. Es el mismo error de hoy en día, porque parece que no sabemos que existe la Doctrina Monroe. Entre el señor Clinton y el señor Teodoro Roosevelt hay una gran identidad.

«Las circunstancias que existían en 1903 eran las fuerzas de los Estados Unidos y la Doctrina Monroe. Lo que existe hoy día es el narcotráfico, pero con la guardia de los Estados Unidos, la DEA, que está en Bogotá, y con la misma Doctrina de Monroe. De modo que ante esta coyuntura tenemos que pedirle al gobierno que recuerde la Doctrina Monroe. Y que recuerde los tratados internacionales.

«La no intervención es el paradigma de los Estados menores. El señor embajador Frechete quiere copiar las circunstancias del ministro Beaupré antes de la separación del Canal de Panamá. Pero la no intervención no tiene excepciones. La no intervención es no intervenir.»

Apolinar Díaz Callejas
«Hay una gran responsabilidad histórica de los presidentes Mariano Ospina Rodríguez y Manuel Murillo Toro, a mediados de siglo, Núñez en 1890 y Marroquín en 1902, quienes llamaron a las tropas norteamericanas para que les ayudaran a definir las guerras civiles.

«Contrasta esto con el llamamiento hecho al gobierno en la Guerra de los Mil Días por el general Benjamín Herrera, para pactar una tregua e impedir la intervención estadounidense en Panamá. El cual no fue acogido por el presidente Marroquín quien, por el contrario, invita a las tropas norteamericanas a desembarcar y a impedir el inminente triunfo de las fuerzas rebeldes en el Istmo.

«El debilitamiento del país por la Guerra de los Mil Días facilitó la toma de Panamá por Estados Unidos. De haberse aceptado el llamamiento a la paz hecho por Herrera año y medio antes, es posible que se hubiera impedido esta pérdida.

«En dos ocasiones en los últimos tres años se ha pedido la intervención norteamericana. Primero, por Andrés Pastrana, en su campaña presidencial; y segundo, con la visita de un grupo de políticos a Frechette en busca de apoyo para un golpe de Estado.

«La Casa Blanca no tiene derecho ni autoridad moral para arrogarse el derecho de intervenir en el país.»