El senador del MOIR, Jorge Santos, presentó al Congreso, el 27 de julio de 1995, el Proyecto de Ley 36, «por el cual se condonan las deudas bancarias de los caficultores». El cual, con modificaciones de los ponentes, fue aprobado por el Senado y hace trámite en la Cámara. Santos preparó el proyecto con base en las declaraciones de Unidad Cafetera y de sus dirigentes Fabio Trujillo, Jorge Robledo, Aurelio Suárez y Fernando Ruiz.
Desde su ingreso al parlamento, Santos ha respaldado la lucha de los cultivadores. El 27 de agosto, Santos manifestó que el gobierno debía condonar las deudas a los caficultores, fortalecer las instituciones, controlar la broca e incrementar el precio interno.
El 9 de julio de 1995, en una declaración de apoyo al Paro convocado por Unidad Cafetera, afirmó: «Los caficultores tienen toda la razón al protestar para impedir que se les lleve a la ruina como consecuencia del rompimiento del Pacto Mundial del Café, de las políticas oficiales y la falta de respaldo del Estado al gremio, secuelas del neoliberalismo impuesto por los gringos».
Luego de la exitosa Marcha de Armenia, a la que acompañó. Santos presentó el proyecto, consignando en sus artículos lo y 5o: «Por medio de la presente ley quedan condonadas las deudas bancarias de los caficultores colombianos, contraídas hasta el 30 de marzo del año en curso en el proceso de explotación de sus cultivos de café. (…) Los caficultores a quienes se condonen sus deudas no podrán ser excluidos por los bancos de nuevos créditos. El gobierno pondrá en ejecución un programa de créditos blandos y en cantidad suficiente para el fomento de la producción.»
Santos afirmó: «Desde el año pasado, los obispos de Colombia y la Unidad Cafetera propusieron la condonación. Aunque en un principio, desde lo alto de los medios se rechazó la propuesta, a fines de 1994, ante la extrema gravedad de la situación, el Comité Nacional de Cafeteros decidió terciar en el asunto. Aprobó, a través de los TAC, una condonación del 30% de las deudas a vencerse este año». La medida implicaba un viraje respecto del categórico rechazo inicial. En marzo del mismo año el Comité extendió la condonación a los productores endeudados con el Fondo Rotatorio. “La condenación parcial de las deudas –dijo Santos- sacó la discusión del plano de la imposibilidad absoluta en que se la consideraba oficialmente y la colocó en el más realista de cuáles formas debían adoptarse. Este resultado, aunque muy limitado, marcó un logro en la prolongada batalla que los caficultores han venido librando. Desde luego, se debió a la enorme presión que ellos vienen ejerciendo sobre el gobierno y la opinión pública, controvirtiendo la política cafetera oficial con sus movilizaciones y foros.”
Y concluía: «La pasada y precaria refinanciación de las deudas apenas ha servido a los deudores para sobreaguar, acrecer los intereses que corren y aplazar el remate de sus predios. Urge que el Congreso, el gobierno y el país entero acudan en su auxilio. Se necesita una condonación completa y pronta.»
Como consecuencia del Paro, en noviembre el gobierno incluyó en la Ley 223 de reforma tributaria recursos para aliviar las deudas, reglamentada en el decreto 0303, que condonó las obligaciones no inferiores a tres millones de pesos contraídas antes del 31 de diciembre de 1994, borrando deudas de capital, intereses corrientes y de mora. La norma estableció para las deudas de capital original mayor de tres millones una disminución de 50% a la tasa de interés.
La situación sigue siendo sumamente difícil. Aunque un gran número de personas quedó libre de deudas viejas, las acreencias tomadas en 1995 y 1996 persisten junto a las antiguas, no tomadas directamente para el café, que también están intactas. Los ingresos siguen siendo precarios, aun con el aumento de los precios internacionales, los que no se han podido aprovechar, dada la escasez del grano.
Santos ha llamado al presidente de la Comisión Tercera de Cámara para que designe ponente, y al Congreso para que descargue a los caficultores del peso abrumador de las deudas.