(Apartes de la misiva dirigida por la SAC, y suscrita por Francisco Dávila R. y Juan Manuel Ospina R., presidente de la junta directiva y presidente de la asociación, respectivamente)
Nuestros esfuerzos deben estar concentrados en la búsqueda de decisiones que hagan viable la aspiración de contar con una sola agricultura, que supere el anacrónico dualismo y asistencialismo que han caracterizado la mayoría de las políticas tradicionalmente aplicadas para el sector, lo cual supone comprometer las voluntades y los recursos de los sectores públicos y privados. Sólo en la medida en que se den pasos firmes en esta dirección, será posible concretar la aspiración válida hacia la unidad gremial.
Estos elementos de unidad de propósitos y organización de los productores son necesarios para enfrentar el desafío de construir unas alternativas de futuro viables y que partan de nuestra realidad presente. Amarrar el corto y el largo plazo, las medidas para contrarrestar los efectos negativos de la crisis y las requeridas para abrirles paso a esas alternativas de futuro, es una tarea urgente, para pasar de lo simplemente reactivo a lo proactivo.
La sociedad colombiana debe entender que su futuro está indisolublemente ligado al de su economía rural, y que mal haría en subestimar tanto la gravedad de su situación, como las posibilidades que encierra. (…) Si esto se entiende, la solidaridad con las dificultades que vivimos se verá acrecentada y con ello las posibilidades de superarlas, incluyendo el desgarrador conflicto armado que compromete las mínimas bases de convivencia y la estabilidad política e institucional de la Nación. (… )