EN SOCORRO SE CONMEMORÓ LA GESTA COMUNERA

Sentada en uno de los andenes de la plaza del Socorro, una anciana de 80 años empuñaba una bandera hecha con retazos de tela. Era idéntica a la que ondeaba a un lado de la tarima desde donde hablaban los oradores. “Es una vieja tradición del pueblo de esta región, explicó la mujer, que había acudido desde tempranas horas y desde Barbosa. “Es la bandera de los pobres, que debemos agitar hoy de nuevo para pelear como lo hicieron hace doscientos años las gentes del común”, añadió con emoción.

Igual que esta campesina santandereana, cerca de cinco mil personas se reunieron el pasado 21 de marzo en una de las plazas del Socorro, para celebrar la gesta de la Revolución de los Comuneros de 1781.

Las autoridades turbayistas habían levantado todo tipo de obstáculos para la realización del acto conmemorativo. A la solicitud inicial del MOIR de efectuar la concentración el 14 de marzo, el gobierno respondió con evasivas y negó el permiso, arguyendo la visita del Presidente de la República a la zona. Los municipios de la región y las carreteras que a ellos conducen fueron militarizadas. A pesar de las intimidaciones del régimen, los santandereanos, en las dos primeras semanas de marzo se lanzaron a recordar la rebeldía de sus antepasados. Por esos días, en Barbosa, se desató un paro cívico para exigir un adecuado servicio de acueducto. Durante la pantomima oficial organizada el 15 de marzo, en Socorro, labriegos provenientes de Covarachía, Onzaga, San Joaquín, Mogotes, Barichara, Curití, Villa Nueva, San Gil y Pinchote, entre otros, desfilaron portando muestras de sus cultivos, como tabaco, fique, fríjol, al tiempo que lanzaban consignas contra el gobierno: “Estamos igual, o peor que hace doscientos años”, vociferaban los campesinos. Los manifestantes se colocaron frente al atrio de la catedral en el momento en que el ex gobernador y manzanillo regional Alfonso Gómez Gómez, quiso hacer la defensa del régimen, las gentes allí reunidas lo silenciaron con una ruidosa silbatina. Cuando el ministro de Obras Públicas, Enrique Vargas Ramírez, procedió a dirigirse a la multitud, ésta ya había abandonado la plaza. Una semana atrás, una marcha de cultivadores de fique recorrió varios municipios de la provincia comunera denunciando las medidas gubernamentales que los tienen al borde de la ruina.
Como consecuencia de la amplía campaña de agitación nacional del MOIR, del FUP, de las fuerzas del sindicalismo independiente, de la organización “Comuneros 81”, las autoridades se vieron obligadas a extender un permiso para que se efectuara la conmemoración revolucionaria el sábado 21 de marzo. Sin embargo, varios compañeros que colaboraban en la campaña de agitación fueron arbitrariamente encarcelados.

A las 4 de la tarde se dio comienzo a la manifestación. En la tarima se encontraban Consuelo de Montejo, dirigente del MIL; Jaime Piedrahita Cardona, dirigente de la ANAPO; Álvaro Bernal Segura, representante a la Cámara por el FUP; Víctor Manzur, de la dirección del Partido Comunista del Perú, Elberto Camargo y Luis Eduardo Parra, orientadores del movimiento “Comuneros 81”, Héctor Valencia, Marcelo Torres, Avelino Niño, Carlos Valverde, Enrique Daza y Gustavo Quesada, dirigentes del MOIR.

Después de las distintas intervenciones (cuyos extractos aparecen publicados en esta misma edición), la multitud entonó La Internacional y coreó las proclamas que exaltan la revolución comunera, con el firme propósito de combatir por la Liberación de la Nación colombiana de sus actuales sojuzgadores.