INDIGNACIÓN POR LA TRAGEDIA DE LAS CORRALEJAS

Con motivo de la terrible tragedia ocurrida el pasado 20 de enero en Sincelejo, cuando centenares de gentes humildes perecieron al derrumbarse parte de los tendidos de una plaza construida en madera para celebrar el tradicional espectáculo de corralejas, el Comando Departamental del Frente por la Unidad del Pueblo, FUP, expidió un comunicado, del cual extractamos los siguientes apartes:

“El FUP se une al dolor que embarga a todas las familias afectadas por esta catástrofe absurda. De paso, pensamos conveniente hacer pública nuestra posición al respecto, ya que ante estos dolorosos acontecimientos se ha levantado la tremenda polvareda de un debate que no busca otro fin distinto al de eximir de toda responsabilidad a los terratenientes y al gobierno de Sucre, que son quienes organizan y llevan a efecto esta fiesta macabra”.

“La opinión pública sabe que los palcos de madera destinados a albergar a más de 20 mil espectadores fueron construidos de manera apresurada, pues su iniciación se había retrasado debido al pugilato entre el grupo terrateniente de los Guerra, que defiende intereses económicos y políticos, y el de Arturo Cumplido, que reclamaba la paternidad ancestral sobre las corridas del 20. Es insólito que ni un solo ingeniero haya supervisado la realización de esta obra levantada sin el menor requisito de seguridad. Hay consenso en las declaraciones que afirman que la tierra del lugar es removida y floja; que los parales que sostienen los palcos de tres pisos fueron enterrados a poca profundidad y, además, que no hubo ningún control para limitar la entrada de los espectadores. La responsabilidad de tan elementales fallas de previsión sólo puede recaer sobre el gobierno y la junta organizadora, y sobre ellos el pueblo volcará todo su odio, engendrado en el dolor de sus muertos y heridos, hasta cuando pueda cobrarles a estos fariseos tan abominable genocidio”.

“El gobierno nacional tampoco podía quedarse sin tomar parte en el asunto. Mucho menos cuando se ha venido especializando en la utilización de las grandes tragedias y desgracias del pueblo para encubrir su naturaleza despótica. ‘El diablo haciendo hostias’ como dice el adagio. La gente azotada por el terremoto del año pasado en Tumaco, denunció que los dineros y auxilios de solidaridad eran utilizados para hacer campaña política (…). Aquí, la hija del Presidente y la del ministro de Salud, en compañía de algunos terratenientes de la región, conformaron un comité de solidaridad con este infame propósito”.

“Las corralejas, herencia del feudalismo español, son la más genuina expresión de la cultura de los grandes terratenientes en la Costa Atlántica. En ellas, los más poderosos de entre los ganaderos compiten con soberbia y crueldad para que sus toros sean reconocidos como los más feroces. ¡Sangrienta forma de valorizarlos! Al pueblo se le atrapa en esta red atrayéndolo con la fiesta y el trago. De esta manera se consuma este holocausto que, año tras año, desde hace un siglo, ha sacrificado innumerables víctimas”.

“El Estado, de su parte, saca enormes beneficios de las corralejas (…). El Municipio arrienda al mejor postor, en una subasta millonaria, el lote donde se levanta la plaza. Este año el alcalde favoreció a la familia del jefe de su grupo, el guerrismo, quien quedó así con jugosos negocios en sus manos y con el monopolio de la junta organizadora. Esta alquila a partidarios suyos los palcos, quienes a su vez los subarriendan, formándose así una larga cadena de especulación”.