Los Comités de Defensa Campesina del Bajo Lebrija, de la región de Sabana de Torres, en Santander, denunciaron a finales del pasado año la permanente represión por parte de los terratenientes, el ejército y las autoridades. Néstor Arenas Moreno, concesionario de la Ford, miembro de la junta directiva del Fondo Ganadero de Santander propietario de más de ocho mil hectáreas de tierra y dueño y accionista mayoritario de importantes empresas, sin poseer ningún título de propiedad, alega ser el dueño de la finca «La Simónica» y, con la complicidad de las autoridades, hostiga permanentemente a las 22 familias que, damnificadas por la violencia del invierno de 1979, decidieron poner a producir aquellos terrenos baldíos.
La quema de ranchos, los encarcelamientos, como el del campesino Álvaro Lozano, quien permanece en la Cárcel Modelo de Bucaramanga desde el 14 de marzo pasado, y los desmanes de los uniformados son el pan de cada día para estas familias laboriosas. El 8 de agosto, por ejemplo, un oficial del puesto militar de Intercol detuvo arbitrariamente al campesino Manuel Botía por estar escuchando unas grabaciones de los discursos pronunciados durante un acto de solidaridad con los colonos de «El León», de San Vicente, que se había efectuado el día anterior. Posteriormente, el 27 de agosto último, una patrulla del ejército retuvo a diez campesinos bajo la única acusación de estar viviendo en la margen de la carretera a Provincia. Tres de ellos permanecieron incomunicaos durante cinco días en la prisión municipal de la Sabana. El Incora, fiel a su papel de aparato del Estado al servicio de los terratenientes, ha permanecido al lado de los opresores. Los supervisores van al campo a presentar la apariencia de preocupación por este conflicto mientras sus directivos regionales andan en comilonas y banquetes con los sojuzgadores de los labriegos.
En un comunicado público los Comités Campesinos Independientes de San Pablo, Bolívar; los Comités Campesinos de Yondó, la Unión Campesina de Santander, Aceb, Sintracreditario, Asandip, Aspu, Sindinalch, Sintucoop, Sintrasec, Sintrageofraficos, Anebre, Sittelecom, Aspes, Sinucom, Sintrabansan, Uso, Sintrametalúrgicos y Sintranal, pertenecientes a la coordinadora del Sindicalismo Independiente de Santander, respaldaron a los campesinos del Bajo Lebrija y rechazaron los atropellos, brindándoles además su plena solidaridad proletaria.
Arrasada invasión en Puerto Nare
Cerca de 50 uniformados desalojaron violentamente, el pasado 29 de agosto, a 250 familias que el 4 del mismo mes habían ocupado predios incultos pertenecientes a un terrateniente de La Sierra, municipio de Puerto Nare. Las hordas policiales acantonadas en Puerto Berrío y Puerto Nare derribaron las humildes viviendas de cartón y palma que habían sido levantadas por los mineros, trabajadores ferroviarios y cementeros, en lo que fue calificado por los sencillos moradores como «un asalto del gobierno turbayista». Varias personas resultaron heridas a consecuencia de la arremetida oficial, algunas fueron encarceladas y una mujer embarazada abortó y su estado de salud fue bastante delicado.
El Regional del MOIR en Antioquia repudió este vil atropello en un comunicado público y alentó a las gentes de La Sierra a perseverar en el combate por la tierra.