El 22 de agosto, mediante el cese de actividades de decenas de miles de maestros en todo el país, FECODE rompió la tregua que se mantenía desde el año pasado. 47 organizaciones filiales tomaron la decisión en el 25º. Pleno Nacional que se llevó a efecto en Bogotá, el 10 y 11 de agosto. La meta es la derogación de las antidemocráticas disposiciones consignadas en el Estatuto Docente, reencarnado por el gobierno en otro proyecto de ley.
Incontables paros sucedidos en las últimas semanas, fruto de la lucha por salarios del magisterio, resolvieron a favor del movimiento los largos debates que caracterizaron anteriores reuniones de FECODE. En el 25º. Pleno se respiró una cálida atmósfera de unidad y combate.
El nuevo proyecto de Estatuto Docente clasifica a los institutores como empleados públicos y les cercena sus derechos democráticos.
«El Ministerio de Educación pretendió reducir las negociaciones al problema del escalafón, evadiendo la discusión de las cuestiones de fondo, entre ellas el reintegro de los destituidos. Además, al redactar el texto definitivo del proyecto, los delegados oficiales desconocieron los pocos puntos acordados», denunció Edgar Dussán, presidente de FECODE.