En el Valle del Cauca ingresaron recientemente al FUP Cecilia Muñoz y Héctor Ardila Gómez, importantes dirigentes regionales de la ANAPO que cuentan con el apoyo y con la simpatía de grandes sectores populares. La declaración programática que sella la unidad, firmada en Cali el 23 de enero, respalda el nombre de Jaime Piedrahita Cardona como candidato de los oprimidos contra los opresores y dice en uno de sus aportes principales: “El acuerdo a que hemos llegado, si bien nos permite participar en condiciones muy favorables en las próximas elecciones, se proyecta más allá de los antidemocráticos certámenes electorales del sistema. Su propósito es de largo alcance: aspiramos a coronar las cimas de la revolución democrática y liberadora y marchar conjuntamente por el camino del socialismo. Por tal razón, consideramos de la mayor importancia el trabajo coordinado y unificado en el Frente por la Unidad del Pueblo, integrado por la ANAPO, el MOIR, el Movimiento Independiente Liberal, El Movimiento Nacional Democrático y Popular, el Movimiento Amplio Colombiano, los Comités Democráticos Populares Revolucionarios y la Unión Comunista Revolucionaria. El Frente por la Unidad del Pueblo es la coalición enemiga del sistema que agrupa al mayor número de partidos y fuerzas de la oposición revolucionaria en el país. Lo preside el jefe único de ANAPO José Jaramillo Giraldo, prestigioso dirigente nacional de la oposición.
Los figurones del régimen
El documento reafirma la decisión de seguir dando la batalla contra el gobierno hambreador que encabeza Alfonso López Michelsen y que tantos sufrimientos le ha traído al pueblo colombiano. Señala que la ANAPO y el MOIR del Valle del Cauca están llamados a propinar golpes demoledores a la oligarquía liberal-conservadora que, dispersa y fraccionada por los apetitos insaciables de poder, pretende imponerle a la gente sencilla el nombre gastado de figurones como Lleras Restrepo, Turbay Ayala, Holmes Trujillo o Belisario Betancur, encargados de continuar la desastrosa labor de mayor entrega de nuestra soberanía y de nuestros recursos patrios al imperialismo norteamericano”. Por último, la resolución se acoge a las normas de funcionamiento del Frente por la Unidad del Pueblo, que facilitan la dirección conjunta de la campaña electoral, y que además permiten orientar de manera compartida la actividad parlamentaria y la participación de los aliados en las huelgas obreras, los movimientos estudiantiles, los paros cívicos, las invasiones campesinas y toda clase de conflictos que se presenten en el futuro.
“Las alianzas son para seguir peleando”
Fue entrevistada en Cali la compañera Cecilia Muñoz, una mujer de larga tradición de lucha al lado de los explotados, desde cuando en 1944 se puso al frente de la primera huelga de maestros del Valle del Cauca contra el alto clero y los directorios liberales y conservadores de ese entonces. Durante la época de la violencia estuvo en Bogotá, y allí sufrió la represión fascista de los gobiernos de Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez junto a los obreros y los estudiantes. En 1962 se apartó de la demagogia de derecha el MRL para formar “con las uñas” una disidencia independiente llamada “La Pelusa”. Después militó en las filas de Alianza Nacional Popular, y ahora se ha sumado con miles de entusiastas seguidores al Frente por la Unidad del Pueblo.
“La corriente que yo represento dentro de la ANAPO del Valle del Cauca, declaró Cecilia Muñoz, siempre buscó el acercamiento entre las diferentes organizaciones políticas de la revolución colombiana. Y no de ahora sino de tiempo atrás. Estamos convencidos de que la crisis y el estancamiento de nuestro partido no se pueden resolver sino vinculando a la militancia con la lucha de los trabajadores, y estrechando nuestros lazos de cooperación y ayuda mutua con las demás fuerzas inconformes que se oponen al gobierno y al régimen vigente.
Por eso no podemos compartir las últimas determinaciones de María Eugenia rojas de Moreno Díaz. La política de abstención decretada por ella es una salida derrotista que le abre el paso a las oligarquías para que se tomen los cuerpos colegiados y engañen a las masas en las plazas públicas y es una línea de conducta que no se compagina con las aspiraciones revolucionarias de las bases anapistas”.
“No aceptamos dictámenes de afuera”
Al referirse al problema de la unidad y del no alineamiento, Cecilia Muñoz sostuvo: “La divergencia de fondo que nos separa del Partido Comunista y de la UNO, a mi manera de ver, radica en que la revolución no se puede hipotecar ante ninguna potencia extranjera. En una alianza verdaderamente democrática, ningún grupo político tiene derecho de imponer a las organizaciones restantes una determinada concepción de carácter internacional, ni mucho menos se debe permitir que los distintos enfoques en tal sentido vayan a interferir un compromiso en relación con los problemas nacionales. El Frente por la Unidad del Pueblo apoyará sin distingos de ninguna especie a todos los países que combaten por la liberación y el socialismo, pero no se somete a los dictámenes de naciones extranjeras ni acepta imposiciones que comprometan su independencia. No vamos a obligar a los colombianos a que se alisten y presenten armas bajo ningún bloque de Estados”.