El 3 de febrero se lanzaron al combate 1.500 asalariados de la empresa imperialista General Electric de Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Neiva y Sincelejo. El sindicato, afiliado a la CSTC, discutía desde el 6 de septiembre un pliego de peticiones. Otra compañía norteamericana, la Singer Sewing Machine, vio paralizadas sus actividades el mismo día, en las factorías de Bogotá y Barranquilla y en todos los almacenes del país, ante la firme determinación de la asamblea general del sindicato, que se efectuó en Bogotá el 27 de enero. La organización obrera milita igualmente en las filas de la CSTC. Los 600 trabajadores repudiaron las maniobras patronales que durante cuatro meses impidieron el arreglo satisfactorio de sus exigencias.
Prehuelgas
Entretanto, doce mil trabajadores de Coltejer se aprestaban para abandonar labores en Medellín, Itagüí y Envigado. El sindicato de base anunció que la decisión fue tomada ya por una masiva asamblea delegataria. También los 400 obreros de Vicuña, de Medellín, irían al cese de actividades en los primeros días de febrero, en demanda de solución a sus reivindicaciones.