«YO CREO QUE ÉSTE ES UN DÍA HISTÓRICO»

Apartes del discurso de José Jaramillo Giraldo, director Nacional de ANAPO

Compañeras y compañeros del frente del descontento, del frente de la inconformidad nacional, del frente de lucha contra el gobierno: desde hace muchísimos años los dirigentes de los partidos tradicionales han disfrutado conjuntamente el Poder. A pesar de que la violencia cobraba vidas del pueblo en ambos partidos, el doctor Lleras Restrepo negociaba el Fondo de Estabilización y recibía magníficos cheques del gobierno de Ospina Pérez. Se habían repartido la política, se habían repartido los puestos, se habían repartido los contratos, había que repartirse los muertos. Y Ospina Pérez le dio a la oligarquía liberal la mitad de la administración, exactamente la mitad, la mitad de los ministerios, la mitad de las gobernaciones, la mitad de las embajadas, la mitad de los serruchos. Se habían borrado las fronteras entre los dos partidos.

Otra de las artimañas empleadas por la oligarquía liberal-conservadora para perpetuarse conjuntamente en el Poder fue el nefasto plebiscito de 1957. Un plebiscito contra todas las tradiciones de la historia universal, porque todos los plebiscitos se habían producido en base a una pregunta, o a lo sumo dos, para que fuera fácil de entender y se pudiera contestar “sí” o “no”. Y el ingenio de estos rábulas de la oligarquía los llevó a inventar un pliego de 14 preguntas que había que contestar monolíticamente. Es decir, “sí” a todo el pliego, a las 14 preguntas, o “no”, pero de ninguna manera podían contestarse afirmativamente unas y negativamente otras.

Ahora, el gobierno cree tener todo arreglado con el apoyo de los millonarios de todos los partidos. Pero se han equivocado sobre la fuerza popular que los va a derrotar, porque el pueblo liberal odia a la oligarquía liberal, el pueblo conservador rechaza a la oligarquía conservadora y el pueblo anapista rechaza a la oligarquía samuelista. Que sigan pactando los multimillonarios de todos los partidos, que el pueblo está saliendo ya a la plaza pública y hoy se ha reunido en un gran Foro de Unidad. Yo creo que este es un día histórico. Hoy se inicia una época en la vida colombiana. Nunca se podrá olvidar el 18 de febrero de 1977.

Escuchando las intervenciones encuentro que hay buena intención, que hay buena voluntad, que hay deseo de entenderse. Por lo tanto, podemos decirle al Partido Comunista que ahí está su casilla, que nadie pretende excluirlo, porque presenta una larga tradición en la vida colombiana.

Todos tenemos una historia menos los ausentes. Para los ausentes no habrá historia jamás. Por eso los llamamos para que vengan aquí, a acompañarnos en esta lucha.
Porque aquí están los hombres sencillos que mañana van a dirigir el Estado colombiano. Aquí están los jefes que van a dirigir la revolución.

Nosotros no podemos permitir que se mantenga en el Poder una oligarquía corrompida que ha destruido al país, que ha acabado con sus riquezas, que ha destruido a Colombia. Tenemos que prepararnos para la toma del Poder. Hoy es un día histórico, inclusive para los que estemos ese día en el valle de los caídos, donde siempre habrá frescas flores del pueblo y no crecerá jamás la yerba maldita.

La burguesía colombiana día a día gobierna menos, día a día descuida más la administración, día a día está más ausente de los problemas de los ciudadanos comunes. No más opresión ¡No más angustia en los hogares desamparados! No más abandono a los campesinos que se están quedando sin tierra sobre su propia tierra ¡No más hombres sin tierra, no más tierra sin hombres! ¡La tierra para el que la trabaja!

Las estadísticas nos demuestran que los campesinos colombianos tienen más tierras por las invasiones que por lo que les dio el INCORA. ¡A desalambrar! Y todos los que estamos aquí reunidos, y todos los que están en la calle deben apoyar todas las invasiones de los campesinos y la lucha de los maestros y de los obreros petroleros.

No más libertad para destruir, para agotar, para exprimir día a día el trabajo, la vida, la inteligencia, la esperanza de nuestro pueblo. No más libertad para burlarse de los pequeños empresarios agrícolas, como en el caso de las importaciones de maíz, dizque para la industria avícola, y que fueron a parar a manos de los grandes monopolios de los inversionistas norteamericanos.

No más el cacareo de la bonanza para los caficultores de cinco fanegadas, que es el promedio de la propiedad cafetera en Colombia, y que están con el agua al cuello de bonanza y el costo de todo, ahogándose en medio de la inflación que ha enriquecido a la Federación de Cafeteros, a los intermediarios y al gobierno, pero que no beneficiará al pueblo. Porque todos los dineros de la bonanza ya los debían por importaciones de artículos suntuarios en un 80 ó 90 por ciento.

El gobierno dice que no sabe manejar la bonanza cafetera. El Presidente asegura que somos 25 millones de chambones. ¡No! Sencillamente, con el café a tres dólares no podemos hacer nada porque todo eso lo debemos. Porque todo lo que está llegando al Banco de la República hay que pagarlo. Porque ya han enriquecido a los amigos de la oligarquía liberal-conservadora con importaciones suntuarias. Porque desde hace tiempo se han gastado la plata de los caficultores colombianos. No más burla, pues, a los caficultores. No más burla a la agricultura.

La agricultura por la cual se sacrifica, sufre y trabaja el hombre del campo, alimentándose mal, descuidando continuamente su salud, endeudándose hasta la coronilla con insumos de procedencia yanqui de tercera calidad, con abonos que tienen la mitad de arena, preparando la tierra en forma, carísma y con los elevados costos del transporte. Comienza a caer la ceniza de la pobreza a los pies del agricultor, cuando todavía brilla en el cielo de las promesas la luz de las mentiras oficiales.

No más administración y altos funcionarios dedicados al peculado, al serrucho y la cocaína. Administración ausente que no le resuelve ningún problema al ciudadano sin influencias pecuniarias, políticas y sociales. Al ciudadano común y corriente que sólo sirve para tratarlo mal, para reclutarlo para el cuartel, para cobrarle impuestos, para imponer multas.

No más al Estado de Sitio, porque ya se confirmó la regla de que ahí no prevalece sino la ley de le dé la gana, lo que le dé la gana hacer al jefe de la ocupación militar de inspiración norteamericana que sólo usa dos artículos de la Constitución Nacional, el 32 corto y el 38 largo. No más patrullaje de las tropas en traje de fatiga.

¡No más alzas en el costo de vida! ¡No más desocupación! Casi un millón de desocupados en sólo 20 departamentos, fuera de la desocupación parcial y la desocupación disfrazada, como la que soportan después de las cosechas los recolectores de maíz y arroz.

No más felonías contra los servidores públicos, ahora sin fuero. No más gases, ultrajes al pudor, contra universitarias, universitarios y maestros sumidos en el atascadero colonial.

No más empalagosas homilías a una juventud que está perdiéndose por la falta de oportunidades y de recursos económicos. La juventud más capaz, más estudiosa, más inteligente de todas nuestras épocas, y que sabe, siente y ve que su patria se está acabando, se está aniquilando, se está muriendo en las manos del Frente Nacional.

Tenemos oportunidad de demostrar que este Foro no es un foro más. Tenemos oportunidad de demostrar que este foro es revolucionario. Tenemos la oportunidad de demostrar que esto es algo distinto porque tenemos la batalla de los miembros de Amagá, de los maestros de FECODE, de los obreros petroleros. Y nos la vamos a jugar toda ayudándoles en esa lucha, porque es en la lucha donde se forja la teoría revolucionaria y donde se forja la unidad.