«JORGE SANTOS, INSIGNIA DE LA RESISTENCIA CIVIL Y EL PATRIOTISMO»

(Apartes del discurso de Jesús Bernal Amorocho, en el acto de lanzamiento de la campaña del MOIR al Congreso)

Compañeros de la Dirección Nacional y Regional del MOIR presentes en este acto, camarada Héctor Valencia, jefe nacional del MOIR; compañero Mario Lafont, abogado defensor por siempre de la causa de los trabajadores de Colombia; compañeros Juan Romero de la CGTD, insignia de la persistencia en la defensa de los trabajadores de Colombia; compañero Julio Ibargüe, dirigente de los educadores del país; compañero Alvaro Amaris edil de la capital de la república, quien hoy respalda con su presencia las candidaturas revolucionarias del MOIR; compañero Víctor Acosta, entrañable amigo, incomparable compañero, en los momentos de mayor dificultad para esta fuerza política en el movimiento sindical de manera generosa nos abrió sus puertas; Víctor queremos decirle, nos honramos de contar con su presencia, su ayuda, su ejemplo, su desprendimiento, los moiristas jamás lo olvidaremos, retribuiremos con creces la ayuda, la colaboración, la abnegación con que usted le sirvió al movimiento sindical colombiano.

Participar en este acto de lanzamiento de las candidaturas del partido al Senado de la República me produce una impresión indescriptible, fue en un acto de estos y proclamando a los mismos compañeros cuando intervino por última vez en un acto público el camarada Francisco Mosquera, en esa ocasión hace 4 años, Mosquera expresó los lineamientos estratégicos para la etapa actual y reafirmó los principios con los cuales participamos en las elecciones que sin tal régimen induló su intervención, «hagamos del debate un cursillo que eduque a las masas»; consigna que estará vigente siempre que el partido emprenda una justa electoral, durante el actual proceso la hemos aplicado a cabalidad, así lo demostramos durante la campaña al Concejo de Bogotá cuando recibí el honor por parte del Comité Ejecutivo central de mi partido y de la totalidad de la militancia del mismo de encabezar las listas del MOIR acompañado de valerosos camaradas como Eberto López, Aldo Cadena y de lo más granado de la dirigencia sindical consecuente y antiimperialista del país.

El partido se movilizó con entusiasmo, y sí que logramos hacer un cursillo de educación al pueblo capitalino, sí que logramos denunciar la presencia de los Estados Unidos en todos los órdenes de la vida nacional y de la actitud vendepatria del gobierno de Ernesto Samper, nuestra bandera volvió a ondear en los barrios de Bogotá, y los oprimidos de siempre volvieron a escucharnos decir que no hay salvación para nuestra patria sin la expulsión de los Estados Unidos y la derrota de los agentes vendepatrias tal como lo estipulara el Comité Ejecutivo central del MOIR.

En el marco de esta campaña, de esta orientación es lícito hacer el balance de lo que fue nuestra campaña electoral, una cosa es colocar a un dirigente sindical a jugar por primera vez como en mi caso el papel de tribuno de las necesidades del pueblo y otra el recorrer uno a uno los barrios de Bogotá, conocer las necesidades de sus gentes, de sus barrios, de sus zonas, e imprimirle el carácter revolucionario a las diferentes reclamaciones que las comunidades de las diferentes zonas de Bogotá, le expresaron a los candidatos y a la dirigencia del MOIR recorriendo uno a uno los barrios de la capital de la república, no puedo dejar de mencionar experiencias estremecedoras en esta campaña, nunca habíamos llegado a zonas como Ciudad Bolivar, en esta reunión se encuentran dirigentes, dirigentes populares y cívicos que en esa zona del país, de Bogotá, de la capital de la república nos abrieron sus puertas, me refiero a Edgar Chaparro y su señora quienes nos acompañan en esta reunión, me refiero a Rosalba López y su familia que nos acompañan también en esta reunión. Conocer los problemas de las gentes, las afugias que pasa la ciudadanía bogotana cada día, privatizada, limitada, ahogada por los impuestos que le generan los mandatarios distritales de turno, no tiene parangones en la construcción, en el bagaje de un dirigente que por primera vez cumplía una tarea política en esas condiciones hacia los pobres de la ciudad, qué más honroso para un moirista, que desarrollar las consignas revolucionarias que nuestro partido levantó para esa campaña electoral, que más honroso para un hombre forjado en las filas del movimiento sindical que expresarle a los bogotanos, a los trabajadores, a los peleadores en las empresas en donde el MOIR, tenía alguna presencia, que la causa de todos los males que padece la nación son generadas por la dominación que sobre ella ejercen los Estados Unidos y por la actitud vendepatria de quienes han dirigido o maldirigido los destinos de nuestra nación.

Qué más enaltecedor de la campaña revolucionaria que adelantaron nuestros candidatos a ediles, en cada una de las zonas de Bogotá, qué más ejemplarizante que en medio de las mil dificultades en que nos movemos, sin medios de comunicación, sin dinero, sin compra de ediles, desarrollamos una campaña de clarificación ante las masas bogotanas, qué más ejemplarizante que la labor cumplida por esos candidatos a ediles para quienes pido un reconocimiento a través de un aplauso de esta reunión.

Muchos de ustedes se preguntarán ¿por qué en medio de una campaña tan triunfante como la que adelantamos en Bogotá, no logramos un escaño al Concejo? La dirección de mi partido, el análisis que ha hecho se debe fundamentalmente a cuatro factores: primero: a que la votación en la capital de la República casi se duplicó frente a las elecciones anteriores, se duplicó porque se utilizó de manera oportunista el justo anhelo de los colombianos a un proceso de paz, al cual ninguno de los colombianos es ajeno, y el gobierno nacional manipuló las equivocaciones de la política equivocada de la extrema izquierda, de querer resolver a través de las armas el boicot al proceso electoral y el pueblo salió a manifestar su opinión frente a este hecho.

Se debe a que por primera vez en la contienda electoral, se le dijo a los colombianos, que iban a tener medio día si salían a votar, que se les iba a rebajar las matrículas en colegios y universidades si salían a votar, se les dijo que estarían en primera fila en el evento de concursar ante un empleo oficial, se les dijo que la juventud colombiana que participara en el proceso electoral se le iba a rebajar 6 meses de servicio militar, se le ofreció una y otra prebenda con el fin de contrarrestar la política equivocada de la extrema izquierda de querer impedir que el pueblo colombiano se manifestara en las urnas. Creo que esto, el rechazo a esa política equivocada del terrorismo, la pugna en Bogotá entre unos y otros luchando porque no saliera Moreno de Caro, o en otra zona de Bogotá porque no saliera elegido Peñaloza como alcalde de Bogotá, disparó los índices de la votación en la capital de la república. Pero hoy los moiristas, las fuerzas patrióticas, los colombianos que sienten que les indigna y que les duele la patria, debemos sentirnos plenamente satisfechos de la campaña revolucionaria que adelantamos hacia el Concejo de Bogotá en donde alcanzamos más de 6400 votos, sin ofrecer, sin comprar, sin contraprestación alguna diferente a luchar por la patria en contra de los Estados Unidos y por los derechos de las grandes masas del país.

Hoy nuevamente nos encontramos frente al balance, si hay un colombiano que haya seguido paso a paso la actividad de Jorge Santos, de Marcelo Torres en el Senado de la República tendrá que terminar diciendo que su comportamiento en defensa del país, de sus necesidades, ha sido ejemplar, son las voces de la nación en un recinto en donde no se interpreta las necesidades del país y de sus ciudadanos, son las voces antiimperialistas que no están compradas, que son insobornables, que su actitud corresponde a las necesidades del país y de la patria y de sus ciudadanos; el sentimiento de las masas obreras y campesinas y todos aquellos que sufren o les indigna la opresión imperialista sobre nuestra patria, precisamente por eso la lista patriótica del MOIR merece que el pueblo vuelva a llevar a un hombre al Senado de la República como Jorge Santos que ha sido abanderado de cuánta batalla en el país se ha realizado.

En esta ocasión el Comité Ejecutivo de mi partido el MOIR, ha decidido poner nuevamente en consideración de los bogotanos, mi nombre con el fin de integrar una lista para la cámara de representantes, los trabajadores y la militancia moirista de la Caja Agraria agradecemos esta nueva distinción que el partido nos hace y aceptamos la responsabilidad que ello implica, la orientación, nuestro compromiso, nuestros esfuerzos en que esta campaña sirva dentro de la política de alianzas que el MOIR desarrolla, con el único objetivo central que tenemos en la presente contienda electoral.

Preocupación del país, de los trabajadores, de los patriotas de Colombia es cuál va a ser la suerte de ese hombre que se ha convertido en insignia de la lucha antiimperialista en Colombia, que es Jorge Santos Núñez.

Es honroso para la dirigencia sindical, es honroso para quienes representamos sectores tan combativos del movimiento sindical, como los trabajadores de la Caja Agraria, de Telecom, del SENA, de Ecopetrol, de los maestros; decir que nuestra insignia imperialista la encarna con lujo de detalles Jorge Santos, y que ha cumplido tal tarea que el MOIR y los trabajadores hace cuatro años en boca de Francisco Mosquera, en un acto similar a este le entregara, y hoy le decimos compañero Jorge Santos el movimiento sindical, los trabajadores colombianos nos honraremos de ser sus capitanes electorales, pidiendo en todos los sitios de trabajo el voto de los trabajadores por la insignia antiimperialista de Colombia, usted la encarna, usted ha estado en todos los debates económicos, políticos, sociales usted que es un hombre salido de las entrañas de los obreros de Ecopetrol, usted que en esta contienda, en estos años se ha cualificado como uno de los mejores portavoces de la resistencia civil, del patriotismo, del antiimperialismo, de la insobornable posición de los trabajadores en favor de la patria, queremos manifestarle honrosamente, renunciaremos a nuestras candidaturas en favor de asegurar que Jorge Santos salga al Senado de la República.

Para terminar, y a manera de homenaje a Francisco Mosquera, permítanme ustedes queridos compañeros, traer esta cita tomada de su última intervención pública «los problemas de los pueblos continúan siendo los mismos de ayer, aunque ahora enfrenten enemigos distintos, las verdades de Marx y Lenin lejos de marchitarse, cuando pregona la burguesía, que carece de respuesta para los interrogantes de la actualidad volverán a ponerse de moda, parece que el socialismo al igual de lo acontecido al sistema capitalista adolecerá de tropiezos y altibajos durante un terreno prolongado, antes del triunfo definitivo, y los obreros con sus batallas revolucionarias proseguirán tejiendo el hilo ininterrumpido de la revolución histórica».

Muchas gracias.