Resonante debate en defensa de los trabajadores del ICSS
Durante las sesiones plenarias de la Cámara del 16 y el 21 de septiembre el representante del MOIR, compañero Ricardo Samper, adelantó una vigorosa defensa de la justa lucha de los trabajadores del Instituto Colombiano de Seguros Sociales por sus derechos democráticos. En brillante debate contra la ministra de Trabajo, el camarada Samper utilizó revolucionariamente la tribuna parlamentaria para fustigar la política antiobrera del “mandato de hambre” y de sus acólitos de UTC y CTC, así como para ofrecer el apoyo irrestricto del MOIR al movimiento de los médicos y el personal paramédico.
Las mentiras oficiales
El compañero Samper refutó una por una las declaraciones del Presidente y su ministra en contra de los médicos del ICSS. Refiriéndose a lo dicho por López en su ultimo mensaje al Congreso en el que afirma que los dirigentes sindicales del instituto gastan varios millones de pesos anualmente, Ricardo Samper señaló: “En ese mensaje el presidente de la República abrió fuego por primera vez contra los médicos del Seguro Social. Me puse a investigar, porque uno jamas logra penetrar la totalidad de esa conciencia astrosa y nefaria que dirige los destinos del país. Que dizque 26 millones de pesos gastan los dirigentes sindicales, mientras que apenas 27 millones destinan para drogas, dice ‘la palabra de oro’ del Presidente. Pero aquí tengo la cuenta de los pagos que ha hecho el ICSS por concepto de gastos sindicales en los años de 1973, 1974 y 1975: la suma de 113.090 pesos. Eso se convierte dentro de la alquimia presidencial en 26 millones anuales! Ese ha sido el sistema con el que atacan a los médicos!”.
Sobre el discurso presidencial televisado del 13 de septiembre, el compañero Samper anotó: “El Presidente dijo a toda una serie de inexactitudes en ese mensaje. López con su acostumbrada truculencia, López el manipulador de la verdad y la mentira, López que todo lo confunde, atacó a los médicos por haberse lanzado a las vías de hecho, a la huelga, cuando según él no había un ‘acto jurídico perfecto’. Dice a los médicos que por qué no demandaron. Pero eso lo vino a decir López cuando le había fallado completamente su estrategia de detracción y de calumnia contra los médicos en huelga. Cuando también había fallado la tergiversación acomodaticia de la señora Ministra en el Senado y ante las cámaras de televisión. Declararon ilegal la huelga, como es costumbre en el Ministerio de Trabajo, y destituyeron como empleados públicos a numerosos médicos por resolución del consejo directivo del ICSS. No obstante, al país le dicen que el gobierno tiene ánimo de conciliación, que no habrá vencedores ni vencidos, que quedan los recursos legales”.
En relación con algunas afirmaciones hechas por la ministra, el compañero Samper dijo: “La señora ministra presenta unas cifras y dice que los médicos van a quebrar el instituto porque el 40% del presupuesto se destina al pago del personal científico y paramédico. Es natural que en una institución como los Seguros Sociales se pague el 40% de su presupuesto a los médicos ya que la materia prima fundamental de los Seguros es el trabajo que realizan estos profesionales y que no son parte de la gigantesca burocracia chanchullera y viatiquera que sí ha venido desangrando al Instituto. Ese 40% es la única plata bien gastada y que se sabe cómo se gastó!”.
La justeza del movimiento
El compañero Samper hizo una enérgica defensa del paro adelantando por los trabajadores del ICSS en defensa de sus más sagrados derechos en los siguientes términos: “El gobierno estaba convencido de que iba a resultarle muy fácil arrebatarle a los médicos sus derechos fundamentales de prestar pliegos de peticiones, de utilizar la huelga, de contratación colectiva, como lo han hecho otros gobiernos con decenas de miles de trabajadores oficiales. El poder concentrado del capital monopolista, que no tolera ningún derecho democrático, ha venido desarrollando la más tenebrosa ofensiva contra el derecho de huelga. El derecho de huelga es una conquista fundamental de la clase obrera. Sin embargo en Colombia cualquier gobierno puede en cualquier momento declarar ilegal cualquier huelga. En este sistema, mientras el capital busca mayores ganancias, los trabajadores necesitan organizarse como fuerza para hacer valer sus derechos. Cuando hay un proceso inflacionario que recorta enormemente el valor de los salarios reales, no le queda a los trabajadores más recurso que acudir a la huelga, no le queda a los trabajadores de cualquier índole más recurso que su organización para defender la estabilidad de su trabajo. Es monstruosa la situación que la inmensa mayoría de los empleados públicos tiene que padecer en este país donde se ha hecho famoso el dicho popular: Cambio de Ministro, que tiemblen los porteros. Todos estos empleados públicos son funcionarios de libre nombramiento y remoción que se ven obligados por los caciques de turno a prestar toda clase de servicios contrarios a su propia dignidad porque de otra manera son declarados insubsistentes. Y ahora quiere el gobierno que los trabajadores del Seguro acepten con los brazos cruzados y mansamente la eliminación de sus derechos democráticos conquistados”.
“Este conflicto ha puesto de manifiesto entre otras cosas –prosiguió Ricardo Samper– cómo es de deplorable la situación de los pobres de Colombia frente a los servicios de salud. A Asmedas y demás organizaciones sindicales les debemos el que se esté cobrando conciencia nacional ante tan grave situación. Pero ahora vienen las lagrimas de cocodrilo de quienes jamas les ha importado la salud del pueblo”. Sobre este tema puntualizó ante la defensa del derecho de huelga. Aquí se trata de una guerra entre el capital y el trabajo. Qué gran ejemplo para la clase obrera de todo el país ver a esos profesionales tomando en sus manos iuna gloriosa bandera proletaria! Por eso tiene una trascendencia y una importancia gigantesca el actual movimiento!”
La traición de las camarillas patronales
El compañero Samper condenó a lo largo del debate la actitud entreguista, traidora y falaz de los dirigentes de UTC y CTC ante el paro médico. Al respecto dijo: “Pero resulta que el gobierno y la oligarquía tienen aliados fieles en el seno del movimiento obrero. El país vio a Tulio Cuevas, presidente de la UTC, paseándose en la pasada campaña electoral haciendo las manifestaciones del más despreciable servillismo ante Gómez Hurtado, verdugo de este pueblo, dizque a nombre de la clase obrera. Y ahora el señor Tulio Cuevas en el consejo directivo del ICSS firma con el actual gobierno la reclasificación de los trabajadores de ese instituto, sumándose a la ANDI y a la SAC, los chacales más crueles del sistema. Los señores de UTC y CTC han sido cómplices de toda la legislación laboral existente y que ahora el ‘mandato claro’ quiere hacer aún más regresiva. Y podríamos señalar una tras otra las huelgas que han sido vendidas por esas centrales controladas por burócratas amarillos y esquiroles. Es una pagina siniestra la que han escrito en nuestro país los dirigentes de esas centrales en contubernio con el gobierno y los patronos. Han traicionado todos los movimientos, venden las huelgas. Porque uno sabe que si los trabajadores piden cinco pesos diarios de aumento y son mil trabajadores serían cinco mil pesos diarios; luego es más fácil para el patrón darle a los burócratas treinta o cuarenta mil pesos para que entreguen el movimiento”.
Al referirse a algunas afirmaciones del representante conservador Tulio Cuevas, Ricardo Samper indicó: “El señor Cuevas reconoce que desde la reforma administrativa de sus derechos de contratación colectiva, organización y huelga, y dice calumniosamente que porque se trataba de humildes obreros nadie protestó en su tiempo. Resulta que el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) en 1970, convocando sindicatos de todas las centrales a encuentros nacionales, llamó a un Paro Nacional Patriótico precisamente en contra del Decreto 3135 y de la aplicación de la reforma administrativa. Los primeros en oponerse a este movimiento fueron los señores dirigentes de la UTC”.
El gobierno culpable
El representante del MOIR concluyó su intervención agregando: “Están pasando miles y miles de masas por el camino de la unidad y del combate. Ya se suman a las huestes proletarias pisoteadas sectores que los esquiroles y el gobierno llaman privilegiados. Es el sentido patriótico de los médicos que comprometen que Colombia por donde va no puede seguir. ¡Mientras el gobierno no reconozca los derechos democráticos de los trabajadores, restituya a los despedidos y se abstenga de tomar represalias, seguirá siendo el único culpable de todas las consecuencias que tenga su absurda, terca y provocadora actitud en contra del Seguro Social!”.